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Si a Jungkook le hubieran dicho que llegaría a pisar alguna casa del pueblo, diría que estaba loco y lo habría negado hasta su muerte. Por lo menos, hasta su muerte definitiva. En cuanto entró en el interior de la casa, Jungkook pudo ver el punto de desesperación de Jimin por conseguir algo de dinero a la hora de robarle su anillo.

Aquella casa era lo suficientemente grande para dos personas, tres a lo mucho. Sin embargo, por lo que podía ver, allí vivían como mínimo cuatro personas diferentes y no en las mejores condiciones. Y, aunque Jungkook se guardó su opinión para él solo, Jimin podía notar que el duque estaba mirando la casa de arriba a abajo.

-Bienvenido a nuestro humilde hogar. -dijo Seokjin, haciendo que Jungkook volviera de sus pensamientos.- Sentimos mucho el desorden, pero no esperábamos visitas. Si Jimin nos hubiera mencionado que vendrías, créenos que no habría dejado a este mocoso dormir tanto.

-Es que no iba a venir, Seokjin hyung, se ha presentado de sorpresa mientras alimentaba al caballo de Jeon. -dijo Jimin, rodando los ojos.- Pero siempre tiene que ser tan inoportuno...

-Y, ¿cómo te llamas? -dijo Taehyung.- No me suena haberte visto por el pueblo y, definitivamente, me acordaría de alguien tan guapo y con buenas ropas.

-Me llamo Jung...

-Hyun. -le interrumpió Jimin.- Su nombre es Junghyun. Y no, Taehyung, no vive en el pueblo.

-Y, ¿cómo conociste a alguien que no vive en el pueblo? Por lo menos, lo suficiente para que sea tu novio.

-¡No es mi novio! -dijo Jimin.- Lo conocí ayer, en el castillo de Jeon. Trabaja allí.

-¡Sí, exacto! Trabajo en las cuadras. -dijo Jungkook, siguiéndole la mentira a Jimin.- Yo le presté a Jimin el caballo del señor esta madrugada y estuvimos hablando un rato antes de que se fuera. Y, bueno, simplemente tenía ganas de verle de nuevo, aprovechando que el señor me ha ordenado venir a por su caballo para la cacería de mañana.

-Oh, ¿te lo vas a llevar? -dijo Seokjin.- Es un caballo muy bueno, no ha molestado nada. Creo que le ha gustado Jimin, solo ha comido lo que le ha dado él.

-Bueno, me aconsejaron darle zanahorias y eso he hecho, no es nada del otro mundo. -dijo Jimin, mientras Jungkook sonreía.

-Son ropas muy caras para un chico de las cuadras. -dijo Yoongi, haciendo que Jimin y Jungkook se pusieran muy nerviosos.- ¿Te han prestado la ropa?

-No... Es ropa del señor, que se le queda pequeña y la suele repartir entre los criados. -dijo Jungkook, sorprendiendo a Jimin.

Y, técnicamente, en aquel detalle no mentía. Su madre siempre ha sido muy buena jefa con los criados y guardias, dando toda la ropa que se le quedaba pequeña a Jungkook a los criados que tuvieran hijos a pesar de las negativas del anterior duque.

-Entiendo... ¿Jeon suele hacer eso? -dijo Taehyung.

-Más bien su madre, es una dama encantadora. -se limitó a decir Jungkook.- Pero... No creo que esté aquí para hablar de mi jefe, ¿verdad?

-No, por supuesto que no. Ya tengo bastante con oír de Jeon en boca de Jimin y Namjoon como para oírlo también con un invitado en casa. -dijo Seokjin, haciendo que Jimin se sonroje.- Así que, menos hablar del duque y más hablar de ti. Dinos, Junghyun, ¿tienes familia?

-Sí, mis padres trabajan en el castillo. Madre era la nana del duque y padre es uno de los criados de confianza del duque. Antes era guardia real, pero decidió cambiar de servicio después de la rebelión en la que casi muere el duque. Y yo, poco después, me puse a trabajar en las cuadras porque no nos daba el dinero.

Aeternus [Kookmin Au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora