Hay murmullos incomprensibles y miradas discretas alrededor de Takemichi, se encoge en el asiento como si quisiera volverse más pequeño y mira directamente la pantalla del celular con los últimos mensajes de Mikey, una buena distracción. Su novio le está contando lo difícil que es la sociología, carrera que eligió para poder tomar la rama de trabajo social; quiere ayudar a otros a ir por el buen camino, es demasiado noble, sin embargo, Mikey parece que no lo soporta. Y Takemichi se burla, porque ya le había dicho que necesitaba paciencia, cosa que Mikey no tiene ni en un pulgar.
Le responde con caritas de risa, su mirada se desvía hacia la persona del frente. Hay una mujer embarazada sosteniendo su vientre, está enorme, pero no se ve mal, al contrario, parece brillar. Se pregunta si se vería igual con el estómago inflado, pero lo desecha tan pronto como recuerda porque está allí.
Tan ensimismado está con la mujer y sus propios pensamientos, que cuando siente un toque en su brazo, se sobresalta, es solo Chifuyu. No hay por qué temer.
—Lo siento, pareces un poco ido, ¿estás bien? —pregunta.
—Lo estoy, solo un poco nervioso. Gracias por acompañarme, tuviste que faltar a la escuela hoy por mí —dice un poco apenado, ha tenido que arrastrar al chico con él, por sus caprichos egoístas.
Chifuyu lo tranquiliza, y alza los hombros, como si no fuera la gran cosa faltar a la escuela, Takemichi sabe que le importa por sus notas perfectas. Su mejor amigo ha estado con él todo el tiempo, lo acompaña de la escuela a la casa, y viceversa, lo alimenta y lo alienta, y justo ahora, lo está acompañando sin importar nada. Takemichi ama a Chifuyu por ser el amigo ideal.
—La escuela no importa, fue mucho más complicado decirle a Baji-san que no nos veríamos hoy —murmuró Chifuyu con una sonrisa divertida—, insinuó que me vería con mi amante, porque no le daba explicaciones, ¿puedes creerlo? Me hizo fácil escapar, cuando le dije que estaba indignado por sus dudas. Es un idiota. —Eso último sí lo dice con amargura real.
—Lo dramático no se le quita.
—Lo sé, y hablando de novios dramáticos, ¿le dijiste a Mikey lo del bebé? —inquiere Chifuyu por lo bajo.
—No, ya sabes que no. Me ha costado mucho responderle las llamadas, me siento muy mal por ignorarlo... —susurró, sintiendo la usual opresión en el pecho. Le está mintiendo a Mikey, lo ha estado ignorando horrible, ¿cómo puede seguir viviendo así?
—Sabes que te apoyo, pero... los secretos no duran para siempre.
—Este lo hará —dice convencido, irguiéndose de golpe cuando escucha su nombre en el siguiente llamado.
Es su turno.
Se levanta con lentitud, sintiendo sus pies muy pesados. Su estómago también se siente pesado. Lo invaden las náuseas y se marea, pero Chifuyu está allí para sostenerlo y ayudarlo a moverse. Todo es tan extenuante, y todavía no ha llegado a la parte difícil. Llegan juntos al consultorio, tomando un poco de valor; debe tratar de mantener la frente en alto, porque ha tomado una decisión y debe hacerse responsable de ella.
—Han estado esperando mucho, ¿verdad? —pregunta la amable doctora, indicándoles donde podían tomar asiento.
—No tanto, solo... dijeron que debíamos esperar los exámenes. —Y eso fue esa mañana, ya casi es mediodía, pero no lo reprocha.
—Lo sé, una prueba de embarazo y el estado de tu cuerpo, la buena noticia es que todo parece estar bien, y... Por supuesto, estás embarazado. —Aunque ya lo sabía, la confirmación es mucho más tenebrosa. La mujer continúa su diagnóstico, tecleando algunas cosas en el computador, ni siquiera mira en su dirección—, dijiste que tenías el permiso de tus padres, ¿es cierto? Todavía eres menor de edad y sin la firma de ellos no podemos hacer esto. En este punto, y como no estás casado, supongo, no es necesario que tu pareja esté presente.
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OneShot//Maitake
Roman d'amourAquí una serie de historias cortas Maitake que se me ocurran. Si a alguien le llama la atención alguna idea o historia, son libres de tomarla y escribir al respecto, solo avisen para ir a leerlos. Disfruto más leer de otras personas.