One shots con los diferentes personajes de One piece. Los personajes no me pertenecen a mi, sino a Eiichiro Oda
Actualizaciones cuando a la autora le viene la inspiración o le hacen un pedido :b
Esta historia es un pedido hecho para DANN1dZruN, ¡espero que te guste! Me disculpo si no queda bien, es mi primera vez escribiendo un one-shot de Luffy jeje.
Nota: No sé si en latinoamérica hay Ikeas, pero para que sepáis lo que es, es una tienda gigante donde venden todo tipo de muebles y cosas de decoración, aquí en España y en Europa hay muchos y a mí me encanta ir, está bastante bien para jugar al escondite JAJAJS
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Una pareja de recién casados abrió la puerta de su nuevo hogar. De manera casi cómica, los dos se asomaron por la puerta para asegurar que no había ningún peligro. Al ver que estaba todo en orden, el pelinegro le dio una patada a la puerta y entró corriendo para explorar todos los rincones de la casa.
La joven, que se había quedado en el marco de la puerta miró a su reciente marido con ternura. Sabía que él nunca había tenido un hogar como tal, cuando lo conoció vivía en una casa con sus otros dos hermanos adoptivos, pero antes de eso había pasado por varios centros, e incluso, terminando en la calle. No había tenido una infancia tierna, y aún así, seguía sonriendo como no lo hacía nadie.
—¡(Tn), esta casa es gigante! ¿No es muy grande solo para nosotros dos?
—Con tus ganas de moverte creo que este espacio es pequeño incluso —dijo riendo.
—Me encanta —Sonrió y abrazo a su esposa. Esta miró la sonrisa de Luffy con los ojos brillantes; era su sonrisa lo que la había enamorado hace 5 años.
—Venga, vamos a deshacer cajas, tenemos mucho por hacer y tienes que ayudarme —dijo la joven intentando separarse de su marido.
—¡Nooo! Déjame seguir abrazándote un ratito, me encanta —dijo hundiendo la cara en su cuello y frotándose de manera cariñosa, a lo que la joven río—. Está bien.
Cuando se conocieron, (Tn) era una chica ansiosa que no dejaba de preocuparse por todo, pero cuando estaba con Luffy, se olvidaba de toda preocupación. Eran muy diferentes, y aún así se querían muchísimo.
—Venga, Luffy, que hay que deshacer las cajas. Si terminamos pronto podemos ir al restaurante que tanto te gusta.
Luffy se separó de la joven con los brazos en alto —¡A deshacer cajas se ha dicho! —cogió un par de cajas y empezó a vaciarlo todo.
—¡Luffy, espera! Primero necesitamos orden, si no va a ser todo un desastre.
—¡Vale! Tú dime dónde van las cosas que yo las pongo! —dijo volviendo a meter todo lo que había sacado en las cajas.
La joven ojeó la libreta donde tenía apuntado todo lo que debían de hacer para la mudanza. Era muy ordenada y muy cuadriculada, justo al contrario que su marido —Vamos a empezar por nuestro cuarto, ¿Te parece?
—¡Si! —El pelinegro cogió las cajas con los objetos correspondientes y agarró a su esposa de la mano para guiarla escaleras arriba.
En el piso de arriba habían dos habitaciones y un baño. Las camas habían llegado antes gracias a que (Tn) las había pedido con antelación.
