Una hermosa casa estilo griego se alzaba en una de las zonas más hermosas de Nueva York.
Esa mañana un BMW color negro se estaciono frente a la mansión, su conductor bajo del auto y al hacerlo pudo observar en la distancia a cuatro niños jugando en el jardín.
Tres niñas rubias corrían por todo el jardín persiguiendo a un niño de cabello obscuro quien claramente era el mayor. Las dos niñas más pequeñas se unieron logrando derribar al chico quien comenzó a reír al ser aplastado por sus hermanitas.
Él caminó hasta acercarse a los niños.
—Hola —dijo saludando a los niños quienes se sobresaltaron al escucharlo.
—Hola, ¿tú quién eres? —le preguntó una de las niñas más pequeñas.
—Me llamo Percy —dijo quitándose sus lentes de sol—. Soy el nuevo socio de sus padres.
—Mira Daylan, él se parece mucho a ti —dijo una de las mellizas mirándolos a ambos con sus intensos ojos azul eléctrico.
—Ya lo noté Sia —murmuró el pequeño—, por si no lo sabías, debido a la gran diversidad genética puede llegar a haber siete personas idénticas a ti alrededor del mundo sin que ninguna de ellas esté relacionada contigo.
—Wow yo no sabía eso —murmuró una de las mellizas—. Tú lo sabías Lana, porque yo no.
—Yo tampoco Sia. Una vez más nuestro hermano el Listillo nos sorprende.
—No me llamen así, que no me gusta —protestó el pequeño ojiverde.
Percy observó divertido la pequeña escena de los niños, quienes se habían sumergido en su propio mundo sin recordar que no estaban solos. Solo la mayor de las niñas parecía no haber olvidado su presencia.
Él la observó notando como la pequeña parecía casi una copia exacta de Annabeth en una versión infantil y dulce. La niña lo miró con sus intensos ojos grises para después regalarle una brillante sonrisa. Percy se sorprendió al verla sonreír pues por un segundo creyó haber visto en ella la dulce sonrisa de su madre Sally.
—Bueno, creo que tú eres la única que no se olvidó de mí —le dijo a la rubia—. ¿Cómo te llamas pequeña?
—Me llamo Avril —respondió la niña con dulce voz.
—Bien, Avril podrías decirme si están tus papás.
—Mi papi no está, pero mi mami sí.
[***]
Annabeth se encontraba caminando hacia las escaleras cuando escuchó la voz de Avril llamándola y casi deja caer el florero que llevaba en las manos cuando la vio caminando hacia ella de la mano de Percy.
—Hola Annabeth, no me habías dicho que tenias una hija tan linda —comentó sonriéndole a Avril.
—Mami, mi amigo Percy quiere hablar contigo.
—¿Tu amigo?
—Si, ¿verdad que eres mi amigo? —le pregunto la pequeña ojigris a Percy.
—Claro que si Avril, de ahora en adelante seremos amigos. Claro si no le molesta a tu madre —dijo Percy mirando retadoramente a Annabeth.
—Mami, Percy me agrada mucho ¿verdad que no te molesta? —le pregunto la niña mirándola con ojitos de foca bebé.
—Por supuesto que... no corazón.
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Lo único que me quedaba de ti | Completa
FanficEl amor y la traición a veces van de la mano.