14 /JAMES

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~/CAPÍTULO ESPECIAL/~

No me gustaba ver a mi mejor amigo en ese estado. Sabía lo que hacía su padre y no estaba de acuerdo con eso porque mandaba a Dylan a hacer trabajos sucios. Dylan se había negado muchas veces pero siempre acababa cediendo ante él, y las consecuencias no fueron buenas.

Era lunes y aunque mañana había clases, estaba en una discoteca.
Necesitaba distraerme, ya bastaba con los exámenes y con tener que preocuparme por Dylan.
Queria a Dylan, No lo demostraba pero es cierto que le tengo un gran afecto. Era mi mejor amigo desde pequeño, hemos tenido nuestras peleas pero es algo normal porque no pensamos igual en algunos aspectos.
Tenemos nuestras diferencias, y aunque a veces era un gran imbécil, otras era un amor de persona. Bueno, No tanto, pero aún así se le quiere y merece la pena.

Sin embargo Ryan es todo lo contrario, hay veces que ni yo lo tolero. No es que sea tan malo, pero hay momentos donde cree que es el jefe de todo, incluyendo la vida de los demás.
Se que ha tenido una vida un poco indeseable, lo ha pasado un poco mal estos años pero no tiene porque ir haciendo estupideces cada dos por tres. Como dije es insoportable, aunque en las malas se puede decir que no es tan malo.

Salí de mis pensamientos y bebí de mi vaso, todavía estaba sobrio.

El lugar estaba un poco vacío por ser lunes pero aún así había algún que otro grupo.

—Ya te dije que no —mi vista se fijó en dos chicos que estaban peleando a metros de mi.

—Es tarde y estás borracho.

—No...voy...a...volver —deletreó palabra por palabra.

—Nick, no seas testarudo, en primer lugar no deberíamos ni de estar aquí.

—Solo divirtámonos.

—Mañana hay clases —insistía el otro chico.

—No voy a ir.

—Nick, ¿sabes qué? olvídalo, me largo —el chico de pelo castaño cogió su chaqueta y se fue—. Ya te he ayudado lo suficiente.

—Adiós —dijo bebiendo de su vaso sin darle más importancia— Espero no volver a verte en un tiempo —gritó al otro chico. 

El chico, Nick, ahora estaba solo y no sabía si reírme porque su amigo no logró llevárselo. Me daba un poco de pena el hecho de que estuviera borracho, parecía un niño. Aunque hace unos años, cuando era menor de edad, simplemente le robabamos las botellas de alcohol al padre de Dylan.

Una chica se acercó a él cuando pasaron apenas unos minutos y, aunque intentó hablar con Nick, no funcionó.
Solo se levantó y miró a su alrededor, posando su mirada en mi. No se en que momento pasó pero lo tenía justo delante.

—No me gustas —dijo señalando a la chica—. Y...tengo pareja

Se acercó y me besó.
Me quede estático, no sabía que hacer. Simplemente estaba sorprendido de lo que acababa de pasar, ¿un chico besándome?.

Me aparté de él y lo mire confundido, pidiéndole explicaciones con la mirada, aunque debía de tener en cuenta que estaba ebrio.

Una vez que la chica se fue algo avergonzada se apartó de mí a una distancia prudente y frunció el labio.

—Perdón —dijo pasando sus manos por la cara—. No se iba y me estaba agobiando.

—No...no pasa nada.

—¿Cómo te llamas? —preguntó inocente.

—James, ¿Nick verdad?

—¡Si! —exclamo emocionado.

Reí por la forma en que lo dijo y seguí bebiendo de mi bebida, aunque no me esperaba la siguiente pregunta.

—Tú....¿eres gay?

—¿Eh? —escupí  la bebida y tosí varias veces—. Eh...¿No?

—Pareces no estar convencido —dijo entrecerrando los ojos—. Si no quieres decírmelo esta bien —dijo levantando las manos.

Para ser joven era todo lo contrario a lo que me esperaba, o simplemente era efecto del alcohol.

—No lo soy —declaré segundos después—. ¿Y tú?

—¿Yo? Que va —dijo negando con la cabeza—. Soy bixesual

—Oh, entonces lo tendrás más fácil, ¿no?

—¿Fácil? Que dices —se sentó al lado de mi y cogió mi vaso para beber— Ser bixesual para la sociedad es confuso, siempre te están exigiendo que eligas un bando, o te gustan los chicos, o te gustan las chicas —bufó y me miró—. Y bueno...en el ámbito amoroso no creas que es diferente a ser hetero, seguro tú, James, tienes más oportunidades que yo.

—Nunca he tenido novia —susurro más para mi que para él.

—¿Qué nunca has tenido novia? —preguntó gritando sorprendido—. Te ves como alguien que tiene a muchas detrás, y puede que ha muchos...

—Eso es cierto, algunas se me declaran pero simplemente no me atraen, y en vez de ser infiel o estresarme por no ser buen novio prefiero rechazarlas  —dije alzando los hombros—. A veces no creo que el amor sea para mí

—Que dices, seguro que la vida tiene algo preparado para ti —aseguró sonriendo—. Solo...se paciente

Sonreí también y le quité la bebida para terminármela.

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Ya era tarde, demasiado diría yo. Eran las tres de la  mañana y estábamos llegando a mi casa.
Nick se quedó dormido y como un tonto, me tocaba a mi llevarlo, porque si, me daba pena dejarlo allí solo.
Saqué las llaves del bolsillo e intente abrir la puerta pero se me cayeron al suelo.

—Mierda...

Intenté agacharme pero el peso de Nick no me lo permitía. Pesaba poco, pero aún así me costaba agacharme sin sostenerme.
Lo subí más y me agaché con cuidado, logré coger las llaves y suspiré de cansancio cuando me volví a levantar.
Esta vez tuve más cuidado para que no volviera a pasar lo de antes y una vez dentro lo llevé a la habitación más cercana, le apagué la luz para que no le molestara y encajé la puerta.

Volví a la entrada y cerré la puerta con llave.
Me tiré al sofá y me estiré, no creo que mañana esté bien para soportar a los profesores.
Cerré los ojos un momento y me relaje.
Estaba todo en silencio y la única luz que alumbraba en la sala era la de la lámpara al lado del sofá.
Abrí los ojos y revisé mi móvil, tenía algunos mensajes del grupo de mis amigos, los leí por encima, contesté a algunos y me metí en instagram.
No había nada nuevo, solo vi algunas historias y dejé el móvil en la mesa.
Encendí la estufa para calentarme y me tendí en el sofá dispuesto a dormirme.

–James...¿Estás despierto?

Esa voz hizo despertarme, me giré y lo miré.
Se acerco despacio y se metió por debajo de las mantas, tumbándose a mi lado.

—¿Puedo dormir contigo? —preguntó susurrándome—. No puedo volver a dormirme solo...

—Esta bien...

Solo tuve fuerzas para decir aquello, mis ojos se cerraron y lo último que supe fue que me abrazó y no me importó, tal vez por el cansancio o por qué me agradaba sentir el calor de otra persona.

•°MI PEQUEÑA PERDICIÓN°• / REEDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora