TW: Ninguna
A.U: Ninguna
[🍃]Si había algo que Sirius detestaba era a su familia, sus ideales, y la magia oscura. Por eso uno de los lugares que evitaba era la biblioteca de Grimmauld Place, sus libros llenos de magia oscura y el legado familiar le recordaba todo aquello que él odiaba.
Cuando comenzó a salir con Severus se dio cuenta de la pasión de este por la lectura y que en su mayoría eran libros de la sección prohibida, que suponía Malfoy le ayudaba a conseguir. A pesar de ello trato de no quejarse, pues el Slytherin le dijo que era más que nada por afición y curiosidad. Otra cosa que le hacía creer eso es que solo leía estos libros cuando se acababa los de pociones, así que sí era un hobbie.
Llevaban ya tres meses de relación y Sirius quería darle un regalo a Severus, por lo que dejando de lado su orgullo entró a la biblioteca.
Que su yo de ocho años lo perdonara, pero quería darle algo a Severus que en realidad le gustara.
Al entrar se sintió incómodo, por la magia oscura que emanaba el lugar. Se dirigió a los estantes y veía los títulos. Muchos de ellos estaban en Hogwarts así que ni los topaba mucho, otros que le llamaban la atención eran demasiado básicos para el pocionista. Vamos, que el también era buen alumno, un poco holgazán pero bueno.
Estaba empezando a rendirse cuando vio un ejemplar de un color verde musgo, se acercó a el y retiro un poco de polvo de la cubierta "Pociones: El arte de la magia sin varita." Sonrió al recordar como Severus le hablaba indignado de como muchos pensaban que las pociones no eran magia.
Abrió el libro para ver que tal.
"Muchos piensan que las pociones no son magia por el simple hecho de que no se usa una varita, cuando estas son un arte que las personas incapaces prefieren obviar y subestimar por el simple hecho de ser con calderos. Ya que de alguna manera se asemeja a los cuentos muggles donde las brujas preparan brebajes para comer el alma de los niños. Algo totalmente absurdo, ¿Quién despertaría sus preciados ingredientes en mocosos mal educados?"
Sirius salió del lugar con el libro en manos, definitivamente a Severus le gustaría.
[⚡]
Estaban regresando de vacaciones y Severus fue recibido por Barty y Regulus con quienes se dirigían al castillo. Al llegar a las mazmorras y haber dejado todo en orden, le dieron un regalo a Severus.
Era como una pequeña tradición que los sangre pura habían tomado, pues querían consentirlo con regalos; jactándose de que era su manera de mostrar cariño. Pero había veces que se pasaban, como en su cumpleaños por ejemplo. Que si, Severus entendía que ambos cagaban dinero pero tampoco era para tanto.
El primero en extender el regalo fue Regulus, quién le dio una túnica de excelente calidad, incluso el sabía de entre telas (producto de su amistad con Narcissa).
Al menos gracias a Regulus las burlas por sus ropas de parte de los Slytherin's habían cesado.Barty le dio dulces importados desde Francia, unos chocolates que eran conocidos por su fineza de marca, amaba esos chocolates, y poder ser capaz de darse ese caprichito le alegraba el corazon.
Agradeció a ambos chicos.
Tiempo después le llegó un regalo de parte de Lucius y Narcissa Malfoy, otros dos que se empeñaban en consentirlo, el era como su hijo o hermano. Una de dos, o las dos. No se quejaba.
El regalo del matrimonio fueron ingredientes para sus pociones de buena calidad, junto a una carta.
Les escribiría en agradecimiento.
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𝚂𝚗𝚒𝚛𝚒𝚞𝚜 𝚠𝚎𝚎𝚔 ||𝚂𝚒𝚛𝚞𝚜 𝚡 𝚂𝚎𝚟𝚎𝚛𝚞𝚜 ||
FanfictionSiete días, siete situaciones en donde Sirus y Severus no hacen más que compartir el amor por el otro, aunque a veces se empeñen en esconderlo no son capaces de negarlo. Están hechos el uno para el otro, así sea la primera vez que se ven, descubren...