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—Siento mucho tener que interrumpir lo que sea esto pero necesito hablar contigo Tsumu.—Le llamó Osamu.—Hay visita apunto de llegar.

Erin se apartó se Sakusa y Atsumu para correr hacia Osamu.—¿¡El tío Bokuto y su Akaashi vienen!? —Preguntó emocionado.

—Sí. No digas su Akaashi delante de Akaashi, que aunque a Bokuto le guste tratarlo de su propiedad a Akaashi no le gusta.

—Igualmente es suyo. —Intervenió Atsumu.

—Por eso le caes mal a Akaashi.

—Y tú a Bokuto.

—¿No son mafiosos ambos? —Habló por primera vez Kiyoomi. —Aunque no sepa mucho de las mafias conozco las más famosas.

—Atsumu. —Volvió a llamarle su hermano. —Vamos a hablar afuera. Hay más cosas aparte de esto.

Algo enfadado el teñido salió de la habitación.

—¿Y ahora qué hacemos? —Preguntó el niño.

—¿Quieres hablarme de lo genial que es Bokuto?

—¿Eso es para sacarme información? —Preguntó con una ceja alzada.

—No, realmente no se me ocurre algo mejor que hacer, además de que tengo curiosidad.

—Bueno, Bokuto no hace lo mismo que papá, el busca su propia justicia y tiene algunos objetivos extraños, o eso dice el tío Samu. —hizo una pausa.— Y si no te has dado cuenta ya, Papá y Akaashi se llevan mal pero el tío Samu y Akaashi muy bien, por otro lado el tío Samu y Bokuto se llevan mal y papá y Bokuto muy bien.

—¿Todo eso tiene una explicación?

—Sí. —Respondió sin dar explicación.

—¿Y...? ¿No me lo contarás?

—Lo contaría pero sólo sé que es por como son Akaashi y Bokuto. Papá dice que es envidia o algo de eso.

—¿De qué se tienen envidia?

—De ellos.

Sakusa apretó sus cejas con frustración al no comprender lo que trataba de decir el pequeño.

—Se tienen envidia, Akaashi envidia a papá cuando está con Bokuto y así... —Trató de explicar mejor.

—Oh. Entiendo.

"Celos". Definitivamente eso no era envidia, Akaashi y Bokuto tenían alguna relación extraña que provocaba todo eso, o esa fue la hipótesis de Kiyoomi.

—¡Tío Bokuto! ¡Tío Akaashi! —gritó el niño mientras corría hacia ellos.

—¡Hey, hey, hey! ¿Cómo está mi pequeño? —con una gran sonrisa el búho abrazó a Erin feliz.

—Hola —le saludó Akaashi a Osamu mientras se alejaba de "los ruidosos" como les llamaban ellos—, cuanto tiempo, ¿No?

Osamu sonrió. —Esa cara es la de que me tienes que contar algo. —Dijo y agarrando del brazo a Akaashi se lo llevó fuera de aquella habitación.

—¿Por qué tu hermano es así siempre?

—Bo, tú y yo somos así para ellos.

—¿Y él? —preguntó señalando a Sakusa.

—Es como para ti Akaashi. —Bokuto lo miró con sorpresa sin dejar al rubio explicarse— No, no, no, en ese sentido no. En el sentido de mandar y trabajo.

—Por un momento pensé que te gustaba y que ese aburrido era tu novio.

—¿Entonces admites que te gusta Akaashi? —vaciló el rubio.

Kiyoomi miraba la escena incómodo sin saber que hacer hasta que la puerta se abrió.

—Tú, eres de los nuestros, ven. —Le llamó Akaashi sin siquiera conocerle.

El de rizos suspiro y salió con ellos.

—¿A qué te refieres con "de los nuestros"?

—A que no eres molesto y hasta ahora has actuado como persona normal.—Respondió Osamu. —Y encima con mucha paciencia para aguantar a mi hermano, eso no lo hace cualquiera.

Sakusa rió inconscientemente.

—¿Y qué soléis hacer? —preguntó intrigado.

—Criticar a los ruidosos y amargados. —Respondió sin interés Akaashi.

—Suna no es un amargado, es el estrés.

—Suna es agradable. Era mi jefe.

—Lo sé, tú también le agradas.

—Yo no. —Dijo Akaashi encogiendose de hombros.

—Sakusa. —Llamó Osamu— ¿Que tienes pensado hacer?

—No lo sé, ni siquiera sé cuando saldré de aquí.

—Pronto, Suna se está encargando de todo y mi hermano no parece querer matarte, además Erin te adora.

—Lo sé, me daría pena dejarlo solo, pero yo aquí sobro.

Akaashi lo miraba comprendiendo perfectamente a lo que se refería.

—Sabes, he pasado por algo como eso —comenzó a contar— y al final te encariñas tanto que no puedes salir. Aprovecha ahora que puedes, antes de que te de el síndrome de Estocolmo.

—¿Puedo preguntar que fue lo que te pasó?

Akaashi miró a Osamu en busca de ayuda tratando de ver en sus ojos una respuesta y decidió comenzar a contar su historia.

—¿Has visto a la bebé? —preguntó antes de empezar.

—¿Erin? Es chico.

—No, no la has visto. Nia es la hija de Bokuto y Akaashi. —Kiyoomi los miró con sorpresa.

—No es nuestra hija literalmente —habló sonrojado Keiji— es la hija de la hermana de Bokuto. Ella falleció hace unos años.

—Oh. Eso le ha debido de afectar.

—Si, pero eso no es lo peor. —Dijo Osamu.

—Déjame que lo explique yo bien. El padre de Bokuto tenía su mafia donde se llevaba bien con prácticamente el resto de mafias que le rodeaban, entonces apareció Ushijima. Su mafia detestaba a todas las de alrededor, quería que todas le pertenecieran y trabajaran para ellos. —Sakusa lo miró con sorpresa imaginando lo que posiblemente habría pasado— Lo mataron. Nunca supimos quién pero creemos que fueron ellos. Apesar de estar afectados por su muerte sus hijos tenían que seguir y por suerte de Bokuto al ser el menor y al no haber en la mafia discriminación para las mujeres, su hermana fue la que se puso como nueva líder de la mafia.

—¿A ella también la asesinaron, verdad? —Interrumpió el de rizos.

—Sí, pero hay más. Mi familia siempre a trabajado con los Bokuto, mi hermano mayor se convirtió en guardaespaldas de la hermana de Bokuto cuando su padre falleció. Por muy cliché que sea ellos se enamoraron y ella se embarazó de su guardaespaldas, cosa que no fue nada bien visto. Cuando la bebé tenía unos 2 años llamaron a mi hermano una noche que estábamos juntos en casa de nuestra madre. Nunca supe que fue lo que le dijeron solo se que encontraron a la pareja asesinada en la habitación de ella y por alguna razón decidieron dejar con vida a la pequeña que estaba dormida en la cuna.

—Entiendo. Como hermanos vosotros decidisteis actuar como padres, ¿No?

—Básicamente.

—¿En todas las mafias ocurren cosas así, que parecen de película? —Preguntó algo sorprendido por la historia Sakusa.

—A veces la ficción está más cerca de la realidad de lo que parece. —Dijo Akaashi calmado.

—Creo que deberíamos ir a donde los bebés, hay 4 solos sin supervisión. —Bromeó Osamu.

Plot twist Donde viven las historias. Descúbrelo ahora