Eres una...

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Antes de que sucediera la firma que haría oficial la alianza entre las dos empresas habían tenido un par de reuniones para afinar un par de detalles en el contrato y después de una semana al fin se realizaría la tan esperada firma.

Se habían reunido en un restaurante y después de una hora el contrato estaba firmado y listo. Un extraño silencio reinaba la mesa, un silencio que se llegaba a tornar incómodo.

Debes en cuando Annabeth y Percy intercambiaban miradas, para él era extraño que después de que ella lo había ignorado desde que se reencontraron ahora respondiera a sus miradas y aun le era más extraño las sonrisas burlonas que debes en cuando ella le dedicaba.

─Si me disculpan ─dijo mientras se ponía en pie─, voy al tocador, ahora regreso.

Después de ello camino lejos de la mesa y cuando lo hizo él pudo apreciar su sensuales curvas que eran enmarcadas por un ajustado vestido carmesí.

Esos años de distancia le habían sentado de maravilla y si antes ya le resultaba hermosa ahora le resultaba provocadoramente irresistible.

Se suponía que debía odiarla por haberse llevado a su hijo, por haber fingido su muerte. Pero él no podía evitar el inmenso deseo que le provocaba, ni las enormes ganas de besarla cada vez que la veía.

Al verla alejarse decidió ir tras ella.

─Me disculpan, necesito hacer una llama.

─Claro, adelante ─respondió Luke.

Percy camino hasta la parte posterior del restaurante donde pudo ver a Annabeth quien parecía estar esperando a alguien.

─Sabía que vendrías ─comentó sin voltear a mirarlo.

─Y ¿por qué crees que vengo a verte a ti?

─Por que es obvio ─dijo volteando para verlo─, no has dejado de mirarme desde que llegue ─termino de decir con una sonrisa cínica.

─La que no ha dejado de mirarme eres tú.

─No lo voy a negar ─respondió con un brillo malicioso en sus ojos grises mientras se acercaba a él─, es que eres tan atractivo... sabes me dan ganas de besarte.

Ella estaba tan cerca de sus labios entonces él se acercó hechizado por sus palabras y cuando estaba a punto de besarla ella se alejó riendo.

─Acaso crees que puedes besarme o tocarme ─dijo mientras lo empujaba contra la pared y se pegaba a su cuerpo.

─Claro que puedo ─dijo hartándose de su juegos.

La tomó de la cintura. Ella había comenzado ese juego, pero no era la única que podía jugarlo.

Ella lo miró desconcertada obviamente no creyendo que él haría eso. Pero rápidamente cambió su expresión a una más seductora.

─Por lo visto me extrañaste mucho ─dijo dándole un suave beso en el cuello, uno que hizo erizar su piel─. Que lastima por eso, porque yo no te extrañe en lo más mínimo.

Se alejó unos pasos de él.

─Claro, que lo hiciste sino no estarías aquí.

─No estoy aquí por ti, lo estoy porque mi esposo me lo pidió ─dijo comenzando a alejarse de él entonces ella se detuvo un instante y le dedicó una sonrisa perversa.

─Para que te quede claro no te extrañe para nada y sabes porque, porque estaba muy ocupada haciendo el amor con Luke.

Ella comenzó a reír mientras veía los enormes celos brillando en sus ojos verdes.

─Eres una...

─¿Una qué? ─preguntó ella retándolo a terminar.

Él la miró furioso mientras caminaba hacia la salida.

Ella regresó a la mesa mientras lo veía salir totalmente furioso.

─¿No has visto Percy? ─le preguntó Luke mientras le acercaba la silla.

─Si ─respondió mientras se sentaba─, lo encontré en la salida me pido que los disculpara dijo que había surgido un imprevisto y tenía que marcharse.

─Esperemos que no haya sido nada grave ─comentó Luke.

─Si, eso esperemos ─dijo Nico bebiendo de su copa mientras la miraba sabiendo claramente que ella mentía.

Lo único que me quedaba de ti | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora