Chuuya se despierta, le duele la cabeza por la resaca.Recuerda vagamente lo que pasó anoche con Dazai.
No es que le sorprenda, Honestamente sabía que este momento iba a llegar casi desde que se fue de la mafia.
Dazai es el ser humano más obsesivo que conoce, sabe que no iba a dejarlo tranquilo mucho tiempo.
—Ay mierda — Murmura, sabe qué tiempos oscuros lo esperan.
Tuvo 6 años hermosos libres de él.
—Veo que ya despertaste — Chuuya dirige su mirada a la voz y ve a Kunikida desayunando tranquilamente —Te deje el desayuno en el microondas —
—Eres un ángel— Le responde, se levanta y procede a arrastrarse miserablemente a la cocina, incluso está envuelto en la sabana todavía.
No había bebido tanto desde hace meses, pero tampoco es que pueda soportar a Dazai estando sobrio, supone que es un precio justo.
—Chuuya—
—¿Si?— Chuuya cabecea con sueño mientras se prepara café y enciende el microondas para calentar su comida.
—En la mafia, ¿Cómo llegaste a ella?—
Chuuya mira la taza en silencio por unos segundos, se siente algo melancólico ahora.
—Esa es una historia algo triste, dejémoslo en que no es de tu incumbencia —
—Como siempre, pero por la situación actual ¿Algo que debamos saber sobre tu tiempo en la mafia?—
Chuuya lo entiende, sabe que esto puede ser peligroso para la agencia.
Sabe que por eso tiene que irse pronto, no puede dejar que Dazai intente hacerles daño.
—No mucho, aunque hoy tengo que ir a la mafia—
—¿Por?—
—Hablar con Kouyou-san—
—¿Por qué te ves tan asustado?—
Chuuya mira como sus manos le tiemblan mientras prepara café, no sabe que le asusta más, Kouyou o tener que irse del lugar que fue su hogar por 6 años.
Niega, él siempre supo que este día llegaría, en realidad Chuuya siempre estuvo destinado a una vida solitaria.
—Porque llevo ignorándola durante 6 años, así que probablemente ella me mate o peor— Termina por responder.
Chuuya sabe que mientras menos sepan de él, más seguros van a estar cuando se vaya.
A excepción de Ranpo que ha visto hasta el más mínimo de sus pecados, nadie sabe casi nada de él.
Ni Yosano, ni el presidente, ni Kunikida, mucho menos los Tanizaki y los tres recién llegados: Atsushi, Kyouka y Kenji.
Eso los mantendrá seguros, Dazai sabe que ellos no saben nada, Dazai sabe que Chuuya no les dirá a dónde se va, Dazai sabe que si lastima a la agencia Chuuya hará una locura.
Dazai sabe que no le conviene eso.
Entonces la agencia va a estar bien.
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Chuuya mira el edificio de la mafia delante de él.
Chuuya no cree en Dios, pero piensa que es apropiado rezar en esta situación.
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Overthrown
أدب الهواةChuuya fue un rey y luego un perro, ya no es ninguno, ahora es libre, pero ¿quién es Chuuya ahora? No puede saberlo con seguridad, pero esta bien, tiene tiempo para descubrirlo.