Creamos nuestra luz 💥8💥

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En un lunes a temprana hora se encontraba la clase 1-A en clase de Japonés, para ____ no era más que una materia aprobada, sus padres le habían conseguido un maestro a parte de la escuela para ser una niña con un alto rendimiento intelectual. Mientras que el profesor explicaba cosas de la clase, ____ miraba el Sol por la ventana, el adulto le llamó la atención, mientras le pedía resolver unas preguntas para ver si había comprendido el tema que estaba explicando, la menor respondió correctamente dejando a algunos boquiabiertos.

Al sonar el timbre todos se levantaron de sus lugares, entre cada clase les daban pausas de 10 minutos para "estirarse", lo cual era muy diferente a lo en realidad la ocupaban los alumnos, el profesor Aizawa, a diferencia de ellos se metió en su saco amarillo para dormir.

La pelirroja estuvo platicando con Mina, Toru, Jirou y Momo. El tiempo pasó muy rápido. El profesor estando en su saco les aviso del inicio de la próxima clase, haciendo que los grupos se separaran, para cada compañero ir a sus respectivos asientos.

Tocaba historia japonesa, otra materia sencilla, para la joven chica todas las materias se le facilitan. Durante la clase estuvo platicando a espaldas de Aizawa, Mina le contaba todo tipo de cosas que la hacia perderse entre sus palabras.

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En la hora del almuerzo me senté con el Baku-squad, al frente mío estaba Mina, alado de ella Kirishima y a mi costado Katsuki. Los primeros dos eran los que más hablaban, yo solo escuchaba atentamente, y Katsuki..., ni idea, quisiera poder saber lo que piensa.

– Y luego mi madre me dijo que...____, ¿me estas escuchando?– Pregunto la chica de adelante mío.

– Si si, estaba...un poco ida.

–Bueno sigo, mi mamá me comentó sobr– no pudo decir más porque el sonido del timbre la había interrumpido.

–Ay no...– miró hacia la campana– Si no luego les sigo contando.

–Lo mejor sería ir yendo al salón– mire a mi compañera de enfrente–¿No?

–Cierto, esperemos que el gusano esté dormido–río Mina.

–De seguro si, en los pocos días que llevamos ya casi conocemos su rutina diaria– dicho eso, todos reímos, a excepción de Katsuki.

Sonó el siguiente timbre, haciendo que los alumnos que restaban en el comedor se fueran levantando para ir a sus respectivos cursos, al igual que todos, nosotros hicimos lo mismo, nos levantamos y agrupamos a las demás personas, Mina siguió contando su historia en el camino al salón.

No tardamos mucho en llegar, cada quien se fue sentando en sus lugares, pero al no estar tan separados podían seguir hablando, yo, me quede sentada en mi lugar, el cual estaba al otro extremo del salón, Aizawa-sensei se levantó del suelo al notar un desorden un tanto elevado, nadie sabía que se encontraba en el salón, pude notar las caras de todos mis compañeros confundidos.

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Las clases del día habían terminado, solo algunos seguían en el salón de clases recogiendo sus cosas, entre esos, yo, antes de terminar la clase fui al baño, y al regresar medio salón estaba vacío, me tocaba recoger mis cosas casi a solas. Mientras recogía seguía pensando el porqué Katsuki era reservado, o bueno eso era lo que yo veía, hoy estuvo más distante de lo normal, y eso que casi ni hablamos, su actitud es opuesta a la que tiene con los demás, en personas como Kirishima y el resto del salón es diferente, tal vez sea porque tiene confianza con ellos, apenas habíamos hecho las pases, no le podría exigir confianza así de la nada.

No tardo mucho para que el sol empezara a descender, por mi lado ya estaba saliendo del edificio.

Hoy quería guardar mi dinero e irme caminando a mi casa, la tarde era fresca, había un poco de norte, el cual revolvía los mechones sueltos de mi pelo, pasó un tiempo desde que salí de la escuela y ya ha empezado a oscurecerse el cielo, e irse tiñendo de tonos fríos, no faltaba mucho para llegar a mi hogar, faltaban 5 minutos aproximadamente. En eso empecé a recordar lo sucedido el día anterior que Katsuki se ofreció a llevarme a mi casa.

(Recuerdo)

El rubio que la había dejado en su casa se retiró de ahí, y la chica ingresó en su casa, sus padres no estaban por la entrada, se dirigió a su habitación, la cual era espaciosa, había espacios vacíos para hacer cualquier tipo de actividad y moverse libremente por el lugar, entró al baño para tomar una ducha caliente, era la mejor opción para no tener que lidiar con un resfriado debido a la lluvia y el frío viento. Al entrar se vio en el reflejo del espejo del lava manos, estaba empapada, su ropa comenzó a darle frío al moverse, pero notó un detalle. Su uniforme se transparentaba, la chica se avergonzó de inmediato, a eso de seguro se debía la actitud del joven en el trayecto, que incómodo, que pena y que estupida.

Se repetía una y otra vez lo idiota que se a de haber visto, además de que se sentía así, como una idiota, sus mejillas tomaron color rojo, en el espejo se percibía su expresión, después de analizar todo el trayecto y las reacciones que hacía el rubio.

No decidió esperar más para su ducha, así que se desprendió de todas las prendas que la cubrían, se metió en la regadera y giró la manija permitiendo la salida de agua tibia.

Creamos nuestra luz | Bakugou KatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora