Creamos nuestro luz 💥24💥

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La cena duró demasiado, al punto de regresar a las residencias hasta las 4 de la madrugada. Unos estaban más tomados que otros, lo bueno era que no tendríamos clases porque ya era Domingo.

De regreso todas fuimos en la limosina de Yaomomo hasta llegar a las residencias, mientras los chicos se fueron en grupos en varios coches.

En la entrada del edificio nos encontramos a los que pensamos que llegarían después, cada uno de los varones que fueron estaban ahí, menos Katsuki. Pensé que había llegado con ellos, y de ser así porque no estaba allí esperándome, luego se me olvidaba que se preocupaba por dormir temprano.

Le pregunté a Kirishima donde estaba, y me miro curioso por cómo le pregunté de la nada.

—Tu y yo tenemos que hablar. — me jalo del brazo, apartándome del grupo — ¿Que pasó cuando saliste corriendo ese día, eh? —

—Solo hablé con tu amigo. — mentí, sabía que era mala mintiendo en estas cosas.

—Porque me mientes, yo ya sé todo, lo descubrí al instante. — me reí nerviosa por su declaración y me disculpe infinitas veces con el.

El parecía indignado y me dio la espalda caminando, lo tome del brazo y como niña chiquita lo trataba de jalar, disculpándome como siempre hago.

—Ya enserio, perdón. — seguí jalando de él con todas mis fuerzas.

No me dirigía la mirada, y si lo pensaba esa actitud no era normal en el, queriendo ser caballeroso tendría que decir algo al respecto.

—Un caballero no tiene a las damas rogando por el. — queje asiendo fuerzas para terminar soltándolo, sosteniendo mi postura inclinada ligeramente hacia delante con los brazos cruzados y una mirada expectante de una respuesta.

—Y una dama no debería de estarme manipulando. — contestó girándose hacia mi, manteniendo su distancia.

—Yo no trato de ser una mujer ejemplar, sólo actuó como soy, en cambio tú... siempre quieres actuar caballerosamente, ¿no? — mi espalda se enderezó y mis manos se colocaron en mis caderas.

Tardó un momento en pensarlo —Perdona...da — dijo cambiando su expresión facial.

—Con eso me basta. — dije sonriente mientras me acercaba hasta poder plantarle un abrazo —Me disculpo de nuevo por haberlo ocultado. Solo prométeme que no lo dirás a nadie.

Aun abrazados me respondía en mi espalda en susurros —A nadie. — y se alejó de mi, con sus brazos extendidos puestos sobre mis hombros —Ahora, ve a buscar a tu noviesito, antes de que se vuelva la bella durmiente.

Asentí riéndome de lo que dijo y me apresuré a alejarme de allí, como dijo él, tendría que darme prisa para que no sea demasiado tarde.

Pase caminando lo más rápido que podía por los pasillos del primer piso, mientras le escribía a Uraraka que me esperara unos minutos. Pase por muchos cuartos de usos múltiples, unos con las luces encendidas y otros totalmente oscuros. Escuche un ruido en la esquina donde cambiaba de dirección el pasillo hacia la derecha y en cuanto di la vuelta sentí como algo me metió en una habitación. Trate de ver que había sido eso, pero no encontraba el interruptor de la luz, antes de que pudiera alumbrar yo misma sentí mis ojos siendo aclarados en cuanto se prendió una luz, era un foco un poco viejo y ya no alumbraba demasiado, pero era lo suficiente para mi como para ver en donde estaba. Supe que me encontraba en el cuarto de lavandería donde alguna vez hice el ridículo.

Y en cuanto me giré para inspeccionar más allá de donde mis ojos veían me topé con una cara bastante reconocida, estaba ahí, un poco agitado y despeinado, sus mechones de cabello rubio tenían ese toque deseable de tocar. Lo mire a los ojos y vi como su mirada tenía un sentimiento diferente que de costumbre. Sentí como tomó mi cintura y me atrajo hacia el, no me resistí a la tentación y mientras nos dirigíamos hacia la puerta lo besé, se sentía diferente, salvaje y atrevido, todo lo que no te imaginas de un beso en público, con la punta de mi tacón alce la pierna y cerré de portazo la puerta, continuando sin ningún miedo mi sesión de besos con aquel rubio.

Creamos nuestra luz | Bakugou KatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora