20/OLI

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Oliver miraba por la ventana del coche, no queria discutir más con Dylan por la estudidez de Ryan. Si iba a hacer algo pelearia con él, pero no con Dylan. Estaba empezando a caerle bien, y no solo eso, sus sentimientos crecian, pero, no podia gustarle. No estaban hechos el uno para el otro; no estaban en un libro ni película cliche donde se enamoran y terminan felices para siempre ¿Si sabia quien era Dylan por que seguia juntandose con él?
Es ilógico el hecho de querer entablar conversaciones con un chico al que apenas conoces y tienes ciertas dudas sobre su procedencia familiar.
Porque si de algo estaba seguro es que queria informacion sobre Dylan; estaba claro que no iría a chibarse a la policia por que un chico de su universidad está metido en asuntos ilegales, porque Dylan no parecia un chico tan malo como intentaba aparentar desde fuera. En todo caso, queria saber más pero sin llegar a meterse en demasiados líos, porque intuía que estar cerca de Dylan le traería futuros problemas. 

Pero todos esos pensamientos se fueron a la basura cuando besó a Dylan, no lo había pensado. Él siempre pensaba en las consecuencias pero cuando se tratada de Berners no lo hacía ¿Tan difícil era apartarse de él? ¿Porqué besarlo? Pero si hubiera sido solo un beso estaba bien, pero había sentido sentimientos. Le gustaba Dylan pero no quería admitirlo.

—¿Estas enfadado?

—No, ¿qué te hace pensar eso?

—Acabo de besarte y estas...estas un poco callado —estaciona el coche y me mira fijamente.

—Bueno podría decirse que me ha gustado y volvería a repetirlo si me dieras el gusto de hacerlo.

—Idiota —dije dandole un golpe en el brazo.

—Oliver...Se que puedo ser peligroso y no te lo discuto, pero Ryan no piensa, solo actúa cuando se trata de venganza —expuso antes de bajarse del coche—. No quiero que te enfades pero quiero que entiendas que esto no es fácil.

—Puedo defenderme solo si es lo que te preocupa —Dije algo cansado del tema—. No es como si fuera a matarme por eso, ¿no?

—No lo destacaría...

No dije nada más; no tenía nada que decir, solo bajamos del coche y andamos hasta llegar a la puerta de la heladeria. Las chicas tardarian mas tiempo ya que venían andando. 

Pedimos los helados que queríamos cada uno y nos sentamos en el banco del parque que había enfrente, había algunas personas ya que era temprano. Algunos niños corrían mientras sus padres estaban pendientes de los móviles.
Dejan a sus hijos con niños que apenas conocen mientras se distraen aburridos. 

El helado se derritió, el sabor dulce se convirtió en amargo de solo pensar en Ryan, aunque por fuera parecia lo suficientemente maduro y en parte guapo, por dentro era todo lo contrario. No se lo que se traían entre manos Dylan y sus amigos, pero estaba más que claro que no era nada bueno y aunque no podia cambiarlo, preferiría dejar a un lado mi curiosidad y no adentrarme en nada, lo malo es que ya sabía que no podía escapar del hecho que no soy lo suficientemente fuerte para dejarlo de lado. 

—Mcloth, el sábado habra una fiesta, ¿vas a venir? 

—¿Sobre distrazarse? No gracias, no quiero ir ya intentó convencerme Liam y no lo consiguió.

—Si tu lo dices, tu te lo pierdes —iba a decir algo pero por su rostro, creo que mejor pensó en lo que iba a decir antes de continuar—. Ryan estará allí, es mejor así.

—Entonces iré —dije firme—. No quiero que crea que me escondo de él.

—Eres un caso perdido.

Rodó los ojos y terminó su helado, las chicas venían hacia nosotros con sus helados en las manos.
Tardaron más de lo que creía pero aquí estábamos todos, ninguno disfrutaba por el simple hecho de que se acercaban los exámenes y más de uno nervioso por suspenderlos.

•°MI PEQUEÑA PERDICIÓN°• / REEDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora