—¡Te traje flores!— habló animadamente Sirius mientras extendía el ramo de rosas rojas hacía Severus.
Barty, Lucius y Severus se quedaron en silencio mientras miraban de manera poco agradable al Gryffindor mientras Regulus solo soltaba un suspiro decepcionado por la idiotez de su hermano. A veces se preguntaba si sus padres lo habrían dejado caer de bebé, tanta estupidez no es normal.
—Si esto es otra broma...—empezó Severus que empezaba a impacientarse, estaban atrayendo muchas miradas y él detestaba ser el centro de atención por cosas tan ridículas como esa.
—¡Acepta una cita conmigo!—
Ahora si, Regulus le iba a abrir la cabeza para ver si le hacía falta una parte del cerebro. Le dijo que para conquistar a Severus debía ser discreto, pero no. Se pone a darle no una flor, si no un ramo entero de Rosas rojas en medio del pasillo y además pidiendo una cita. ¿Qué a su hermano lo querían tan poco como para tirarlo adrede del techo de Grimauld Place?
Severus estaba bastante sonrojado tanto por la ira como por la vergüenza.
Él ya había aceptado su amor por el hermano de su mejor amigo, y estaba seguro de que algo tuvo que haber escuchado de aquella conversación para hacer eso.
Severus estaba seguro de que en cualquier momento el resto de merodeadores saldrían de cualquier lugar solo para burlarse en su cara y recordarle lo horrible que era, que nadie jamás lo iba a querer, y bla, bla, bla.
Con un movimiento sutil tomó el ramo de flores y la sonrisa en el contrario rápidamente se desvaneció cuando vio como Severus pisoteaba las mismas.
Si las miradas matasen, Sirius no estaría muerto, si no más allá. Con toda la vergüenza del mundo, Severus se retiró de aquel lugar dejando a Sirius con el corazón arrugado y sin saberlo dañándose así mismo.
Los estudiantes se pusieron a cuchichear entre ellos cosa que desagrado de sobre manera a Lucius Malfoy, que se dirigió a ellos no gritando pero con un tono tan frío y cortante que incluso la Antártida sentiría envidia.
—Parece que no tiene nada mejor que hacer, ¿No?— empezó el rubio— Ahora lárguense a sus malditas habitaciones o me encargo de desintegrarles todos los huesos—
Tal y como pidió, el pasillo quedó libre de personas rápidamente, cosa que a Barty desagradó.
—¡Pero que cobardes!— dijo cruzándose de brazos— Yo quería mandarlos a la enfermería, sería una buena manera de liberar estrés.—
—No te preocupes, estoy seguro de que si Balck no otorga una buna explicación podremos hacer eso— dijo, y un escalofrío recorrió la espalda de Sirius y haciendo que los ojos de Barty brillaran de emoción—, pero encárguense de eso ustedes dos, yo iré a ver a Severus. Manténgame informado—
Y así sin más se fue, dejando a Regulus que tomo a ambos chicos de las mulecas para conducirlos a uno de los salones en desuso.
—¿Tú eres idiota o eres un pedazo de aborto fallido?— mencionó hastiado Regulus ganándose una mirada intrigada de Barty— Si Barty, Sirus me pidió ayuda para ganarse el perdón de Sev y conquistarlo, pero hizo todo lo que le dije que no hiciera.— dijo dándole una mala mirada a Sirus que solo se encogió sobre si mismo.
Barty no podía estar más fascinado con la escena, no todos los días se veía a Regulus tan serio ni a Sirus Balck tan apenado, sin duda esta memoria quedará grabada a fuego sobre su cerebro.
—Pues ahora te odia más—
—Eso no ayuda, Crouch—
—No busco ayudarte, así que no me importa—
ESTÁS LEYENDO
𝚂𝚗𝚒𝚛𝚒𝚞𝚜 𝚠𝚎𝚎𝚔 ||𝚂𝚒𝚛𝚞𝚜 𝚡 𝚂𝚎𝚟𝚎𝚛𝚞𝚜 ||
FanfictionSiete días, siete situaciones en donde Sirus y Severus no hacen más que compartir el amor por el otro, aunque a veces se empeñen en esconderlo no son capaces de negarlo. Están hechos el uno para el otro, así sea la primera vez que se ven, descubren...