Dedicated to you [Hiatus Indefinido]

Encajar

Los días habían pasado sin que Mikey fuera consciente de que día era, y quizá de no haber sido por Emma quien le había levantado a las diez de la mañana argumentando que debían alistarse para la boda de Pah, el hecho se habría deslizado de su mente por completo.

No sabía cuál era el motivo ante tal falta de consciencia, tampoco sabía por qué conforme el pasar de los días sentía una ligera presión en la boca de su estómago; lo había adjudicado a la emoción y algo de nerviosismo por el gran paso que uno de sus amigos iba a dar, pero ahora notando que el hecho importante se había desplazado casi por completo de su mente, lo ponía en duda.

Admitía que no era realmente la actitud más propicia tomando en cuenta el hecho de gran relevancia que era para uno de sus amigos de la infancia; y no tenía una justificación alguna.

El hecho de que Pah fuese a casarse le alegraba, sí. Estaba feliz por la vida que todos estaban teniendo, él estaba feliz con su propia vida, feliz con sus decisiones. Se repite mentalmente esas dos últimas oraciones mientras intenta atar su corbata frente al espejo, se asegura a sí mismo que es una clase reafirmación, pero las siente más como un consuelo.

Cuando Emma y él llegan al lugar donde se llevaría a cabo la ceremonia de la boda, aquel extraño sentir acentuado en la boca de estómago no se había desvanecido o disminuido remotamente; creía que incluso había incrementado un poco más.

—Qué extraño, Hina y Takemichi no han llegado.

Escucha a Emma decir y no es hasta que ella habla que mira bien a su alrededor para notar a Baji y Chifuyu quienes son los primeros, que realmente conoce, en llegar. Keisuke parece estar diciéndole algo a Chifuyu, mientras el rubio se encuentra arreglando la corbata del alfa negando a lo que sea que su pareja le dice.

Ambos se acercan a la pareja.

—No creí que tú de todas las personas llegaría aquí a tiempo, Ed.

—Eso debería de decirlo yo, después de todo no era quien solía llegar tarde a todas partes por quedarme dormido. —Baji responde.

Mikey observa como Chifuyu niega mientras que Emma deja salir un suspiro cansino.

—Estos dos nunca van a cambiar, —escucha a su hermana decir y Matsuno le da la razón asintiendo.

Desde ese momento siente que todo sucede demasiado rápido, casi en un parpadeo. La forma en que todos llegan y como felicitan a Pah; el que como Hakkai le dice con emoción abrazando a Mitsuya que en un par de semanas sabrán el sexo del bebé; el como Angry se niega a sentarse junto a Ran declarando que va a sentarse entre su hermano y Hakkai; Peh ajustando su traje una y otra vez ante el nerviosismo al ser el padrino; Hina y Takemichi llegando junto a Kokonoi e Inui quienes se apresuran a felicitar a Pah, Takemicchi con ojos brillosos de por medio –señal evidente del sentimentalismo del chico.

La ceremonia no es una excepción a ese sentimiento abrumador de que todo está yendo demasiado rápido y no puede hacer nada para detenerlo o hacer que deje de sentir como eso le abruma.

La situación entera le parece irreal, perfecta, es la vida que esperaba para todos tomando en cuenta que eran unos pandilleros; tomando en cuenta que todo eso era lo quería para todos desde un comienzo no comprendía por qué sentía que algo faltaba o quizá más precisamente que algo no encajase. No debería sentirse de tal forma cuando todo lo que quiso era una realidad.

Entonces las palabras que Emma le había dicho días antes aparecen en como un destello en su mente.

Observa fijamente la mesa entera, mira como Chifuyu sonríe a algo que Baji ha dicho quien luce orgulloso de hacer sonreír a su pareja; Mitsuya y Hakkai hablan animosamente con Yuzuha; Hina y Takemichi bailando al igual que Koko e Inui; Rindou y Angry cerca del pastel; Smiley con Sanzu, Mutto y Ran bebiendo. Y tal retrato familiar solo hace sentir incómodo, como si estuviera algo demasiado íntimo, algo en lo que no encajase, en lo que no hubiese una cabida para él.