Me envolví en las sábanas con Nancy, ella acariciaba mi cabello mientras yo le contaba con algo de vergüenza todo lo que había pasado.
— Oww, mi hermana ya está creciendo... Tan rápido —
— Nancy.
— Está bien. Solo cuídate y mucho, Y SI ALGUIEN TE HABLA SOBRE ÉL, EVITA QUE TUS OJOS BRILLEN TANTO.
Era cierto, es inevitable.
Al día siguiente no pude asistir a la secundaria. Mamá dijo que debía conseguirme un vestido formal y practicar para una reunión de unos conocidos. Para ella es costumbre recalcar que tiene una hija "Muy talentosa" Y eso me halaga, pero en más de una ocasión, debo hacer este tipo de cosas.
— ¿Te gusta este? — Preguntó mamá con un vestido no muy apropiado para la ocasión.
— No, mamá, está bastante pegado.
— Así resalta tu hermosa cadera.
— ¡Mamá! — Reí.
Encontré un vestido más de mi gusto; Blanco, con flores a la mitad de mis piernas, no tan pegado y con mangas abajo de mis hombros. Era realmente bonito.
En casa, mamá convirtió mi cuarto en una pasarela. Al final, organicé mis partituras y practiqué.
Me duelen mucho las yemas de mis dedos.
Escuché el ruido de una piedra en mi ventana y con temor me acerqué un poco más a ella, pero retrocedí a punto de gritar al ver cómo alguien entraba en mi habitación.
El "Alguien" era Eddie.
Él hizo una señal con sus dedos para que no gritara y entró a la habitación mientras yo lo miraba con confusión y con mi violín y el arco en mis manos.
— No quería asustarte— Dijo con la respiración agitada — solo que hoy no te vi en... ¿Tocas el violín? — Recuperando el aliento.
Me quedé unos segundos en silencio y lo miré.
— Ah, sí, sí. — Poniendo el instrumento encima del sillón.
— ¿Te asusté mucho? Lo siento — Se acercó más.
No, no, creí que vendrían a matarme, pero no me asustaste.
— No — Sonreí — No te preocupes —
En medio del silencio, pensé y me dije que era muy tierno que se subiera hasta mi ventana solo para verme, además, SE PREOCUPÓ POR MÍ.
— ¿Cómo pudiste alcanzar la ventana? ¿No te hiciste daño? — Me acerqué a él para tocar sus brazos.
— Estoy bien, princesa — Revolvió mi cabello.
Princesa...
— Y no es tan difícil saltarla.
Estoy segura de que se me notan los nervios. ¿Qué me hizo?
— ¿Dije algo?
Y también estoy segura que quiere burlarse por mi situación, pero jugaremos así.
— ¿Por qué? — Me acerqué todavía más.
— Por tu cara, que incluso ruborizada se ve hermosa.
Gracias, ya debe estar mucho más intensa.
Me acerqué al punto de rozar nuestras narices y besé levemente sus labios.
Él tenía una sonrisa en sus labios y me miraba con ternura mientras me alejaba.
Tienes suerte de que mis padres estén lo suficientemente distraídos y Nancy no esté.
— Puedes hacer lo que quieras, supongo...
Me miró emocionado y se dejó caer en el sillón donde había unos cuantos peluches y unos anillos que tenía regados.
— Tus deditos son delgados — Dijo intentando probarse uno.
— Y los tuyos son grandes.
Mente sucia.
— Exacto
Yo ya conocía esa mirada.
— Ten, pruébate este. — Dijo quitándose uno de sus anillos para darmelo.
Cómo era de suponerse. Me quedaba gigante, pero al probarlo en el dedo pulgar, quedó mejor.
— Aquí no se desliza tanto.
Él sólo me miraba.
Eddie's pov:
Para mí, era increíblemente tierna.
— Puedes quedártelo.
Le brillan sus ojos...
— Gracias... No lo perderé. — Dijo mirando el anillo y acariciándolo.
Pasamos un rato sentados, solo hablando y de vez en cuando, besaba sus mejillas y labios.
Por poco olvidaba que mi tío quería que lo acompañara donde sus amigos de hace un tiempo. Mi viejo casi nunca me pide estas cosas y accedí. Tampoco tengo mucho que hacer.
— Hermosa, olvidaba que debo irme.
— No te preocupes, te veo después, Eddie. —
Su sonrisa siempre me causa... Mariposas.
— Hey
La acerqué más a mí y ella agarró mis mejillas. Sus besos ya eran adicción, peor que la droga. Era perfecto.
A punto de salir, ella mandó un beso con sus manos y conduje hasta el tráiler.
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𝒰𝓃 𝒷𝑒𝓈𝑜 𝒹𝑒 𝟣𝟩 𝒶ñ𝑜𝓈: Fanfic (Eddie Munson)
FanficReencuentros, acoplarse de nuevo a lo que conocía y vivir lo desconocido. Nada fuera de lo habitual, a excepción del chico con cabello rizado; abundante y largo. Estilo peculiar... Indudablemente, su alma gemela... "Comencé a vivir a los 16 años"