4.4 La verdad de JaeMin ✓

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Lucky strike sólo era una marca de cigarrillos, pero para Jeno el olor identificativo de éstos era abismal

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Lucky strike sólo era una marca de cigarrillos, pero para Jeno el olor identificativo de éstos era abismal. Su olfato no le mintió cuando, al despertarse de un susto, se encontró en medio de la cocina de su apartamento, y en cuenta de RenJun encontró el olor apestoso a tabaco.



Su padre había estado ahí.



Jeno se halló a si mismo corriendo por las calles de su barrio, recorriendo los callejones y alrededores, donde posiblemente DongHae había escapado con RenJun. Veía a todas partes con la esperanza de hallar algo, una señal, una pista, lo que sea. Pero todo era vano, y se sentía como un perro persiguiendo su cola.



Las personas pasaban junto a él mirándole con curiosidad, cuando su rostro de pánico seguía en todas las direcciones los pasos de todos, su sentido del oído le engañaba con toda esa gente rodeándolo y fijándose en su presencia. Los distintos olores dejaban de lado el aroma del muñeco de resina, quien se desvanecía con cada segundo que pasaba y Jeno no era capaz de retenerlo contra sí, de guardar algo que lo llevara hacia él.



El olor a tabaco estaba en todas partes, las personas en los cafés fumaban el mismo maldito cigarro que su padre, expandiendo las toxinas por doquier, haciendo que RenJun se enterrara en el tiempo. Las calles se hundieron en la oscuridad de la noche, gritándole que tal y como la luciérnaga más tonta, estaba siguiendo la luz imaginaria de una estrella a millones de kilómetros.



La distancia se estaba llevando consigo partes de Jeno que hasta entonces desconocía, se llevó consigo su paz y la reemplazó por un constante sentimiento de desesperación, de pánico acrecentado y soledad abismal. Con una cantidad irreligiosa de lluvia torrencial, Jeno espabiló, tirado en un callejón cualquiera, abrazado a sí mismo, preguntándose qué iba a hacer ahora. ¿Dónde estaba RenJun? ¿Por qué era tan inútil como para no encontrarlo? El muñeco tenía razón, Jeno era ineficiente.



Todas las tardes en el palacio, sus conversaciones vacías y a la vez significativas. Jeno podía recordar todo, los años que estuvieron encerrados en ese apartamento, monitoreando sus acciones por un ordenador y saliendo sólo para comer. RenJun no era una compañía alegre, o triste, RenJun era un muñeco vacío que completaba su existencia. Porque RenJun no era como había mencionado, el muñeco no estaba fuera de sentir algo, RenJun siempre se fijó en Jeno, se preocupaba por él de manera sutil, y eso para Jeno era suficiente.



Cuando perdió a RenJun, ese día lluvioso, Jeno se comió su lado dulce. Dejó los restos de su corazón desesperado en algún recoveco de su cabeza, sumergiéndose en el frenesí. Reemplazó las noches durmiendo acurrucado contra RenJun, para auto castigarse yendo de caza. El perseguir a sus presas le distraía de su miseria, lo llevaba al cien por ciento, exigiéndole poner sus sentidos en ello y no en algo más.

'Psychotic Land' ➥ NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora