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Nota:

*lo he puesto así dado que no deseo poner Werewolf y Wolf men. Más aun ambos casos se traducen como hombre lobo y no deseaba que hubiera confusión. Aquí...

Werewolf será lo que llamare Lobo hombre... tiene más apariencia de lobo que de humano, hocico, orejas y cola de lobo.

Wolf men será el común hombre lobo... de apariencia más humana sin cola.

~*~

Aun ahora cuando de mis venas cae la sangre y mi vida se va poco a poco, incluso si mi mente se llena de preguntas no deseo estar en otro lado que no sea tus brazos, ser visto por otros ojos que no sean los tuyos. Y sin embargo como desearía volver a ese tiempo donde tus ojos eran tan brillantes como tu sonrisa... No importa cuanto lo deseé... sé que es mi final... solo me duele que tu rostro tenga esa expresión...

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No hay mucho que decir. Siendo un híbrido no es que haya alguna buena disposición para mí. Llevado por el vaticano y obligado a matar a otros de mis ambas especies, dado que gracias a ellos puedo aliviar la sed endemoniada como su poder de mi parte vampiro y la increíble oleada de poder que me ataca las noches de luna llena.

Vampiros y lobos hombres son mis presas que una tras otra caen. Pero justo a hora la presa es uno de los primigenios del clan de los vampiros. Aun ni siquiera estoy frente a él y la oleada de poder hace temblar cada una de mis fibras en anticipación de una peligrosa batalla.

Aun cuando en la mayoría de los casos los hombres lobo odian a los vampiros este tiene a su mando a hordas enteras de ellos. Aunque los hombres lobo suelen ser más débiles que los Lobos hombres, sus capacidades para regenerarse siguen siendo igual de molestas.

Mi larga espada tiene que estar en constante movimiento, con el único objetivo de arrancar la cabeza de mis oponentes que al usar mi propia sangre permite a mi espada provocar que la herida que haga sea virulenta convirtiendo la roja sangre de mis enemigos en negro veneno.

Todavía cuando detrás de mí hay más de cien cuerpos de hombres lobos y más incluso debajo de mis pies. Frente a mí aún hay cada vez más y en lo alto me espera el castillo del señor de estas tierras. Aquel que ha matado a innumerables cazadores del Vaticano.

Este castillo que se encuentra en lo alto de un acantilado y lejano de la ciudad muestra aun en pleno día una oscuridad espeluznante. No puedo pensar más allá de que las personas de este lugar deben sufrir de innumerables maneras bajo el yugo de este ser.

Tres días llevo luchando sin descanso alguno contra sus perros de caza y mi sed cada vez es mayor, sin embargo el bozal en mi boca no me permite ni siquiera beber agua. Las ropas de un blanco absoluto están bañadas de rojo y negro por la sangre vertida como mi cabello. El aroma nauseabundo de los cuerpos cada vez me marean más y el incesante ataque de los hombres lobos cada vez me cansa más provocando que comience a ser lastimado por las garras y colmillos.

A finales del quinto día jadeo tras terminar con dos a la vez, pero mi hombro derecho es mordido. Apuñalándolo con mi espada mate al infeliz y corte a otros que me atacaron.

Maldición, mis piernas comienzan a flaquear.

Entierro la espada en el suelo para no caer y al verme rodeado teniendo los últimos rayos de sol a mi espalda de ese sexto día, hice que el viento a mi alrededor se arremolinara y de golpe se expandiera golpeando y cortando en pedazos a los hombres lobos que quedaban.

Creo que debería haber tomado la sangre que me ofrecieron antes de salir del Vaticano.

Incluso si mi pensamiento ya comenzaba a estar nublado y maldije en mi interior al ver una silueta en lo alto con aquel cabello blanquecino y piel pálida iluminado por la fría luz de la ahora ascendente luna. Aun si era una hermosa visión que parecía flotar con elegancia no era más que el señor de esas tierras dueño de los perros que lucharon contra mí y ahora que estoy así de cansado, hambriento y debilitado por la pérdida de sangre sale a mi encuentro.

_Es sorprendente que seas aun capaz de estar consciente, pequeño lobo del Vaticano.

Su voz como me lo dijeron. Una voz de seda, calmada y fría.

Comienza a descender parándose encima de unos cuerpos.

_Creo que eres el más fuerte enviado.

Aun si deseaba responder el bozal no me permitía más que dejar salir gruñidos por mi molestia. Preparándome para pelear levanté mi espada siendo capaz de ver los ojos dorados del vampiro frente a mí.

_Tu aroma –dijo poniéndose en un segundo a mi lado y olfateando mi cuello –no eres un simple Lobo hombre.

Traté de cortarlo pero él se tiró para atrás esquivando con gran facilidad mi ataque. De pronto el fuerte aroma de la sangre y la muerte golpeó mi sensible nariz, tensando mi cuerpo y obligándome a tragar la saliva que se acumulaba en mi boca. Mi bozal estaba en la mano de aquel señor de esas tierras.

_¡Devuélvelo! –Grité lanzándome hacia él.

Estoy seguro que mis ojos se habían vuelto rojos.

Los ojos de ese sujeto se ampliaron en sorpresa esquivando mi ataque.

_Un mitad vampiro –murmuró alejándose un poco.

Parecía consternado. Y yo estaba usando todo mi autocontrol para no tomar un cuerpo de los caídos para devorarlo.

Arremetí contra él con mis dientes apretados, siendo esquivado una y otra vez.

_Has luchado por casi una semana sin tregua alguna, perdiendo sangre y estando bajo el sol abrazador. Es un milagro que aun te puedas mover –me decía mientras yo lo seguía atacando.

Mis garras rozaron su mejilla teniendo que ser ahora yo quien esquivara su puño. Pero había conseguido lo que deseaba. Con rapidez me afirmé el bozal tapando mi boca y nariz, sin embargo las correas estaban rotas obligándome a mantener una de mis manos sujetándolo. Aun si el hambre y sed no se iría; el aroma a metal incrustado en el bozal distraía a mi nariz haciendo que el olor de mí alrededor fuese más tenue.

_Realmente sorprendente –dijo tocando su herida mejilla.

_Deberías solo darte prisa y morir –le dije apretando la empuñadura de mi espada –. La época de ustedes reinando ha pasado...

_Tu padre o tu madre era uno de nosotros –la sonrisa en su rostro me hizo gruñir.

_¡Eso no es tu asunto! –grité atacándolo.

_Demasiado temperamental.

Su puño conecto con rapidez en mis costillas antes de esquivar mi ataque.

_Eres un niño en comparación a mí y tratas de matarme cuando estás tan débil. Si fueras inteligente tratarías de escapar o hacer tiempo hasta la salida del sol.

Era seguro de que aquel era mayor que yo y seguramente con mucha más experiencia que yo en batallas, también era cierto que no estaba en mi mejor condición y que movido por el incontrolable deseo de pelear solo me estaba aventando tras él.

_Dicen que los híbridos de Vampiros son tolerantes al sol, pero deben descansar debes en cuando y al igual que nosotros su sed está... pero veo que te es más difícil de controlar tu sed que a un vampiro promedio ¿Qué pasaría si eres cubierto por sangre?

Diciendo eso comenzó a subir la mano haciendo que la sangre de los cuerpos comenzara a salir, en un comienzo gota a gota para luego ser ríos de sangre que comenzaron a remolinarse a mi alrededor. Mis sentidos ya turbados se agitaron más incluso teniendo el bozal apretado en mi boca, la saliva comenzó a salir...

Espada de sangre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora