3.7 Ganar la guerra ✓

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No extrañas lo que nunca tuviste

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No extrañas lo que nunca tuviste. Así que JaeMin, en medio del dolor que pulsa en las zonas donde su piel fue desgarrada por las rocas filosas, se pregunta si alguna vez extrañará a Jeno. Jeno nunca fue suyo, pero de todas maneras el plantearse aquello hace que su pecho duela. Jeno estaba metido en todo eso porque quería irse, quería marcharse con el muñeco que le rompió el corazón. Esto para él es muy ridículo. ¿Quién diablos se va con quien le ha hecho daño? Él no, así que no extrañará a Jeno si se va.



— ¡Tú tranquilo, Mark! ¡Estoy divirtiéndome como nunca!—soltó HaeChan al impactar contra el piso una vez más.



— ¡Hago lo que puedo!



— ¡Fíjate que no es suficiente! ¡Muévele el culo al sistema! ¡Es lo que mejor haces!



Mark no le contestó, o al menos HaeChan no le escuchó, estaba ocupado volando por los aires y cayendo en picada hacia una piedra. En ésta ocasión, no se levantó al instante. Antes de que HaeChan lograra incorporarse algo rodeó su cuerpo, algo sumamente fuerte. Diedoll lo elevó al aire como si fuese una figura de plástico barato y apretujó sus huesos como si exprimiera un limón.



— ¡RenJun, si vas a hacer algo que sea ahora!—chilló Somnífero, para lo que RenJun ya estaba jalando el hilo clave de la pierna de felpa del rey. El hilo se deslizó como si estuviese lubricado con aceite, sin embargo no terminó su recorrido para cuando Diedoll le propinó una patada a Doll.



El cuerpo de RenJun se despidió tras un hoyo profundo en la pared más cercana, y al sonido Jeno por fin reaccionó. No se lo pensó, lo que fue bueno, y corrió a socorrer a RenJun; lo que, meditó después, fue absurdo, pues RenJun era quizá más resistente que él mismo o HaeChan.



— ¡Me cago en tu madre Mark! ¡Me alegro de haberla matado!—gritó HaeChan. Lo cierto es que sentía la presión más intensa de lo que debería, se estaba sofocando entre el brazo del rey, y sin oxígeno el cerebro trabaja de maneras extrañas.



— Ya estaba olvidando eso, gracias...—murmuró Mark para sí mismo, y siguió tecleando rápidamente en la pantalla digital. No existían una combinación que lograra activar el dichoso bote y su paciencia infinita estaba en juego, HaeChan no resistiría mucho allí.

'Psychotic Land' ➥ NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora