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Capítulo 6 【 Los secretos de Daenyra 】
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Draco Malfoy no volvió a las aulas hasta última hora de la mañana del jueves, cuando los de Slytherin y los de Gryffindor estaban en mitad de la clase de Pociones, que duraba dos horas. Entró con aires de grandeza en la mazmorra, con el brazo derecho en cabestrillo y cubierto de vendajes, comportándose, de manera arrogante. Nymeria lo miro con los ojos entre cerrados, la noche que la siguió solo llevaba el brazo vendado.
— Sí — dijo Malfoy lamentandose Pero Harry vio que guiñaba un ojo a Crabbe y Goyle, posteriormente miro a Nymeria.
—Siéntate —le dijo el profesor Snape amablemente.
Harry y Ron se miraron. Si ellos hubieran llegado tarde, Snape no los habría mandado sentarse, los habría castigado a quedarse después de clase. Pero Draco Malfoy siempre se había librado de los castigos en las clases de Snape, pues este era el jefe de la casa de Slytherin y casi siempre favorecía a los suyos.
Ese día trabajaban en una nueva pócima, una solución para encoger. Malfoy colocó su caldero al lado de Harry, Ron y Nymeria para preparar los ingredientes en la misma mesa.
— Profesor — dijo Malfoy — necesitaré ayuda para cortar las raíces de margarita, porque con el brazo así no puedo.
— Targaryen, córtaselas tú —ordenó Snape sin levantar la vista.