𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗙𝗜𝗩𝗘

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Viernes

Minho estaba en la iglesia. No lo habían obligado, habia ido por su propia cuenta. Eran cerca de las 4 de la tarde y se encontraba esperando a Jeongin y a Jisung. El moreno le habia dicho que esa tarde iba a hablar sobre aquel tema con Han, y que tal vez serian buenas noticias. No quería que todo quedara en manos de Jeongin, no porque no confiar en él, si no que porque él también tenia culpa de lo ocurrido, y no quería que su novio se llevara todo el peso de la situación.
 
Ambos chicos llegaron minutos mas tarde, sus rostros de sorpresa reflejados al instante. 

—¿Minho? ¿Qué haces aquí?—fue el saludo de Jeongin hacia él.

—¿Esa es la forma de saludar a tu novio?—se burló el mayor, yendo hasta Jeongin para dejar un beso en la mejilla de este.

—Hola Minho —esta vez fue Jisung quien le dirigió la palabra—, por favor, absténganse de aquellos tratos en la casa del señor, el cura podría llegar en cualquier momento.

Ambos asintieron sin rechistar.

—Jisung dijo que encontró algo —dijo Jeongin caminando a la par con Minho hasta donde Jisung ahora se encontraba.

—Son 20 personas que harán la comunión, tengo el listado. Necesito que recuerden si han visto a alguno de estos niños el domingo pasado —habló el mayor con pesadez— 11 son niñas así que ya están descartadas...

Los nombres comenzaron a escucharse, y ambos chicos hicieron un esfuerzo sobrehumano para recordar los rostros de aquellos niños antes de ir a la cabina. 

Al final, 3 niños eran posibles inocentes.

—Entonces solo hay que esperar a que sea domingo y ver sus comportamientos o actitudes — finalizó Jisung guardando la lista entre las cosas de su padre.

—¿Seguro funcionara?— cuestionó Minho con desconfianza.

—Debe haber quedado bastante perturbado, se le notara en la cara, —contestó alzándose de hombros.

—Gracias Jisung, te debemos una grande —agradeció Jeongin.

Ambos menores se despidieron y salieron de la iglesia con una sonrisa. Todo se podía solucionar, había una pequeña esperanza.

—espera Minho, debo hablar con Jisung de algo... —Jeongin habia dejado de caminar.

—¿Es algo malo? —el menor negó—esta bien, me hablas cuando llegues a casa, cuídate —lo beso en la frente.

El menor se devolvió a la iglesia pero se detuvo al escuchar gritos desde el interior del recinto.

—¡Suéltame...!

—Debes dejar de comportarte como un niño, he recibido muchas quejas de ti y tus actitudes, ya basta.

—No... ¡papá... PAPÁ! ¡Déjame salir! ¡Por favor! —ahora se escuchaban sollozos 

—Rezaras toda la noche... Y mañana vendré a verte, piensa en tus acciones y en como se comportaría un buen hijo de Dios...

Jeongin estaba confundido y algo aterrado. No quería asomar su cabeza por miedo a que lo vieran, pero la curiosidad lo mataba. Los pasos desde dentro se hicieron mas fuertes y se alcanzo a esconder antes que el cura de la iglesia saliera de esta. Lo vio irse en su auto. Cuando ya no habia rastro de él, salió de su escondite y quiso abrir la puerta pero estaba con llave.

La cuestión ahora era, ir a ver a Jisung y salvarlo de un posible encierro, mas llegar tarde a casa y recibir un reto y posible castigo, o irse con la conciencia pesada... Eligio la primera opción, obviamente.

No sabía por donde entrar, revisó todas las esquinas y no había lugar abierto, así que termino rompiendo una ventana. El estruendo alarmo a Jisung, quien habia vuelto a golpear la puerta de la habitación donde estaba encerrado. Tenía que ser rápido o podrían denunciarlo por maltrato a propiedad, no quería líos legales.

—Jisung... —habló lo suficientemente fuerte para que este escuchara.

—¿Innie?... Ayúdame, ¡sácame de aquí!

Jeongin suspiró y reviso por todas partes buscando alguna llave, al final la encontró y pudo sacar a su amigo.

—¿Qué te paso?— preguntó alarmado

—Solo llévame con Chan —sollozó.

Y así lo hizo, Jisung terminó en casa de Chan, y él llego a su casa mas tarde de lo debido. Si recibió un reto, mas no un castigo. Ahora lo único que tenía en mente era sobre que carajos le pasaba por la mente al cura de la iglesia. 

ᨳ ݊ ˖ . O𝗛 𝗠Y 𝗚O𝗗    ࣪˖  ❪ 𝗺𝗷 ❫ ˑ ִֶָ 𓂃 ˚.ഒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora