Fragmentos parte 3

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Eduardo


Toda mi vida eh sido culpable, me tacharon de asesino por defender a mi madre, durante mi adolescencia estuve tras las rejas, expulsado de varias escuelas por conducta violenta y por contestarle a los profesores, simplemente abandoné el estudio alejándome de mis "amigos" para hacer lo mío.


En mi casa los problemas eran el pan de cada mesa, mi hermano que tenía 23 años estaba con nosotros, pero se portaba violento con mi madre por lo cual me harté de que le pegara simplemente lo hice sin pensar lo mate porque quería paz mental.


Mi madre ya no quería verme en la casa, se lo que hice estuve mal pero no quería que ella saliera más dañada, ya que se notaba que se le caí el cabello y le salían manchas blancas en su piel, yo no podía verlo mas así por lo cual le di fin el asunto sin importarme las consecuencias.


Rondando por las calles dando paso hacia lo prohibido, comenzando mi vida criminal desde asaltar tanto como gente o tiendas pequeñas, uno que otro secuestro con cloroformo para ingresar a la casa solo para bañarme y dormir un rato sin robarles nada con tal de dormir era más que suficiente.


Pero todo lo que sube baja, fui arrestado mas de 12 veces, en la actualidad ya es el doble 24 veces arrestado por lo mismo, se dice que si me arrestan por última vez será pena de muerte por lo cual solo tengo una ultima oportunidad en esta misera vida, y si salgo ¿A dónde iré?, ¿Quién me recogerá cuando salga?, Es obvio que nadie.


Lo que en realmente me cambio mi forma de ser fue escuchar las historias de otros presos que tenían familia que los esperaban, sus anécdotas me dieron la razón de seguir explorando tratando de ver lo hermoso de la vida a pesar de las dificultades de la misma, de como la gente puede sonreír a pesar de lo que pasa en el mundo


En la cárcel conocí a un niño de tan solo 19 años culpado por un asesinato que el no hizo, del como lo se es simple me lo conto con cada detalle, dijo que el solo toco el cuerpo para llevarlo a urgencias y al ver que las únicas huellas fueron de el lo encerraron por salvar a una persona, tras varios juzgados salió perdiendo su inocencia.


Me conto acerca de su familia y de sus hermanos, me mostro una foto donde se dejaban ver cada integrante y al verlo sentí esa sensación de nostalgia, mis lagrimas se hacían presente al recordar aquellos pequeños momentos en donde era feliz.


Decidí cuidarlo ya que no quiero que agarre mi camino, le Conte mi vida y del por que me encerraron mas de varias veces, el se asombro y con miedo me dijo


-Qu-Que ha-ras cu-cuando-salgas


Le dije un "no lo sé" él no quería hacerme mas preguntas por el miedo, ya el paso del tiempo se hizo mas cercano hasta que ya era hora de irme, antes de recoger mis cosas los oficiales se me quedaron mirando yo sin saber que pasa un oficial se acercó a mi para hablarme lo siguiente


-sabes que es tu ultimo encierro si vuelves otra vez ya es condena de muerte, pero veo que has cambiado un poco por proteger a ese muchacho, tranquilo a el ya le fata poco para salir.


Me quede callado por el comentario, sabia que si hago una estupidez puedo morir, cuando Sali de la comisaria era medio día lo que pude hacer era irme para comenzar una nueva vida sin que me conozcan cambiando mi apariencia física para no levantar sospechas.


Me dirigí hacia una bodega lejos de la ciudad ya que se lo robe a un tipo con tal de dejarle lo que traía encime (como su celular y sus llaves del carro) tome un taxi para que me fuera dejar en dicho lugar.


Al revisar las cosas pude ver gran variedad de muebles al igual que un colchón inflame, decidí acomodar el lugar para pasar lo noche ahí, luego de acomodar Sali afuera para comprar algo de comida, aunque fuera una barra de chocolate me basta.


En el camino observé que alguien encapuchado se metía a profundo del bosque, con cautela lo seguí para ver si escondía algo de valor, pero lo malo es que la oscuridad no me dejaba ver con claridad por lo cual lo perdí de vista.


Estaba apunto de irme hasta que escuche que como la tierra se sacudía a lo brusco, con ese pequeño ruido pude ir corriendo y lo mire a el junto con una chica semi muerta, pensé que lo iba matar por lo cual interactúe de manera rápida sacando mi navaja y diciéndole


-Arrodíllate


Al escucharme se puso tenso y rápidamente soltó el arma, pero había algo que me llamada la atención y al verlos pude darme cuenta que la chica todavía es una niña aproximadamente de 15 o de 16 años y el hombre parece de 23 o 25, antes de decirles algo se escucho como alguien se sacudía de manera frenética adentro del camión escolar abandonado, duro un par de segundos para después calmarse.


Con duda no sabia si acercarme para inspeccionar ya que no sabía quién o que estaba adentro, di pasos lentos para hacer sigilo de nada sirvió ya que abrieron la puerta del camión tan rápido que pude ver una cara demacrada, su mirada mostraba como su alma se movía, yo solamente me la quede mirando, pero ella me empujo para decirnos a todos.


- ¡LARGUENSE ¡








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