02

60 7 0
                                    


—¿No me dirás tú nombre, Ricitos?

Sakusa suspiro y respondió cansado:—Me llamo Komori.

Atsumu hizo un sonido afirmativo y comenzó a ver qué había en el coche solo por aburrimiento.

—¿Te gusta Taylor Swift? —Preguntó Atsumu al ver un par de álbumes con una carta.

—Son de mi primo. —Mintió por segunda vez.

—¿Y esta carta? «Para Sakusa Kiyoomi» ¿Ese es tú primo?

—Si, no lo leeas. —Sakusa intentó quitarle aquella carta a Atsumu pero al estar conduciendo tuvo que rendirse y dejar que Atsumu la leyera.

— «Sakusa, deja de mentir a la gente con tu nombre. Estoy cansado de que la gente piense que soy tú. Como le vuelvas a mentir a alguien con tu nombre te juro que cometo un muy grave delito. Atte: Komori» —Atsumu se quedó callado después de leer eso en alto.—¿Tú eres Sakusa Kiyoomi, verdad?

—... Sí, pero eso no importa.

—Me mentiste. —Atsumu llevó una mano a su pecho con dramatismo.

—Tampoco fue para tanto.

—Pondré música. —Cambió de tema de repente.—Puedo, ¿no? Bueno da igual, lo haré igualmente.

Atsumu puso uno de esos discos de Taylor Swift.

—Entonces... Si tú eres Sakusa, entonces estos discos son tuyos así que te gusta Taylor, ¿No?

—Esta bien.

Atsumu se cansó de sus respuestas cortantes y comenzó a cantar.

Don't blame me, love made me crazy. Oh, vamos, canta. Es imposible que no te la sepas.

Oh lord save me, my drug is my baby I'll be using for the rest of my life.—Murmuró Sakusa por lo bajo.

—Using for the rest of my life, ohhh. —Siguió Atsumu felizmente la letra de la canción.

—Dios, esto es humillante y ridículo.

—Es divertido, Kiyoomi.

—No me llames así, no eres mi amigo.

Hubo un silencio incómodo durante un par de minutos que Atsumu no dudó en romper.

—¿Queda mucho?

—No.

—¿Cuánto queda?

—Poco.

—¿Cuánto es poco?

Sakusa giró el coche bruscamente y freno.

—Ya está, llegamos. ¿Feliz?

—Si, solo espero que no tenga que dormir en el sofá.

—No salgas todavía. —Dijo Sakusa saliendo del coche ignorando completamente lo que dijo Atsumu.

Fue al maletero y de allí sacó un gorro, gafas de sol y una mascarilla.

—Póntelo, todo. —Tiró todo lo mencionado anteriormente encima de Atsumu sin cuidado alguno.

—¿Para qué?

—Mmm, no sé, tal vez porque literalmente eres un criminal que debería de estar en la cárcel y nadie debería de saber sobre esto, pero no sé, solo es lo que creo. —Respondió de forma sarcástica e irónica.

Miya se lo puso todo mientras se quejaba y una vez terminó ambos entraron al hotel, aunque Atsumu no habló y simplemente se quedó apartado en una esquina mientras Sakusa hablaba.

—Vamos. Es la 143. En el segundo piso.

Al llegar a la habitación se podía ver perfectamente que aquel hotel era bastante bueno.

Había una habitación con cama de matrimonio, en la cual había una mesa, mini nevera, armario y televisión.

También una habitación para niños con una cama pequeña y una televisión sin nada más aparte de un armario.

—Oye... ¿Yo dónde dormiré? Quiero decir, yo no soy un niño.

—Pero te comportas como uno, duerme en la habitación infantil.

—¿Qué? No, no quiero. —Dijo Atsumu mientras se cruzaba de brazos y hacia un puchero.

Sakusa se dio la vuelta mirándole a los ojos fijamente y le respondió:—No me importa nada lo que tú quieras —Cada vez se acercaba más a Atsumu haciéndolo retroceder— tú dormirás en esa habitación y no te quejarás más.

Sin darse cuenta Atsumu había retrocedido tanto que había entrado a esa habitación, pero para su desgracia cuando se dió cuenta fue cuando Sakusa salió dando un portazo a la vez que cerraba la puerta.

Era muy confuso todo para Atsumu. Él, Miya Atsumu, se había sentido intimidado por Sakusa Kiyoomi. Eso era imposible. ¿Que le había sucedido?

Por otro lado Sakusa encendió la televisión poniendo las noticias a la vez que apoyaba su ordenador, el cual había sacado de la maleta nada más llegar, en la mesa que había en la habitación.

Cogió la maleta que tenía con algo de ropa y sacó la que él usaría y algo que podría prestarle a Atsumu ya que olvidó su maleta y no iría al coche a por ella.

Una vez cambiado fue a la habitación de Atsumu con intención de darle la ropa pero se detuvo apoyado en el marco de la puerta al ver a Atsumu.

Estaba tumbado en la cama, en ropa interior.

Sakusa se detuvo a mirarlo de arriba a abajo inconscientemente.

—¿Vas a quedarte ahí mirándome toda la noche? —Preguntó Atsumu con una gran sonrisa.

Sakusa pestañeó confundido para luego simplemente tirar las prendas encima suyo e irse.

Miya felizmente agarró aquellas prendas y se las puso.

Pocos minutos más tarde Atsumu empezó a aburrirse y no se le ocurrió nada mejor que ir a la habitación de Sakusa a molestar.

—¿Que haces?

—Trabajo, ahora vete.

—Que malo. —Respondió divertido y luego se sentó en la cama.

—Deberías irte.

—¿Porque?

—Porque lo digo yo.

—No me iré, me quedaré. —Dijo decidido.

—¿Estás tratando de retarme o algo por el estilo? —Preguntó girándose a mirar a Atsumu sin mascarilla por primera vez.

—Quien sabe.

Sakusa se levantó y se acercó a Atsumu. Ambos se miraban fijamente, poco a poco, sus cabezas cada vez se unían más. Pero todo se arruinó con una noticia.

"... A Osamu en el mismo lugar que detuvieron a Atsumu. La policía está investigando todavía, se cree que Osamu trataba de buscar algo [...] "

—¿Sabés algo sobre eso?

—No lo escuché, no me interesa. —Respondió Atsumu molesto.

—Tu hermano estuvo en el sitio donde te detuvieron buscando algo, ¿Que dejaste allí?

—¿Yo? Nada.

—¿Entonces qué hacía tu hermano allí? Miya.

Sakusa se acercó otra vez a Atsumu mirándolo fijamente a los ojos.

—No lo sé —Volteó la mirada.— lo juro, no tengo ni idea. —Volvió a mirar hacia Sakusa.

—Esta bien, te creo. —Se levantó y abrió la puerta de la habitación dando a entender que quería que Atsumu se fuera.— Deberías ir a dormir, mañana madrugamos. Yo tengo que hacer un par de llamadas.

—¿No me puedo quedar aquí? Por favor. —Dijo haciendo un puchero.

Sakusa alzó una ceja negando como respuesta.

Atsumu suspiro y salió enfadado de la habitación.

Plot twist Donde viven las historias. Descúbrelo ahora