Overthrown

8

Kunikida mira a un punto fijo en la pared.

Entonces, ¿Le gusta Chuuya? Aparentemente, la respuesta es “Si”

Llegó a esa revelación durante la noche. No pudo dormir absolutamente nada, se sentía extrañamente nervioso.

Especialmente cuando, en sueño profundo, Chuuya se aferró a su brazo y estuvo así el resto de la noche.

Tal vez se está sugestionando por lo que Dazai había dicho, tal vez solo era paranoia, pero el calor en sus mejillas cuando Chuuya se acercaba más a él no parece ser producto de la sugestión.

Desde hace tiempo se siente extraño con Chuuya cerca, todo este tiempo asumió que se debía a que solía ser de la mafia, pero, tal vez, no sea el caso.

Recuerda el día que lo conoció.

Kunikida había comenzado a trabajar en la Agencia hacía dos semanas, incluso ya había pasado su examen. Yosano repentinamente parecía estar bastante emocionada un día.

—¿Qué pasa Yosano-sensei?— Pregunta Kunikida.

—Chuu me llamo en la mañana, dice que hoy regresa — Dice ella —Ay, creo que no te hemos dicho quien es—

Ranpo también se acerca.

—No, no lo han hecho —

—Su nombre es Nakahara Chuuya, entró aquí hace 4 años— Le dice Ranpo —No lo conoces porque se fue a hacer labores de rescate por un huracán en Florida—

—Barbados, ¿Cómo que Florida?— Le dice .

—Yo te juro que dijo Florida —

—Barbados—

—Florida—

—Barbados—

—Florida—

—Barbados—

—Florida—

—Fue Florida — Se mete Fukuzawa entrando a la Agencia.

Ranpo le saca la lengua a Yosano.

—Ya sabia, solo te molestaba— Se queja Yosano.

Entonces la voz de otra persona suena.

—Ranpo, Akiko-neesan—

Kunikida ve salir de atrás de Fukuzawa a un hombre bastante joven y de baja estatura.

Está usando un sombrero negro junto con un pantalón cargo negro con una camisa del mismo color manga larga.

En su rostro hay una gasa con cinta médica fijándola y no puede ver mucho más.

—¡Chuu!— Dice Ranpo con cierta emoción —¿Me trajiste dulces?—

—Sí, los traigo en la maleta —

Yosano se apresura a Chuuya para revisar su herida.

—¿Qué te pasó?—

—Me distraje rescatando civiles y no me di cuenta de que había escombro, solo es un corte— Explica.

Kunikida recuerda que se sentía bastante impresionado por la idea de que Nakahara Chuuya fuera tan buen hombre como para ir a otro país a rescatar civiles de un desastre natural.

—Bien, por cierto, quiero presentarte al nuevo miembro —

—¿Realmente existe gente que quiera trabajar aquí?— Cuestiona de broma volteando a ver a Kunikida —A mi Ranpo me tuvo que secuestrar—