Llegaron al consultorio diez minutos antes de lo esperado. Y si Seishu se permitía ser lo suficientemente honesto, no esperaba que el lugar estuviera tan desolado; tal vez de no ser por una omega sentada cerca del escritorio de la recepcionista con un vientre abultado, e inclusive la misma recepcionista, Inui habría puesto, aún más, en duda la legalidad de aquel consultorio.
El silencio abismal solo consigue que el rubio mayor se remueva incómodo; una parte de él estaba sorprendido por el hecho de que Draken no hubiese decidido salir huyendo, cómo él habría hecho de estar en su lugar, y aún más luego de permanecer en el umbral de la puerta mirando analíticamente todo el sitio.
El mayor mira de reojo a Draken en un intento de percibir si su amigo ha sido capaz de notar el, muy seguro, gesto de desagrado que es consciente hizo; lo que menos necesitaba era que el otro omega decidiera marcharse, aunque Inui no lo culparía, al notar que no infundía confianza en él; Takashi en su estado actual lo mataría con una de sus cintas métricas si eso llegaba a suceder por su culpa. Aunque tal parece que para su fortuna, e integridad física, Draken no ha decidido retroceder, y esta vez el rubio más alto rompe el silencio abrumador.
—Iré con la recepcionista para saber si debo llenar algún formulario o ya debería de entrar con el médico.
Seishu asiente y añade; —Yo iré a tomar asiento.
Inui toma asiento lo suficientemente apartado de la única otra omega en aquel lugar. A pesar de los estereotipos acerca de omegas teniendo más inclinación a acercarse a otros omegas, la realidad era que Seishu Inui nunca había sido la clase de persona que pudiese hablar con un extraño, aunque Ryuuguji era una excepción, era difícil y antes al formar parte de los Black Dragons era más sencillo investigar a la persona de interés y acercarse; pero actualmente aborrecía que extraños intentarán acercársele, prefería evitar preguntas incómodas o demasiado personales, y por experiencias previas, sabía que la omega les haría tanto a él como a Draken esa clase de preguntas. Se percata del regreso de su amigo cuando éste se desploma en el asiento a su costado izquierdo con un portapapeles y una pluma en mano.
—¿Y bien?
—El médico aún no termina con la cita previa a la mía, además tengo que llenar un formulario, pero la recepcionista me dijo que me llamaría cuando pudiera pasar.
Asiente mientras toma con duda una de las revistas de la mesa a su costado, la abre comenzando a ojearla, sin realmente mucho interés en leerla, deja salir un suspiro y observa de reojo a Ryuuguji, quién, para su sorpresa, no está llenando el formulario entre sus manos y solo está mirando el portapapeles fijamente como si su vida dependiera de ello.
—Ken, —dice casi en un susurro de forma dubitativa; a su vez el rubio parece salir de su trance y apartando la mirada del formulario mira directamente al ojiverde.
—¿Qué pasa, Inupi? —cuestiona en un tono tranquilo, como si hace menos de un minuto no hubiese estado inmerso en la hoja entre sus manos que en cualquier otra cosa.
—¿Quieres... prefieres que entre contigo? —Ryuuguji lo mira sorprendido, como si nunca esperase esa clase de pregunta de Inui—. Sé que es algo extraño, pero quizá con alguien a tu lado resulte menos difícil.
—Yo... gracias, Seishu, sé que te preocupas por mí, pero creo que sería mejor si entró solo.
El rubio menor no menciona que prefiere que haya detalles de su vida que quiere que ni él ni Takashi conozcan, que hay cosas que me avergüenzan y es consciente de que ahí adentro quizá deba mencionar algunas de ellas. Qué no quiere que ninguno de sus amigos lo vea de otra manera, que lo miren como la mayoría de las personas dentro del burdel suelen hacerlo, no quiere ver tales expresiones viniendo de Mitsuya e Inui.
ESTÁS LEYENDO
Dedicated to you [Hiatus Indefinido]
FanficSe le conocía mayormente como Draken, pero solo sus clientes le llamaban de tal forma. Para Sano Manjiro se volvió Kenchin, el omega que tenía una esencia adictiva. O Donde Draken no crece en el burdel, pero años más tarde termina trabajando en éste...