Capitulo 2: El imperio

244 18 0
                                    

Iturbide de regreso en la Ciudad de México restaura en al Congreso bajo la norma constitucional del Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana (Constitución de 1814) junto con los sentimientos de la nación de Morelos retomándose bajo los principios Tratados de Córdoba y el Plan de Iguala ello junco con la Reglamento Provisional Político del Imperio Mexicano de 1823 son las bases del constitucionalismo en México junto con los edictos y vetos del emperador en funciones.

Tras el Tratado de Altamirano nombró a Nicolás Bravo como primer ministro a José Manuel de Herrera y a Teresa de Mier presidente del Congreso. Las primeras pautas que dio Teresa de Mier fue la erección de Estados Libres y Soberanos bajo un pacto federal además de la creación de la Casa de Moneda bajo la dirección del Banco Central encargado de la política monetaria desde este se gestionaría la emisión de bonos de deuda y créditos del resto de bancos privados para promover la reconstrucción del país y la reactivación de las actividades económicas la clave de la estabilidad del nuevo imperio.

Iturbide sabia que reintroducir los impuestos era una política que peligraría la estabilidad del gobierno y la corona, sin embargo las arcas del imperio no podían permanecer vacías, solo las aduanas proporcionaban ingresos no crediticios a Imperio pero las rutas comerciales estaban cerradas tras la independencia y Veracruz apenas y recibía mercancías de Europa y los vecinos de América. Mediante los bonos de Banco el gobierno empezó a invertir en el ejercito y la armada para hacer más atractivas y seguras las rutas y puertos para el comercio ya que las aduanas eran el único financiamiento el cual era reinvertido en el mejoramiento de los puertos y vías de comunicación el Reino Unido y Estados Unidos eran los principales socios comerciales de México ya que España no reconocía la independencia de México.

Las fronteras se volvieron el principal interés de Iturbide ahora que los levantamientos e insurrecciones iban desvaneciéndose en el interior del Imperio comisiono a Vicente Guerrero al mando militar de los estados del Istmo centroamericano y ante su historiar nombro a Santa Anna gobernador militar de Texas comisionado para proteger los asentamientos de los ataques indígenas que asolaban a los pocos habitantes del norte de México y las caravanas provenientes tanto del centro del país como desde los Estados Unidos.

Había llegado Septiembre de 1825 el imperio cumplía apenas cuatro años pero la recuperación de la guerra estaba avanzando las minas se reactivaron y empezaban a producir ganancias, un serie de políticas y reformas lograron que el campo se empezará a recuperar las grandes haciendas empezaron a alimentar a un país desolado por la guerra. Los rifles y cañones de silenciaron más cada día, Iturbide había logrado estabilizar al gobierno Vicente Guerrero había legitimado al Imperio en Centroamérica.

Como parte de las políticas económicas del imperio la milicia y la armada habían sido reformadas y reestructuradas en un ejercito moderno y entrenado para mantener la seguridad y estabilidad ello hacía a México un país fuerte mientras la estabilidad interna hacia madurar al país, exteriormente era a los ojos de Europa una colonia rebelde de España lo cual no permitía expandir sus objetivos y áreas de influencia tanto en el plano comercial como diplomático mientras el poder y la figura del emperador se había consolidado en México el bloqueo por parte de España con sabotajes constantes a Veracruz, puesto que aun permanecían en el fuerte de San Juan de Ulúa desde donde España dirigía los bloqueos al puerto.

El 23 de noviembre las Cortes le declaran la guerra a España la liberación del fuerte fue rápida pues desde hace meses que no llegaban suministros y hubo un brote de escorbuto que mato a más mitad de las tropas apostadas sin embargo para España este eran un desenlace esperado por lo que no hubo esfuerzos mayores ni militares ni diplomáticos aunque se enviaron cartas diplomáticas a Cuba para negociar la liberación de los presos España hizo caso omiso a los intentos de comunicación de México.

Ante la situación anterior el estado de guerra entre México y España no había cesado los rumores de los intereses de Estados Unidos sobre Cuba hacían temer una invasión de Estados Unidos hacia Cuba el congreso comisiono a Servando Teresa de Mier a reunirse con el gobernador cubano Francisco Dionisio sin embargo ante las negativa de este, el congreso opto por la vía militar el 4 de diciembre de 1825 de Veracruz zarpo un contingente naval con miradas hacia Cuba.

Ante la desconfianza y la falta de experiencia de muchos en la armada, la cautela fue la opción preferida para tomar la isla, el contingente se dividió en dos objetivos: La Habana y Santiago de Cuba. El ataque simultaneo inicio por la noche se logro desembarcar en La Habana antes del amanecer y en Santiago por la tarde las dos plazas cayeron 6 de diciembre, comenzando la ocupación mexicana de Cuba, aunque las batallas se extienden por dos semanas más; tras la toma de Santa Clara el último bastión español en pie, la isla capitula el 21 de diciembre de 1825. Aunque para los ojos de México la guerra estaba terminada España organizo desde Puerto Rico un contraataque para recuperar la isla en la tarde de Navidad dos fragatas mexicanas cerca de la costa de Yucatán son atacadas por la armada española aunque por la distancia entre las naves logran llegar a puerto, la noticia llega a la capital, Iturbide se dirige a Cuba donde organiza un ataque a San Juan. La Campaña en Puerto Rico sería más corta sin embargo más sangrienta ya que para poder desembarcar en San Juan fueron necesarios tres días de asedio de la ciudad, hasta su toma el 28 de diciembre, la isla se rinde el 2 de enero de 1825 con la toma de Ponce.

Aunque España es la potencia derrotada México hace grandes concesiones a favor de esta, con la única intención de lograr el reconocimiento de su independencia y la soberanía sobre las islas y lograr un aliado en Europa. México concede la nacionalidad a los no americanos que quieran permanecer en las islas, abre los puertos a mercancías españolas y permite el comercio con España. A solo cuatro años de su independencia, mientras las memorias de los once años de guerra y tres siglos de colonia siguen frescas México busca sanar las heridas y cambiar la percepción de la población ante la antigua potencia colonizadora y hacerla hacia la de una nación amiga y un aliado comercial y militar de esta manera España abre sus puertos al comercio con América y México disminuyendo la dependencia de México de Estados Unidos y Reino Unido.

Cuando las noticias de la victoria llegaron a la Ciudad de México, se vio la ventana de oportunidad para apoyar los movimientos hispanistas en la inestable república de Haití, embajadores mexicanos enviaron a Tomás Bobadilla y otros líderes hispanos, con la propuesta de levantarse contra Jean Pierre Boyer en favor de México. En marzo de 1826, se firma en Santo Domingo la integración de la isla por parte del gobierno provisional dominicano al Imperio mexicano, los separatistas dominicanos empiezan reciben suministros desde Puerto Rico, alzándose contra la ocupación haitiana el 14 de marzo de 1826, tropas mexicanas son enviadas como apoyo a la isla desde el oeste, logrando tras tres días de asedio, el desembarco en Puerto Príncipe, Boyer huye y es capturado en Barahona un mes después, dimite en favor del gobierno provisional de Santo Domingo ratificando la adhesión de la isla por el edicto del emperador Iturbide el 20 de abril de 1826.






México Noble e ImperialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora