25 -Traumada De Por Vida.

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Ya fuera de clases, salí de la universidad cojeando literalmente, la pierna aun me dolia bastante.

-¡Annie!- gritó Damien corriendo hacia mi.

-Morenito - canturree

El sonrió -¿ Ya te vas? -preguntó

-Sip, ya terminé con mis clases por hoy, ¿Tú a dónde vas?

-Ya sabes, entrenar - removió el bulto con sus pertenencias ante mis ojos.

-Ah - sonreí -¿Dónde están Alex y los chicos?

-Se quedarán a ver la práctica, ¿Porqué no te quedas? Así nos vamos todos juntos a comer o tomar algo.

-Realmente no quiero, la pierna me está doliendo y me gustaría dormir un poco, ya sabes que el viaje es agotador, me sorprende que tengas energía para entrenar.

-Oh bebé yo soy un hombre fuerte.

-Si claro, no dudo de ello. Nos vemos esta noche en mi casa si quieres.

-Me parece bien chiqui, iremos todos a cuidarte cojita.

-Gracias tonto.

Le di un amistoso golpe al hombro y continúe con mi camino hacia mi auto.

El sol ya se estaba escondiendo, mi jornada de estudio en la universidad fue lo bastante larga como para entrar en la mañana y salir al atardecer.

Mientras iba conduciendo hacia mi hogar, puse música para relajarme. De un momento a otro, mientras cantaba Boss de Fifth Harmony una motocicleta se me atravesó en el camino lo bastante rápido como para que casi perdiera el control y me estrellara contra el. Maniobré para no romperme la cabeza al frenar de repente y salí bociferando todas las maldiciones que me sabía.

-¿¡Qué demonios pasa contigo?! - le grité al conductor.

Pero ya lo conocía, ese cuerpo era inconfundible para mi. Sin quitarse el casco bajó de la camioneta y caminó hacia mi con decisión. Me quedé estática justo donde estaba hasta que el me cargó sobre sus hombros y caminó hacia detrás de los árboles que habían a los lados de la carretera.

-¡Dylan sueltame! - le grité mientras lo golpeaba pero el no se inmutó.

El olor a alcohol sobresalía de los poros de su cuerpo, me sostenía con fuerza y no decía nada, solo caminaba adentrándose cada vez más al bosque.

-¡Dylan por Dios me estás lastimado la pierna!

-¡Callate la boca Annie! - Gritó tan fuerte que me callé de golpe. Pero seguí golpeando.

En un instante caí de golpe sobre el suelo con Dylan encima, se quitó el casco y su aspecto me hizo olvidar el dolor que sentí al caer. Sus ojeras decían que tenía varios días sin dormir, una barba rodeaba su rostro y el pelo sucio y maloliente caía sobre su frente. Su mirada estaba vacía, esos ojos azules que una vez me enamoraron hoy estaban apagados.

-Dylan por Dios quítate de encima.

-Oh no, claro que no Annie - me dió una sonrisa de medio lado que hizo que mi respiración se detuviera.

La mirada que tenía en los ojos era como la de un lobo en frente de su presa.

Empezó a besar mi cuello con furia, lo golpee pero el tomó ambas de mis manos y las sostuvo por encima de mi cabeza con una de las suyas. Mis piernas fueron inmovilizadas con sus rodillas y mi boca tapada con su mano libre.

No dejaba de gritar aunque mis gritos fueran amortiguados con sus grandes manos. El seguía besando mis cuello y brazos, pasaba su lengua por toda mi cara y el muy hijo de puta no dejaba de mirarme a los ojos.

Mordi su mano como pude y el la retiró -¡Dylan por favor no hagas esto, estas borracho! - grité

Las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos y le rogué con la mirada que no lo hiciera pero el no me veía.

Desgarró mi blusa exponiendo mi sostén y empezó a repartir besos por todo el lugar, besos que me hacían retorcerme del asco que me producían. Quitó su mano de mi boca y empezó a besarme, tomé su labio inferior y lo mordi con fuerza, haciendo que el gritara de dolor y estrellara su mano contra mi mejilla haciéndola arder al instante.

Fué al botón de mi pantalón y lo saco de un tirón, rápidamente antes de que pudiera patalear se subió sobre mi nuevamente besandome por todos lados.

-¡Dylan por favor yo soy virgen no quiero que sea así! - le rogué

-¡Callate y no me mientas que se que ya te acostaste con el imbecil de Akon y no conmigo! - Gritó

-¡Eso no es cierto Dylan por favor dejame!

Pero el no me escuchaba.

Como pude agarre un puño de tierra y lo lance sobre su cara haciendo que le cayera en los ojos y se retirara de encima.

Me puse de pie y cuando intenté correr Dylan agarró mi pierna haciéndome caer de frente contra el piso. El sabor metálico de la sangre se hizo presente en mi boca pero no hice caso y lance mi otra pierna hacia la cara de Dylan.

Empecé a correr sin mirar hacia atrás, sus pasos se escuchaban cerca pisoteando las ramas del camino y aunque mi pierna me dolia me olvidé de ella y seguí corriendo. Las lagrimas estaban nublado mi vista y las aparte con rabia fe mi cara para seguir corriendo. Me caí al suelo de rodillas y estas sangraron, pero ver que me había cortado me dió el último impulso que necesitaba para seguir corriendo hasta más no poder.

Llegué a la carretera y me lancé literalmente al auto.
Mis manos temblorosas no me dejaban encenderlo y sentí las fuertes pisadas de Dylan acercarse. Llegó como una bala hacia mi halando mi pelo por la ventanilla, arranqué el auto y pise el acelerador sin importar que el estuviese agarrando mi pelo con semejante fuerza. Pise el acelerador hasta el fondo y cuando Dylan no pudo correr más me soltó.

Di la vuelta y me desvié, ni loca llegaría a mi casa esta hora donde no había nadie. Mientras conducía a casa de la abuela con todo tipo de pensamientos en mi mente marqué el número de Akon quien respondió al segundo tono.

-Mi pequeña...

-¡Akon! - lloré histericamente

-¿¡Qué pasa?! ¿¡Porqué lloras?!

-¡Akon te necesito, te necesito tienes que venir por favor tienes que venir estaré en casa de la abuela, ven por favor!- no dejaba de balbucear cosas sin sentido así que colgué dejándolo sin saber nada.

Lancé el teléfono a la parte de atrás del auto y aparqué frente a la casa, subí las escaleras corriendo y me encerré en el baño observando mi aspecto.

Moretones en la cara.
Chupetones en el cuello.
La camiseta desgarrada.
Moretones en la espalda.
Labio partido.
Rodillas raspadas.
Hojas en el pelo.
Maquillaje corrido.

Dylan me había marcado de por vida, lo peor de todo es que las marcas no estaban en el exterior necesariamente.

Knock Out - [DD #2] - Akary GressedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora