Uno Que Otro Cuento

Sin simulacro

Fue como hace un mes donde todo comenzó

Recuerdo que estaba en mi casa limpiando sin preocupación ya que era viernes, mi tranquilidad fue interrumpido por varios detonaciones afuera de la casa, asustado me escondí entre las paredes, pasaron varios minutos y las cosas se calmaron un poco, con el gran miedo que me invadía en mi cuerpo camine lentamente para salir afuera, fue mi gran error ser tan curioso resulta que hombres armados irrumpieron en las propiedades de los vecinos, les decían que se arrodillaran y que pusieran sus manos en la nuca, quería correr pero no pude ya que una voz llamo la atención

Sargento: ¡AGARREN A TODOS, NECESITAMOS MAS SANGRE Y EL QUE SE RESISTA, ¡MATENLO!

Desde ese momento supe que las cosas no iba ser tan fácil, no supe la razón del por qué quería matarnos, hasta que me encontraron no quise hacer movimientos bruscos por el miedo a morir atravesado por una bala en mi cuerpo, nos llevaron a todos en fila para subirnos a caravanas, tanto como mujeres, hombres y niños, estaban tan asustados por la intimidación de las armas presentes, lo peor se trataba de militares, subimos todos y los que se resistían a subir inmediatamente morían por los disparos, el lugar comenzó a bañarse en sangre tanto como paredes, calles, banquetas, hasta los vehículos, al ver que la situación podría ponerse peor nos movimos con total cuidado.

Mientras viajábamos en las caravanas se escuchaba los lamentos al igual que en las caras de las personas pude ver que sus ojos eran como cascadas, derramaban lagrimas al perder sus seres queridos, pensé y pensé del por que el gobierno nos haría esto, quise pensar con más profundidad hasta que el vehículo se detuvo en seco, dejándome que mi cuerpo se fuera de lado por en freno brusco, escuche como se bajaban al vernos nos dijeron

Soldado1: ¡ATENCION TODOS USTEDES, BAJEN CON LAS MANOS EN ALTO!

Sin opinar nos bajamos con cuidado al hacerlo pude ver un campo demasiado grande con diversas áreas, tanto como de cultivos, ganados, carpas con una seña de cruz roja, pero el que mas destacaba era el centro del campo ya que había personas colgadas muertas con poca ropa sus cuerpos desnutridos junto con un cartel de madera que colgaba entre sus cuellos, dejé de mirar al campo para prestar atención al soldado que nos apuntaba con su dedo el campo.

Soldado1: ¡TODOS USTEDES TANTO COMO NIÑOS Y ADULTOS DEBERAN TRABAJAR DURANTE LAS 10 HORAS DEL DIA CON 20 MINUTOS DE DESCANSO PARA COMER!

Nadie quiso decir el "porque" por el miedo que nos causó a todos, fuimos al campo en fila, nos quitaron todas las pertenecías como joyas, dinero, identificaciones, documentos hasta la ropa, nos dejaron en ropa interior al igual que el cabello dejándonos rapados, nos avergonzamos al vernos semidesnudos en el campo mientras que la gente que estaba adentro tenía ropa desgastada, nosotros tapábamos nuestra vergüenza con las manos como gallina desplumada.

La fila avanzaba cuando llego mi turno me dieron una pequeña hoja con rutinas de día a día de trabajo laboral, arriba de la hoja me dieron un numero que era 91 el soldado al ver mi cara confundido me dijo

Soldado2: el numero que te di deberás buscar personas que tengan el mismo número, se están reuniendo el en centro don están las personas colgadas, les dirán la razón del porque están aquí.