En la encantadora y misteriosa tierra de Narnia, más precisamente en el castillo de Miraz, un usurpador telmarino que tenía al país bajo su poder hace muchos años. Su mujer, Prunaprismia, se encontraba en labor de parto. En cuanto la criatura nació, la portera se la entregó a la madre, con una inmensa sonrisa, era un precioso y sano varón.
Rápidamente, el general Glozelle fue a anunciar la noticia al lord.
Glozelle: lord Miraz, fue un varón- anunció.
Miraz: los cielos nos han bendecido- dijo mirando por la ventana, sin voltearse hacia el general- conoces tus ordenes, general Glozelle.
Glozelle: si, mi señor- dijo antes de retirarse del lugar, para acatar la orden que se le había establecido, aunque no estuviera del todo convencido.
En uno de los pasillos del castillo, una figura oculta por una capa y encapuchada, se dirigía a un lugar. En cuanto llegó a los aposentos que buscaba, se dirigió a la cama donde dormía el sobrino de Miraz y futuro heredero al trono, el príncipe Caspian X. Cuando lo despertó y se dio cuenta de que era su tutor, el doctor Cornelius; no le tomó demasiada importancia.
Caspian: cinco minutos más- pidió, intentando volver a acomodarse para seguir durmiendo.
Cornelius: no observaras esta noche las estrellas, príncipe- explicó algo apresurado- ven, apresúrate- el joven lo siguió, levantándose de la cama.
Caspian: profesor, ¿Qué sucede? – preguntó, notando el nerviosismo del anciano.
Cornelius: tu tía dio a luz hace poco... a un niño- explicó, dirigiéndolo hacia el armario, el cual ocultaba una puerta. El príncipe entendió la gravedad del asunto y siguió a su tutor enseguida. Entró en el armario cuando escuchó que personas se acercaban y dejó la puerta entreabierta para observar lo que sucedía. Varios soldados entraron, tratando de hacer el menor ruido posible, apuntaron sus ballestas hacia la cama del joven y dispararon las flechas. En cuanto la cama quedo destrozada, el general se dio cuenta de que allí no había nadie. Tan pronto como vieron lo ocurrido, Cornelius guio a su tutelado a una de las torres del castillo, donde el joven se colocó su armadura y tomó su espada, antes de salir, el anciano lo cubrió con una capa. Luego de eso, lo llevó a las afueras del castillo, donde el caballo del príncipe, Batallador, lo esperaba ya ensillado- debes ocultarte en el bosque- sugirió.
Caspian: ¿el bosque? – inquirió confuso, pues toda su vida le habían dicho que era un lugar prohibido.
Cornelius: le temen y no te seguirán- aseguró, luego le dio algo cubierto con un pañuelo que, cuando Caspian lo tomó, supo que se trataba de un cuerno, por su forma- encontrar esto me ha llevado muchos años- Caspian lo guardó en su alforja- no lo uses, a menos que sea necesario- advirtió.
Caspian: ¿algún día te veré otra vez?
Cornelius: eso espero, noble príncipe, aún hay mucho más que debo contarte, todo lo que conoces cambiara ahora- uno de los soldados gritó que subieran el puente- huye de aquí- Caspian instó al caballo a comenzar a andar y rápidamente salió del castillo al galope justo cuando los cortesanos celebraban al recién nacido. Varios soldados comenzaron a seguir al fugitivo y este se dirigió directo al bosque. Cabalgó lo más rápido que su caballo podía, intentando tener la mayor distancia posible con los soldados.
En el momento en el que llegaron al límite del bosque, la mayoría de los hombres detuvieron sus monturas, menos Glozelle.
Glozelle: no sean supersticiosos, ¿o prefieren terminar en el calabozo? – tiró de las riendas, y siguió persiguiendo al príncipe, esta vez, los soldados fueron tras él. Pronto comenzaron una persecución por el bosque.
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Love in War (Edmund Pevensie)
FanfictionNarnia, la tierra donde todo puede suceder. Aclaro, ningún personaje me pertenece a excepción de la familia Jonhson y demás personajes que no existan en la historia. todos los demás son pertenencia el autor C.S. Lewis.