Capítulo 4 Los lugares seguros ya no son seguros

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Ese mismo día por la noche Ryan acababa de llegar a su casa, camino escabulléndose por el patio de su casa y escucho a sus padres discutir, se agacho y camino hacia la ventana hasta que quedo justamente en frente de ella. La ventana quedo apuntando directamente hacia la sala, se podía ver todo con detalle.

-¿No lo entiendes?-Dijo su padre levantando muy fuerte la voz, Ryan podía escuchar todo a detalle. Su madre camino directamente a la ventana, Ryan se movió hacia un lado antes de que su madre estuviera en frente de la ventana.-Pensé haber visto a alguien...-Dijo su madre confundida, después su padre se dirigió a la ventana, la abrió completamente y miro a los lados, pero Ryan se las arregló para esconderse en un arbusto que estaba delante de la ventana.

-Vez, no hay nadie.-Ryan sintió alivio, su padre cerro la ventana y siguieron su discusión.

-Cómo puedes pensar que nuestro hijo haya asesinado a Evan.-Dijo su madre mientras Ryan no aguanto la desilusión y dejo escapar una lagrima. Sus padres pensaban que él había asesinado a Evan, ese fue el golpe más duro hacia Ryan, Ryan tal vez es el chico problemático pero sería incapaz de matar a alguien. Mas lagrimas se escaparon de sus ojos y decidió irse de allí, ya no quería escuchar ninguna palabra más. Trepo el árbol que daba justamente hacia la ventana de su cuarto y la abrió. Su celular vibro revelando un nuevo mensaje, lo abrió y vio que era de un celular desconocido.

Desconocido: Pobre Ryan, tus padres piensas que asesinaste a Evan, si tan solo supieran que tú lo querías... confrontar. Te estoy vigilando.

Ryan quedo congelado, por el simple pensamiento que alguien lo estaba vigilando, lo que le aterraba mas era no saber quién era. Ryan se dirigió hacia su ventana para ver quien más estaba en su patio pero no había nadie más.

Su padre abrió la puerta haciendo dar un brinco a Ryan.

-Baja a cenar.-Dijo su padre mientras cerraba la puerta, y era obvio que sus padres no se habían dado cuenta que él se había escapado. Las últimas semanas los padres de Ryan estaban más concentrados en ellos mismos que con Ryan, y lo único que los hizo al menos darse cuenta que tenían un hijo era por la pelea de Ryan en la cafetería.

Después de unos minutos Ryan bajo dándose cuenta que había una nota en la mesa, al lado de su comida. Ryan la tomo y la observo, después la leyó en voz alta.

-Tuvimos que salir, aquí está tu cena, te queremos. Lo sabía.-Dijo Ryan decepcionado, el solo quería una familia como hace años, como cuando salían al parque acuático del pueblo o se iban de viaje. Pero todo había cambiado, primero empezó con discusiones por cosas tan pequeñas hasta que después las discusiones eran más diarias, hasta que a veces recordaban que tenían un hijo.

Se sentó y empezó a comer. Después de unos minutos Ryan se levantó de la mesa, agarro su mochila y salió de la casa. Él quería ir a su lugar favorito, el lugar que lo hacía sentir tranquilo, ese lugar era como una segunda casa para él.

Después de una hora llego allí, a la fábrica abandona del pueblo. Un cartel en grande con letras azules llamo la atención de Ryan.

-Fabrica RoseApple.-Después más adelante vio un cartel con letras rojas.-Clausurado.-A él le gustaba lo inexplorado, por eso le gustaba la fábrica abandonada. Entro por una abertura en la pared y allí vio sus cosas, su cama, su segunda computadora que había comprado a escondidas y unos cables conectados a ella. Lo bueno de allí era que por allí estaba una antena que transmita a todo el pueblo por la radio y Ryan robaba internet de allí.

Se acostó en un viejo sillón y empezó a pensar en su teoría sobre los asesinatos.

-Tal vez esté equivocado-Se dijo así mismo. Después tomo su computadora y vio que estaba conectada Zoe.

RyanThompson: Hola.

ZoeClark: Hola ¿Dónde estás? Llame a tu casa pero nadie contesto.

RyanThompson: Estoy en mi guarida.

ZoeClark: Cuantas veces te eh dicho que es peligroso ir a la fábrica.

-RyanThompson: Como unas 100 veces.

Zoe era la única que sabía de su escondite, era su mejor amiga, bueno en verdad es la única amiga que tiene por qué Ryan es muy antisocial.

Golpes se escuchaban adentro de la fábrica, como si estuvieran construyendo algo, pero Ryan nunca se figaba. Parecía como si estuvieran metiendo cosas a la fábrica. Volteo hacia el reloj y vio que eran las 10:00 pm, volteo de nuevo y vio el viejo reloj que estaba colgando en la vieja pared de la fábrica, estaba descompuesto pero por alguna razón le llamaba mucho la atención. Alguien le estaba llamando al celular, Zoe.

-Te tengo que cuidar con un niño chiquito.-Dijo Zoe mientras Ryan jugaba con una liga que había encontrado tirada, lo raro era que antes no estaba allí, y la liga era de una mujer.

-Te pareces a mi madre.-Dijo Ryan riendo, la verdad eso le gustaba de Zoe, que ella se preocupaba por él.

-¿En verdad?-Dijo ella seria.

-Estoy jugando, de hecho eso me gusta de ti.-Ryan reacciono por lo que había dicho y cerró los ojos esperando a que no lo notara.

-G-gracias.-Dijo ella, lo que Ryan no sabía era que ella se había puesto roja de los nervios. Ryan y Zoe no querían admitir que se gustasen, tenían miedo de que al otro no le gustara y su amistad se arruinara por completo. La llamada se cortó y vio un mensaje aparecer en la pantalla del celular, otra vez era de ese número desconocido. Desbloqueo su celular y lo abrió, el asunto decía "Te estoy viendo"

Desconocido: Deberías ser más precavido con tus cosas, parece que Zoe no es la única que sabe de tu escondite. Te estoy viendo.

Ryan salió de la fábrica mirando hacia los árboles, pero la noche dificultaba su vista, Ryan se fue corriendo de la fábrica. Lo que él no sabía que allí, en uno de los arboles había una silueta de una persona.

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