Capitulo 9.- Las frías cadenas del destino.

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La casa era helada por el clima que azotaba mis ventanas del pequeño departamento en el cual residía, pese a los pagos dados por parte de las demonios y Azazel, el constante caos causado por las mismas me impedía salir de ese departamento de bajo mundo. 

Sonriendo entre un par de muslos sonrió sintiendo una mínima felicidad entre tanto caos, Modeus solo suspiraba y me miraba con una sonrisa perdida. 

– Me sorprende el hecho de que prefieras dejarme entre tus muslos que tener una cita conmigo – 

– Las citas son románticas y los romances son para gente trastornada ~ – comenta con una risa nerviosa a su vez que continuaba leyendo una vieja novela romántica de mi estantería. 

Las otras chicas jugaban y platican entre mis pertenencias, las cuales no eran mucho pero era mejor que ha que Cerberus este intentando comerse a los otros perros de la calle. Azazel tomaba nota de mi expresión placida con Modeus;  Malina y Zdradas solo discutían respecto a la bebida y comida. 

<< Siento una extraña calma, muy extraña >>  decidiendo continuar mi búsqueda y despejar mi extrañamente confundida conciencia pido a Azazel acompañarme dejando a cargo a Malina, entre muchas comillas la mas sensata del grupo. 

Ambos caminamos entre las frías calles, algo quería decirle; no podía parar de ver su hermosa mirada curiosa y el balancear de su cabeza de lado a lado tarareando una melodía de la televisión. 

– No hemos continuado con nuestra búsqueda de demonios, tengo indicios que aun queda una chica demonio por la zona pero no he visto rastro de ella en días – comentaba buscando entre sus apuntes hasta señalarme una ruta de hacia donde podría transitar esa demonio. 

– Tranquila, la encontraremos y podrás hacer tu tesis.... oye, Azazel, ¿Cuáles eran los términos de nuestro contrato? – comenté mostrando la pequeña cicatriz en mi mano. 

– Es cierto, olvide decirte, las fuerzas celestiales te cuidarán mientras sigas con tu misión, eres parcialmente inmortal aunque claro, armas divinas te erradicarían al instante – 

Esas palabras me dieron un gran escalofrió solo bajando la mirada, siendo notado por ella que sutilmente se acurruca en mi brazo sonriendo con una calidez incomparable. 

– Yo no dejaré que mueras, has sido un gran compañero de trabajo y además, alguien muy importante en mi existencia – las mejillas del ángel se sonrojaron mientras continuaba tomando mi brazo con una calma aparente –Pese a mi misión impuesta por las altas intenciones, tú has sido lo más cercano a un compañero de vida en todos estos meses además siempre mostraste ese cuidado humano que nunca recibí, gracias, muestra de afecto. 

Con una sutil reverencia ella besa mi mejilla como agradecimiento antes de volver aferrarse a mis brazos; pasamos por un par de puesto comerciales comprando algo de comer con el poco dinero que quedaba en mis bolsillo, sentados en un parque con un vaso de chocolate caliente para ambos fue lo más cercano a una cita decente en toda mi vida. 

El gélido aire seguía azotando nuestros cuerpos pero la calma volvió de nuevo a mi al sentir como las manos de ella se entrelazaban con la mía, sus ojos brillantes se vincularon con los míos mientras mi mente daba vueltas siento a esta tomarme de la cara y sonreírme. 

– Desconozco muchas emociones humanas, no por algo repetí mi tesis de mentalidad humana pero algo dentro de mi quiere tenerte conmigo~ – mi razonamiento se perdían en una hipnótica sonrisa de aquel ángel. 

Revisando si no tenia algún resto de esa loción de Malina noté que no había rastros en mi ropa o manos por lo que sentía ella no era algún tipo de estado alterado, intentando acercarme a ella sintiendo su cálido aliento rozar mi mejilla notando que ella no oponía resistencia ante mi cercanía como en ocasiones anteriores. 

♧♡ ¡Enamorándome de un Ángel! (Lector X Azazel x Harem) ♡♧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora