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La mañana llegó encontrándonos a los dos en la cama. Anoche había formado un vínculo con Sesshoumaru, cosa que para los vampiros es como el matrimonio, pero este no se puede romper hasta la muerte de uno de los dos. Sin embargo aun si había tenido miedo en un momento luego estaba esperando que se uniera a mí, pero no paso y solo me termino diciendo que fuéramos despacio. Y de alguna forma tras ver su entre pierna hasta dudo si eso llegue a entrar.

Ahora es la primera vez que lo veo dormir... no sé si lo que siento es lo que se debe a las parejas, pero me gusta estar aquí con él cuando esa sutil sonrisa aparece en sus labios creo que se ve realmente atractivo, siempre estoy jugando, pero es divertido saber que me mira desde alguna ventana... no lo sé pero el que me mire me hace feliz... no sé de cuando empezó, sin embargo el deseo de besarlo se me ponía cada vez que lo veía beber de su copa y cuando lo vi con las ropas mojadas y pude ver su trabajado cuerpo sentí un extraño temblor que me obligó a desviar la mirada avergonzado.

Y ahora estoy aquí a su lado y me pertenece.

_¿Hasta cuándo me seguirás viendo? –dice comenzando a abrir los ojos sonriendo.

_Buenos días Sessh. –dije besándolo con rapidez y sonriendo.

Sus brazos me rodearon besándome con mimo.

~

Nuestros días comenzaron a ser sorprendentemente más íntimos y descubrí que Sesshoumaru es bastante apasionado, pero aun no me tomaba por completo.

Así pasaron unos meses antes de que fuese yo quien lo tiró a la cama y me comencé a acercar quitándome la ropa a vista de Sesshoumaru trepando por su cuerpo.

_Hoy estás realmente...

_Shh... hoy yo soy quien está al mando.

Con eso vi su sonrisa de quien se recostó mirándome con esos ojos de un dorado transparente. Lo besé mientras desabotonaba la camisa e introducía mis manos para acariciar su piel al abrirla sintiendo entre los besos sus suspiros, bajé mis manos a sus pantalones palpando su miembro semi erecto para terminar de despertarlo.

_Inu Yasha –dijo en un susurró ronco.

Abrí su pantalón y con la ayuda de que levantó las caderas retiré sus pantalones y ropa interior viendo aquel miembro haciéndome dudar de mi determinación inicial.

_Te dije que lo ugh...

Sujeté con una mano su miembro y con mi otra mano comencé a estimular mi entrada de manera torpe.

_Inu Yasha... no necesitas... mmm... está bien como lo hacemos... –dijo acariciándome el rostro.

Solté su miembro y me subí a sus piernas sujetándolo y posicionándolo en mi entrada.

_¡Inu espera! ¡Ugh tsh!

Reclamó ante el dolor y yo también al entrar la punta de golpe apretando los dientes y sintiendo mis ojos humedecer. Solo había sido la punta y dolía como el demonio.

_N-no... no creo...ugh...que...

_Trata... de res-pirar conmigo –dijo entre cortadamente.

Lo traté de hacer, pero era más difícil de lo que pensaba.

Sesshoumaru se sentó viéndome y me besó, rompió su lengua haciendo que bebiera entre besos distrayendo mi mente mientras acariciaba mi trasero con una mano y la otra mi miembro que por el dolor se había vuelto flácido. Sin moverse un centímetro él me comenzó a dar placer.

Espada de sangre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora