Hacia Lo Salvaje - Pokemon

- Capitulo 9: Un Encuentro Violento -

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Capítulo 9

un encuentro violento

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Lavender Town a menudo se llamaba Noble Town. El pueblo era un poco pequeño, aunque todavía era mucho más grande que su ciudad natal, Pallet. Una ciudad conocida por sus Pokémon tipo fantasma y las Torres Pokémon. Una de las torres tenía un cementerio únicamente para Pokémon. Ash se detuvo y apretó los puños. La otra torre era conocida como la Torre de la Niebla. Era el hogar de un Gengar increíblemente poderoso y de cientos de Pokémon de tipo fantasma bajo su control. Fog's Tower estaba fuera del alcance de todos los entrenadores. Incluso los empleados de la Liga se arriesgaban a ir a prisión si entraban. Enfurecer a la Niebla significaba arriesgar a la gente de Lavender, o peor aún, podría considerarlo un desaire por parte de la Liga.

Gore resopló y lo empujó con un casco. "Lo siento, amigo", murmuró Ash, dándole al jabalí una palmadita poco entusiasta. Ignoró las miradas de preocupación que recibió de todos menos de Vulpix. "Intentemos darnos prisa, deberíamos estar en Lavender al anochecer", gritó por encima del hombro a su equipo estacionario. Gore y Bulbasaur chillaron y corrieron tras él. Me pregunto si Daisy o Misty podrían tomar la Niebla si usaran sus equipos completos. Bruno probablemente podría, pero incluso él necesitaría algunos miembros de su equipo para derrotar al legendario Gengar.

Si Ash fuera honesto, una parte de él quería desafiar al fantasma. Algún día, tal vez podamos enfrentarla. Pero no todavía. Definitivamente no todavía. Probablemente no estemos listos para un Charizard. "Rey, asegúrate de que Gore no haga nada estúpido", le dijo el niño al cangrejo lo más bajo que pudo. King le dirigió una mirada seria y chasqueó. El cangrejo parecía haber adivinado a qué se refería. No podían arriesgarse a que Gore perdiera los estribos en Lavender, no con tantos fantasmas al acecho.

El cerdo gruñó cuando los alcanzó. "Nada de lo que debas preocuparte", dijo Ash con un bostezo. Gore gimió y pisoteó sus cascos. "¿Haciendo un berrinche, eh? Tal vez debería cargarte en mi hombro como en los viejos tiempos", dijo con una sonrisa astuta. Los ojos del Piloswine se abrieron con horror cuando King y Vulpix se volvieron hacia Ash interesados.

"Le encantaba que lo cargaran, ¿sabes?", explicó el entrenador de cabello negro, ignorando la mirada siniestra que recibió de su compañero. Bulbasaur resopló y miró a Gore con los ojos entrecerrados, como si no pudiera imaginarse que lo cargaran. "Me encantaba montar en la espalda de Wave", su sonrisa se amplió en una sonrisa. Extrañamente, Gore ignoró sus bromas a favor de mirar algo en el camino.

Acostado bajo la sombra de un árbol había un gran Pokémon bípedo con un vientre color crema, varios parches elevados en su forma marrón y una cola casi tan gruesa como Ash. ¡Un Kangaskhan! Dibujó una Pokébola antes de que terminara el pensamiento. Kangaskhan era un Pokémon increíblemente raro y asustadizo que, por lo general, solo se podía encontrar cerca de Fuschia. Eran los Pokémon que más veneraba Fuschia y el símbolo de su Gimnasio. Según su abuelo, el gran Aoife, compañero del campeón más poderoso que jamás había visto la Liga Unida, había sido un Kangaskhan. Su corazón cayó cuando vio a la pequeña niña acurrucada junto a él.

Ash parpadeó. ¿Dónde la he visto antes? Agarró la oreja de Gore con dureza cuando el jabalí gruñó. Kangaskhan promediaba más de siete pies de alto y pesaba casi tres mil libras. Fueron llamados los Pokémon Padres por una razón, los tipos normales eran más fuertes cuando protegían algo. Este todavía tenía algunas manchas claras, moradas, que indicaban la infancia, pero aún así era mejor tener cuidado. Podría tomarlos acercándose a su entrenador durmiente como una amenaza después de todo. "Vamos a caminar", sugirió Ash tirando de la oreja de Piloswine.