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Ya había llegado el viernes, y con el, un Jungkook que salía bailando del baño mientras frotaba sus manos con felicidad. En eso se escucha el sonido de su celular en aviso de una llamada entrante. Sujetando con una mano la toalla a su cadera, corrió a tomar el aparato para contestar. Capas y sea Sana que haya considerado la idea de salir a pasar el rato.

—Bueno —fue lo primero que dijo, mientras abría las puertas de su clóset, y tomaba un Jean negro, junto con una camisa cuello v.

—Bro, tengo un par de preciosuras para esta noche. —La voz de Eunwoo irrumpió en sus oídos—. No te imaginas lo buenas que están.

—No me digas. —Sonrió de soslayo, tomando de un cajón unos bóxers.

—Ni te dijo, mejor acá las ves. Quedamos en el bar Estación, a la misma hora.

—Bien, por allá les caigo. Así que cuida una de ellas por mí, pero no tanto —murmuró, con gracia, ocasionando que ambos riesen.

—Bien, bro, acá nos vemos.

Colgando la llamada, miró la pantalla de su celular, fijándose en el fondo que tenía; eran Jimin y él. Por un instante, los episodios de lo que sucedió con ellos la semana pasada, vinieron de repente, recordado también como después habían acordado que tratarían de olvidarlo y seguir con su amistad como ya era de costumbre, pero contrario a todo, Jimin había lucido un tanto distante, y no fue hasta hoy que una conversación no incómoda fue que se pudo dar, saliendo a relucir el hecho que de justo ahora capaz esté pronto a llegar a Jeju con su novio, en donde se suponía que cumplirían y celebrarán sus 3 años de "feliz relación".

Él desde hace mucho tiempo dejó de agradarle el novio de Jimin. Jungkook fue testigo de las incontables veces en las que este fue plantado, ignorado, y dejado de lado. Que Chanyeol tuviese una beca y que su carrera fuese dura, le importaba muy poco, cuando había visto como Jimin pasaba sus días decaído, y un tanto alejado de la realidad. Es por eso que no le hallaba lógica a que continuase con esa relación que en realidad no le estaba dando más que asperezas.

Una cosa si era segura, con esto Jungkook reafirmaba que el enamorarse eran un asco, y que las relaciones eran como hacer un pacto con el diablo.

Lanzando el celular a la cama, continuó visitándose, dado que no permitiría que la vida personal o más bien "amorosa" de su amigo, le amargara su felicidad. Hoy él iba a disfrutar su noche, saldría, y pasaría un buen rato con una chica linda.

Tomando una chaqueta de cuero, sus llaves y su celular, salió en su auto rumbo a encontrarse con Eunwoo y lo que le esperaba.

(...)

Adentrándose al establecimiento repleto de personas que disfrutaban con otra, de la música, mientras tomaban y bailaban, se dirigió a la mesa que siempre solía apartar con su amigo. Y ahí estaba Eunwoo, con lo que le había prometido. Caminando, a ellos, fue presentado, para tomar asiento a sus lados.

—Me alegra mucho que hayas podido venir —dijo, Eunwoo a Jeon.

Jungkook se pasó sutilmente la lengua por sus labios, para después hablar mientras veía fijamente a la chica a su derecha.

—A mí también.

La pelinegra le miró coqueta, pasando unos de sus mechones tras su oreja, para posteriormente cruzar sus piernas con entera y notable provocación. Al cabo cerca de más de media hora de estar conversando y bebiendo los dos solos, dado que su amigo se encontraba bailando con Yujin, vio como este se acercó a la mesa para despedirse.

—Bueno, chichos, nosotros nos vamos primero, ¿cierto? —preguntó, a la chica, mirándole, quien asintió de inmediato, tomando su abrigo y cartera. Aprovechando ese momento que se había acercado a platicar con su amiga algo, Eunwoo se acercó a Jungkook para susurrarle—: Te dejo en muy buenas manos.

colisión: las duchas #1 ❦ kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora