𝒰𝓃 𝒷𝑒𝓈𝑜 𝒹𝑒 𝟣𝟩 𝒶ñ𝑜𝓈: Fanfic (Eddie Munson)

24: ?

— ¿Eso fue un suspiro? o ¿Es mi parecer?

Sólo solté una risa dando a entender lo obvio.

— Bueno, muchacho, espero puedas contarme cuando tengas a alguien, estás más sonriente y distraído de lo común.

Bueno, esa maravillosa chica hace delirar y sonreír a cualquier persona.

Mierda, ¿Qué estoy diciendo?

Hace meses me perturbaba la idea de enamorarme, para ser honesto.

Ahora estudio y asisto a clases por una chica, pero esa chica es increíble y me tiene más drogado que la misma droga.

Hermano, ¿Y sabes qué? Voy a decírselo, si pudiera, lo gritaría, pero por ahora, estoy dispuesto a arriesgar todo y volverme a abrir con respecto a mis sentimientos, a la mierda todo.

Pov's Mary:

— Nancy, ¿Sí o No? — Pregunté señalando

— Dios, otra vez no, ¿Qué vas a hacer? — Ella sabía que algo descabellado venía.

— Nada — Dije con una sonrisa. — Pero, ¿Sabes qué? Mamá será más de ayuda. — Dije para salir de la habitación.

—Esta niña.... — dijo Nancy con un tono irritado y burlesco.

— Mamá, ¿Sí o no?

— Sí, mi amor. — Respondió mamá sin despegar la mirada de la porcelana que limpiaba.

Hice un gesto con las manos de derrota, ya que si decía que "Sí" debía terminar de hacer todas las actividades que aún no terminaba y si decía "No" podría descansar el resto de la tarde o bueno, noche, ya estaba algo tarde.

Comencé a leer sobre unos temas pendientes y a tomar algunos apuntes, estaba bastante cansada y en lo único que podía pensar con 100% de claridad era en... Edward Munson.

— Aghh — Suspiré agotada.

— Adivinemos, mi hermana de nuevo no puede concentrarse por culpa de su novio.

— Algo así, y no es mi novio — dije acomodando mi silla.

Aunque, no me quejaría si lo fuera.

— Bueno, ya debería descansar. ¿Terminaste?

— Mmm, sí, sí, ya terminé.

— Bien, entonces, duerme, mañana tu horario es mucho más extenso.

—Está bien, yyyy, gracias, nan. — Sonreí.

Al siguiente día, de inmediato cuando llegué a la secundaria, tuve un presentimiento; No puedo percibir si es bueno o... Malo, sólo lo ignoré y entré a dos de mis clases para en el almuerzo estar en las bancas leyendo mientras apenas tocaba mi almuerzo.

Alguien tocó mi cintura y se sentó a mi lado.

— ¡Booh!

Sé perfectamente quién es.

— Y no te enojes, sé que te asusté, pero lo hice con amor, así cómo t- —

Un beso soluciona todo ese discurso.

Él inclinó su cabeza y sonrió.

— Gracias...

— Gracias, gracias, gracias, gracias — Decía entre besos.