Jisung lleva años soñando con la misma mariposa azul sobre una vieja pared y una voz a sus espaldas que grita su nombre.
Su vida da un giro de 360°cuando conoce a su nuevo vecino, quien tiene la misma voz que la de ese misterioso chico en su sueño.
Minho estaba llegando a la conclusión de que sin duda se estaba volviendo loco, llevaba demasiado tiempo soñando con el dibujo de esa mariposa y ese rostro borroso, en el cual solo se podían ver con claridad los ojos, y estaba totalmente seguro de que los ojos de ese chico eran los mismos, los había visto demasiadas veces como para confundirse, esa mirada estaba grabada a fuego en su mente, era él, estaba seguro, pero eso no tenía ni el más mínimo sentido.
Su corazón por primera vez en años se había sentido completo, por fin ese vacío que reinaba en él había desaparecido en compañía de Jisung, como por arte de magia, estaba deseando verlo de nuevo, solo pensar en él y miles de mariposas azules revoloteaban a su alrededor.
¿Se había enamorado? Era difícil de explicar, pero, sentía cómo si llevase años enamorado de él, a pesar de conocerlo hace apenas unas horas.
Tal vez se debería replantear su visita al psiquiatra, pero estaba demasiado cansado como para pensar en eso ahora, mañana le esperaba su primer día de instituto, menudo asco.
Cerró los ojos suavemente y por primera vez en su vida deseó tener ese sueño.
[...]
Al día siguiente Jisung se despertó alterado como de costumbre.
Se dió una ducha rápida y se vistió dispuesto a dirigirse a clase, estaba cerrando la puerta de su casa cuando notó una presencia a sus espaldas.
-Buenos días-Lo saludó su nuevo vecino con una amable sonrisa.
Reprimió un grito debía acostumbrarse a que la casa de al lado ahora estaba ocupada.
-Buenos días-Le correspondió al saludo unos segundos después.
-Espero no molestarte, es mi primer día en el instituto y quería preguntarte si me puedes acompañar…-Odiaba ser el nuevo, sus padres ya se habían mudado tres veces por cuestiones de trabajo, esperaba que este fuera por fin el lugar definitivo.
-Claro, no te preocupes, yo te acompaño-Estuvo a punto de cruzar miradas con él, pero recordó la sensación extraña que había sentido el día anterior y los nervios se lo impidieron.
-¿Tienes muchos amigos en el instituto?-Preguntó Minho intentando sacar un tema de conversación.
-Yo… no soy una persona extremadamente sociable, tengo pocos amigos, pero creo que la cantidad de amigos no importa, si los que tienes son de verdad-Explicó mirando al suelo.
-Tienes toda la razón…Yo la verdad tampoco tengo muchos amigos, dado que mis padres se mudan muy a menudo, no tengo tiempo de afianzar muchas amistades…-Le sonríe e intenta buscar su mirada, pero el rubio no aparta sus ojos del suelo.
-Si no es mucho preguntar… ¿Por qué os mudasteis a este pueblo perdido de la mano de dios en mitad del curso?-Patea una piedra del suelo mientras coloca las manos en los bolsillos.
-La empresa de mi padre abrió una nueva oficina aquí, y necesitaban personal, y como no tiene carácter para plantarle cara a su jefe, aquí estamos, mudándonos de nuevo…-En su tono de voz se podía notar que estaba agotado.
-Estoy seguro de que aquí harás muchos amigos y te saldrán admiradores por todas partes-Su corazón da un vuelco, sorprendido por sus propias palabras.
-¿Por qué piensas eso?-Esas declaraciones sí que lo tomaron totalmente desprevenido.
-Bueno…mírate, eres… guapo, cualquiera se fijaría en ti…-Bienvenidos al festival de las opiniones que es mejor guardarse si no quieres morrir de vergüenza como Jisung en estos momentos.
-¿Tú también te fijarías?-Sonríe al ver como las mejillas del rubio se tiñen de un suave rosa palo.
-Yo… olvídalo, no quise decir eso…-Tierra trágame.
-Tranquilo, estaba bromeando-Choca suavemente sus hombros para romper con la tensión que se había apoderado del ambiente.
Llevan caminando un buen rato y Jisung no ha levantado la mirada del suelo en ningún momento, y esto empieza a preocupar un poco a Minho.
-Oye… ¿He dicho algo que te ha molestado? Siento como si me estuvieras evitando…Yo lo siento si te he incomodado en algún momento…-Se disculpa sintiendo que la ha cagado con sus estúpidas preguntas.
-Oh nono… No es culpa tuya, yo…-Estaba haciendo el ridículo intentando esquivar su mirada, ese chico no tenía la culpa de sus idas de oya, tenía que dejar de hacer el tonto, levantó lentamente su mirada y se encontró con esos ojos bañados en café, cálidos como un día de verano, sus largas pestañas abanicaron sus mejillas y Jisung se guardó un suspiro, nunca se había sentido así al conectar su mirada con alguien, era como si acabara de entrar en otra dimesión, en la que el reloj se habia quedado sin agujas, el espacio a su alrededor había quedado en segundo plano y no existía para Jisung nada que no fueran esos brillantes ojos, que parecían guardar un amor profundo, impidiéndole apartar la mirada de ellos, irónico, teniendo en cuenta que hace unos segundos no era capaz de mirarlos.
-Yo…Siento que… te quiero…-Las palabras mancharon sin permiso los labios de Minho, sin poder contenerlas.
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