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Capítulo 7 La amistad y la venganza llevan a lugares inimaginables

Ese mismo día por la tarde Zoe se subió su carro evitando la lluvia que se aproximaba. El día soleado había pasado a un día nublado y muy pronto lluvioso, los pagaros habían desaparecido del cielo. Zoe puso en marcha el motor de su auto y se dirigió al Starbucks del pueblo, que quedaba a unas pocas calles de su casa. Zoe baja de su auto sosteniendo su bolsa con el brazo y su olor a perfume Chanel se podía oler a centímetros de ella. Entro al Starbucks observando a unos niños que corrian descontrolados en una esquina al lado de propaganda de Starbucks sobre tipos de pasteles y cosas parecidas. Zoe se dirigió a la fila para pedir su capuchino, una señora gorda estaba delante de ella y una chica de pelo rubio se encontraba detrás de ella, Zoe dio un giro para poder verla mejor. No podía ser cierto. Su amiga de la infancia estaba parada en frente de ella.

-No puede ser, eres tu Elizabeth.-Elizabeth dio un giro haciendo volar un poco su pelo rubio hasta que los ojos de ella y Zoe se quedaron mirándose. De pronto una O se formó en la boca de Elizabeth.

-No puede ser, Zoe Clark mira lo bella que te has puesto.-Por supuesto, antes Zoe tenía frenillos y usaba solo sus lentes gigantes, pero ahora era nueva, ya no tenía frenillos y solo usaba los lentes en la casa por que usaba lentes de contacto. El olor a Chanel No. 5 masajeaba dulcemente las fosas nasales de Zoe.

-Cuento tiempo,-Zoe sonreía mientras jugaba con su cabello-por qué no me avisaste que vendrías Elizabeth Walker.

-Esto sonara mal pero, tanto tiempo que llevamos separadas se me olvido que tenía una amiga en RoseApple-Era tan obvio que se olvidara de Zoe, Zoe siempre fue una sombra ante su amiga. Después Zoe decido ser popular para que ya no fuera la sombra de Elizabeth. Y aun lo sigue deciando.

-No te preocupes.-Zoe trato de disimular su gran decepción. Después de unos minutos hablando de su retorno a RoseApple después de irse tres largos y dejar sola a Zoe para ser devorada por los insultos de Evan Allen.

-Me mude hace tres meses y pues estudio por internet, es que hubo todo un problema en papeleo y no volveré a la escuela en unos meses o semanas. Es muy inseguro.-Zoe mordió su labio y saco su teléfono, lo abrió y vio que tenía mensajes perdidos de Caterin. ¿Caterin?-¿Está todo bien?-Dijo Elizabeth al ver la cara de Zoe. Estaba sorprendida de que Caterin le hablara, si no eran amigas o sí. ¿Sí? Marco el teléfono de Caterin.

-No me tardo voy al baño.-Elizabeth asintió mientras sacaba su Blackberry y tecleaba en los delgados botones con letras que apenas se diferenciaban. Zoe se levantó del baño con su IPhone 4 y se dirigió al baño. Ya en el baño Zoe marco el teléfono de Caterin una vez más mientras se recargaba en el lavabo del baño del Starbucks.

-¿Hola?-Zoe dio un pequeño brinco al notar que Caterin había contestado. Mordió su labio suavemente y volteo a verse en el gran espejo que llegaba hasta la esquina del baño, al lado de una pequeña ventana.

-Hola.-Zoe noto que Caterin tenía la voz quebrada ¿Por qué? Zoe escucho un pequeño golpe dentro de uno de los baños, pero no le hizo caso y siguió hablando.

-Vi tus mensajes y... ¿estás bien?-Zoe escucho como lloraba. Se rasco la cabeza y se pegó aún más el IPhone.

-Necesito a una amiga.- ¿Qué? Desde cuando Zoe y Caterin eran amigas, grito el subconsciente de Zoe. Ni en sus más locos sueños se veía hablando con la exnovia de Evan y la más popular de su tiempo. Pero dicen los rumores que Caterin corto con Evan porque era infiel. ¡Ja! Era justamente lo que había pasado, pero las mentes ignorantes de RoseApple se siegan ante la verdad.

-Voy para allá.-Zoe colgó el teléfono con una de O formada en su boca. No puede ser, pensó ella. Salió del baño y se dirigió a la mesa pero Elizabeth ya se había ido sin despedirse, y aun su olor a Channel No. 5 seguía impregnada en la ropa de Zoe. Zoe tomo su bolsa que aun seguía colgada en la silla y salió sin más del Starbucks del pueblo. Zoe subió a su carro y vio salir a una persona encapuchada, no se le podía ver la cara y siguió caminando hasta que dio vuelta en la calle. Zoe prendió el motor del carro y se dirigió hacia la casa de Caterin. Otra vez.