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Jungkook y Jimin estuvieron todo el camino hasta el castillo en absoluto silencio, pero tampoco era un silencio incómodo completamente. Simplemente, no veían la necesidad de decir nada en ese momento, solo disfrutar del viaje a caballo y como el aire les golpeaba en la cara.

Jimin no dejaba de mirar la espalda del duque, quien solamente tiraba de las riendas del caballo para ir más rápido. Ni siquiera se dio cuenta cuando empezó a ver el castillo a lo lejos, a un lado de ellos, y se centró en la vista que anoche no pudo contemplar, apoyándose en la espalda de Jungkook.

Jungkook miró hacia atrás un segundo para ver qué hacía su acompañante, sin ser descubierto, y después dirigió su atención hacia donde Jimin estaba mirando. Sonrió al ver que estaban bastante cerca del castillo y siguió tirando de las riendas para ir más rápido.

Unos minutos después, ambos cruzaron las puertas de la muralla que rodeaba el majestuoso castillo en el que vivían los duques de Busan. Jimin no podía evitar pensar que, de noche, el castillo se veía muchísimo más aterrador, a la vez que majestuoso, que aquella misma mañana cuando él se había marchado de regreso al pueblo.

-No lo recordaba tan aterrador... -susurró Jimin, pero Jungkook lo escuchó como si lo hubiera dicho en un tono normal.

-Es por la luz. -dijo Jungkook, haciendo que Jimin le prestara atención.- Las antorchas no lo iluminan por completo, pero de eso se encarga la luna. Entre ambas luces, dan esa sensación macabra y espeluznante. ¿No crees?

-Supongo que sí... Y, si encima hubiera tormenta, todavía sería más inquietante.

-Mi bisabuelo tuvo la idea de colocar la entrada a este lado del castillo para que impusiera. -comenzó a explicarle Jungkook.- Si sus enemigos querían atacar el castillo, dada la posición del castillo, tenía que ser por la puerta principal. Y tener la luna a sus espaldas, iluminándolo junto a las antorchas, daba esa sensación de miedo. O, como has dicho, inquietud.

-Fue un buen estratega. Pero, ¿de qué sirven las murallas si terminan hasta el bosque? Por donde os pueden atacar por sorpresa o, lo más sencillo, entrar a robar por una ventana abierta.

-¿Así lo hiciste? -preguntó Jungkook.- ¿Una ventana abierta?

-Y no me crucé con ningún guardia. Deberías reforzar tu seguridad, Jeon.

-Créeme que lo haré. Y, por cierto, este castillo es más antiguo que el bosque. Quisieron plantar el bosque en el jardín, pero se les fue la mano y tuvieron que derruir esa parte de la muralla. Aunque, dudo que alguien se atreva a adentrar en ese bosque, sobre todo ahora.

-Solo alguien que le dé igual su vida. -dijo Jimin.- O que no tenga miedo a morir por su propósito.

-O un idiota. -dijeron ambos a la vez, antes de echarse a reír.

-Bueno... Ya hemos llegado. -dijo Jungkook, antes de que Jimin tragara saliva antes de que se dirigieran a los establos.

Allí les recibió el mismo chico que había acompañado a Jimin hasta allí en la madrugada quien, con ayuda de algún trabajador, mantuvo el caballo quieto para que ambos pudieran bajar del caballo. Siendo Jungkook el primero en bajar y Jimin, el siguiente con un poco de ayuda del primero.

-Bienvenido, señor. No sabíamos que había salido. -dijo el guardia, mientras Jungkook sonreía.

-Esa era la intención. He ido a recuperar algunas cosas que eran mías, eso es todo.

-¿El joven se quedará a dormir, señor? ¿Ordeno que preparen una habitación?

-No será necesario. Tenemos unos negocios que atender y, después, regresará al pueblo.

Aeternus [Kookmin Au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora