Apriétame (IsaBachi)

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Ya han pasado varios meses desde que inició el proyecto Blue Lock, ya no eran la misma cantidad de antes, ésta había disminuido, se podría decir que ya solo quedaban los mejores. Entre ellos claramente se encontraban Bachira Meguru e Isagi Yoichi.

—Es hora de su rutina de entrenamiento, gemas sin pulir.

La pantalla de la habitación se había encendido, era Ego quien les daba el recordatorio diario de ir a entrenar.

Todos los chicos asistieron y salieron a la cancha. Empezaron con el habitual calentamiento, los cuales se daban en parejas, Bachira siempre llamaba a Isagi para que lo ayudase con su estiramiento de piernas, ya que sabía que lo traía loco.

Flashback

Ya quedaban unos 10 minutos para que su práctica diaria finalice. Isagi estaba en una esquina del lugar, sentado mientras se hidrataba.

Todo bien hasta ahí, ¿Verdad? Lo único, por así decirlo, raro de esta situación era que el de ojos azules no dejaba de ver a Bachira, pero más que concentrase en lo que hacía, no le despegaba su mirada de sus piernas. Meguru ya había notado eso hace semanas, pero pensó que Isagi era el tipo que analizaba a los jugadores prestando atención a alguna parte de su cuerpo, por lo que no se preocupó más.

Sin embargo las semanas pasaban y este comportamiento seguía presente, empezó a sentirse curioso del porqué su amigo le veía las piernas con tanto detenimiento, él tenía una idea, pero era imposible, o eso pensaba.

—¡Kunigami! Ya terminé de practicar, hagamos unos estiramientos antes de ir a las duchas. —Habló Bachira—

—Oh, perdón Bachira. Ya ayudé a Chigiri y él a mí, nos estábamos por ir a bañar. —Respondió el más alto— Creo que Isagi no se a estirado aún, dile que te ayude.

Dicho eso, Kunigami salió de la cancha en dirección a las duchas. Meguru se sintió traicionado, sin embargo decidió no hacer un drama y se dirigió a donde estaba Isagi, quién aún seguía tomando agua.

—¡Isagi! ¿Aún no has estirado?

—No, aún no. ¿Por qué? —Preguntó tranquilo—

—Perfecto, yo tampoco lo he hecho. ¿Te parece si me ayudas y después yo te ayudo a ti?

—A-Ayudar... —Balbuceó un poco— ¡S-Si! No hay problema.

El de ojos azules se levantó torpemente, quedando frente a Meguru.

—Hace un momento me quería dar un calambre en la pierna izquierda, ayudame con eso.

El de ojos amarillos se recostó sobre el gras y elevó la pierna que mencionó. El trabajo de Yoichi era simplemente empujar la pierna hacia adelante, nada del otro mundo. Se arrodillo y se colocó entre las piernas de su amigo, agarró su pantorrilla izquierda y la empezó a llevar hacía adelante.

—¿Puedes bajar un poco más? Como por el muslo.

Yoichi abrió sus ojos y tragó saliva, la mano que lo sostenía firmemente, ahora estaba temblando.

—¿Me escuchaste?

—¿Ah? ¡A-Ah! ¡Si-Si!

Respondió rápido el de ojos azules.

Empezó a bajar lentamente su mano hasta que llego a la parte trasera del muslo. Era tan suave, palido y sin vello alguno, tal y como lo había imaginado. Pero no podía dejarse llevar por la emoción o sería descubierto, decidió apretar aquella parte del cuerpo ajeno y empujarlo más.

Eso si, no quitaba sus ojos de aquel hermoso muslo que pedía a gritos ser marcado por sus dientes y lamido por su lengua. Su temperatura empezaba a subir, provocando que una erección se forme en su zona baja, al darse cuenta de esto, simplemente bajo su camiseta con su mano libre.

Blue Lock;; one-shots (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora