Pasó la semana y me sentía poco productiva a excepción de hacer trabajos y estudiar por largas horas, vale la pena, me he sentido satisfecha con los resultados. Estaba cruzada de pies, mirando para el rincón de mi habitación donde se encontraba mi violín y mi atril con partituras desordenadas, pensé en practicar. Una voz proveniente de mi walkie talkie me sacó de mis pensamientos.
--Señorita ametista Wheeler, ¿puedes escucharme? --
--Fuerte y claro, Eddie-- solté una risa al escuchar el apodo de Eddie.
--Te escuchas... ¿te desperté? --
--No, no, de hecho, termine de estudiar, hablando de eso, ¿recuerdas que debemos estudiar mañana? --
--Por supuesto, este año debo burlarme en la cara del director, creo que espera verme la cara el próximo año, pero este ES MI AÑO-- levantó más su voz que hizo que alejara un poco mi oído.
--Si te lo propones, no dudo de tus habilidades. -- Dije sonriente.
Así nos quedamos un largo rato, me reía de los comentarios de Eddie y sus chistes con sus propias desgracias, me agradeció nuevamente por ser su nueva "tutora". Lamentablemente tuve que despedirme para bajar a cenar, pero toda la cena estuve pensando en esa conversación y preparando mentalmente todo lo que haría al día siguiente. No solo pensaba en la conversación, si no que por un momento vi a un punto fijo y sonreí al recordar cada cosa que ese chico hacía y lo encontraba tan divertido y extraordinario.
--Ya dime-- Dijo Nancy mientras recogía los platos de la mesa.
-- ¿Qué? -- pregunte confundida.
--¿Quién es el afortunado? -- mirándome picara.
--Nancy, no sé de que hablas. --
-- Tal vez Eddie quiera responder esa pregunta-- Salió Mike de la mesa con una sonrisa burlona.
--Voy a matarte. -- quitándome una de mis pantuflas para lanzarla.
Él subió a su habitación corriendo y desde ella seguía burlándose.
--ÓSEA QUE SI HAY UN AFORTUNADO. ¿quién es Eddie? --
--Es solo un amigo de Mike al que le ayudaré a estudiar, de hecho, me agrada--
--Debes aprender a mentir-- mirándome atenta --Pareces un tomate y estás evitando sonreír-- señalando mi cara.
Efectivamente al tocar mi rostro, estaba hirviendo.
--Suéltalo, Mary. -- apoyando sus brazos en la mesa.
--En el remoto caso que me gustara, no tendría nada de raro. -- cruce mis brazos.
--¡Te gusta! ¡Te gusta! ¡Te gusta! Sabía que estabas más retraída de lo normal-- Sonrió victoriosa.
De nuevo crucé mis brazos y puse mis ojos en blanco, me despedí de mis hermanos, por suerte mis padres estaban lo suficientemente ocupados y distraídos para escuchar la charla.
Que capitulo tan diminuto. Eso suena a bloqueo de escritor, pero por fin va a empezar la verdadera interacción.
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𝒰𝓃 𝒷𝑒𝓈𝑜 𝒹𝑒 𝟣𝟩 𝒶ñ𝑜𝓈: Fanfic (Eddie Munson)
FanfictionReencuentros, acoplarse de nuevo a lo que conocía y vivir lo desconocido. Nada fuera de lo habitual, a excepción del chico con cabello rizado; abundante y largo. Estilo peculiar... Indudablemente, su alma gemela... "Comencé a vivir a los 16 años"