Knock Out - [DD #2] - Akary Gressed

16- A KILÓMETROS DE TI 2/2

Me costó demasiado levantarme a las 5am para poder despedir a Akon, iríamos juntos a desayunar antes de su partida, era nuestra pequeña despedida.

Me puse lo más bonita que se podía, un vestido veraniego holgado como el de ayer de color violeta, sandalias de color amarillo pastel y una chaqueta del mismo color, arregle mi risado pelo pero use poco maquillaje, no quería parecer más arreglada de la cuenta.

Lista.

Tomé mis cosas y salí de la casa, el cielo se veía nublado, aún no salía el sol, ni siquiera eran las 6,no habíamos acordado a esta hora, pero yo sentía la gran necesidad de pasar un rato más con el, antes de que llegasen los demás.

Estaba nerviosa, mis manos dudaban sobre el volante y me miraba al espejo cada dos minutos... ¿Qué demonios pasa conmigo hoy?

Aparqué fuera de su casa y sequé mis manos en el vestido, tomé mi llave de su casa que aunque la usaba poco, hoy me iba a servir para no despertar a nadie a esta hora. Bertha estaba despierta y barría el frente de la casa.

-Buenos días Bertha - saludé

-Buen día niña Annie, ¿Cómo te va?

-Bien, ¿Akon está, cierto?

-Si, el joven está arriba, pasa.

-Bien, gracias.

Subí sigilosamente las escaleras, no quería despertar a Kamille o Dianne, ni siquiera a John.

Abrí la puerta de su habitación y la cerré detrás de mi, un segundo después el salió del baño.

Completamente desnudo.

Mojado.

Y con una ereccion.

Me tapé los ojos con las manos rápidamente y me dí la vuelta.

-¡Exhibitionista! - le grité

El se paró detrás de mi, muy muy cerca de mi.

-Estoy en habitación, aquí nadie me ve. - Susurró a mi oido y sentía esa sonrisa estúpida en su cara.

-¿Qué tal si hubiese sido Bertha?

-Bertha no entra a mi habitación como pulga por su casa.

-Es como perro por su casa, genio.

-Lo sé, pero tu eres una pulga, no un perro - Sentí sus manos envolver una toalla - que no sé de dónde sacó - en su cintura. Acto seguido, presionó su ereccion en mi trasero -¿Que haces aquí? - Susurró con voz ronca a mi oído.

-Yo... Yo.. Bubu... Ahh - fue todo lo que salió de mi boca. Toda la sangre se acumuló en mi cara y por más que quise no pude moverme.

-No entendí lo que dijiste - Sacó su lengua y rosó mi lóbulo, luego bajó por mi cuello y me presionó mas fuerte contra la puerta, un jadeo se escapó de mi boca y no lo pude detener. -¡Huh!

El sonrió -Annie, vamos, dime que haces aquí - su voz era suave, me hacía cosquillas y pequeñas gotas de su cabello caían sobre mi hombro. Con una de sus manos trazó una línea desde mi muslo hasta mis bragas, deteniéndose allí, las haló y las soltó de golpe, haciéndome dar un respingo.

Con la otra mano me tomó de la cintura y me pegó más a el, mientras exploraba mi cuerpo por encima de la ropa, cada caricia, cada toque me hacía estremecer, sus grandes manos causaban escalofríos en mi interior, y cuando su gran lengua se ponía en contacto con mi piel, sentía un cosquilleo justo en la entre pierna.

De repente me volteó y yo ahora estaba frente a el, su mirada estaba llena de deseo, una mirada oscura, que me transmitió cosas que no podía explicar, me hacían desearlo también, su boca entre abierta me pedía a gritos que la bese y su pelo mojado quería que yo lo halase para facilitar el acceso. Con sus manos me tomó de la cintura e hizo que rodeará su cintura con mis piernas, mis brazos estaban alrededor de su cuello y mi mirada no podía despegarse de la suya, su boca fue directo a mi cuello, eliminando todo pensamiento coherente de mi mente, mis ojos se cerraron ante el contacto y pequeños "Ash" salían de mi sin avisar. Akon hizo un sonido desde el fondo de su garganta, haciendo que yo sintiera otro cosquilleo allí debajo, tomé su pelo mojado entre mis dedos y lo hale hacia abajo, cuando sus labios estaban cerca de los míos, sacó su lengua y lamió mi labio inferior, luego el superior, entonces me besó con furia, con ansias, con desesperación, sin darme cuenta ya estaba sobre su cama con el entre mis piernas, basándonos desenfrenada mente, habían manos por todos lados y gruñidos internos resonaban por toda la habitación. Nuestras respiraciones eran irregulares y nuestros latidos podían escucharse a lo lejos, pero el se detuvo.

-No... Yo.. No... - respiró fuerte -Así no... Hay...hay que parar.

Tomé su cara entre mis manos y no lo solté hasta que mi respiración se estabilizó.

-Akon ... - suspire - ¿Porqué hicimos eso? - pregunté

-¿Porqué queríamos? - dijo - Nos gustamos, Annie, me lo acabas de demostrar.

Cerré los ojos con fuerza -Pero yo nunca había sentido esto...

-Shhh... No pelees con lo que sientes, conociéndote, si no hubieses querido no lo hubiese hecho, ya me hubieses pateado las bolas - ambos reímos.

-Sentí ganas de besarte - le dije, tratando de ser lo más sincera posible con el, si le mentía, el lo sabría.

-Lo sé, pero lo hice por ti para hacerlo más fácil, tu te estabas debatiendo en si hacerlo o no.

-Talvez. ¿Esto está mal? - pregunté

-Oh no, claro que no, esto no está mal, Te quiero, desde siempre, tú me quieres, pero no sabes si de la misma manera, yo puedo ayudarte a darte cuenta - pegó su frente a la mía - Solo dame la oportunidad, solo dime que si, solo eligeme y me harás el idiota más feliz del mundo, al igual que lo haré contigo. Depósito un pequeño beso en la comisura de mis labios y ya me sentía atontada -Solo dí que si.

Talvez luego me iba a arrepentir de esto...

-Si, si quiero.

El abrió los ojos como platos -¿Qué? - preguntó

Sin querer responder con palabras, lo besé, suavemente y el lo respondió.

-Tomaré eso como un "Por supuesto" - sonrió -Gracias - cerró sus ojos y me abrazó - Mis deseos se están cumpliendo por orden.

Sonreí - Y así todos se van a ir cumpliendo, novio.

-Me encanta como suena eso en tu boca, novia. - Ambos reímos.

Así abrazados, permanecimos por un buen rato, sin hablar, solo abrazados.

*

-No quiero irme - dijo.

Ya habíamos desayunado, los chicos se habían despedido por que tenian clases, la mía empezaba a las 10 gracias a Dios.

-Debes irte campeón - le dije.

-Si me hubieses aceptado antes no hubiese firmado ese contrato, Annie.

-Yo creo que si, yo te hubiese convencido.

El entrecerro los ojos -Te aprovechas de mi debilidad.

Yo rei -¿Debilidad? ¿Cual Debilidad?

-Tú eres mi debilidad, tonta.

Me sonrojé como idiota -Ya deja de ser tan cursi, tonto.

-Ahhhh Annie, mi novia - suspiró -pensé que esto nunca llegaría, y pensar que tuve que ponerte al borde de un orgasmo para que te dieras cuenta.

Lo Golpee fuerte en el estómago -¡No seas patán!

El río a carcajadas -Ya perdón pulguita. - miró el reloj -Allí viene Joseph, el entrenador.

Lo abracé fuertemente, aspire su olor y le dí un beso en los labios -Hasta pronto, campeón - Susurre contra su pecho.

-Hasta pronto, novia - dio un beso a mi cabeza y se subió al auto de Joseph.

Lo salude con la mano y el no entro la cabeza al auto hasta que giraron en una esquina.

Acabo de tenerte y ya te vas...

***

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