Pj Shipping Week

Día 1 (Catninja)

—¡Catboy, ve más lento por favor! —le gritó Ululette con todas fuerzas debido que el nombrado estaba varios metros delante de ella de Gecko.

El de traje azul no respondió, probablemente no la había oído él solo estaba concentrado en llegar lo más pronto a la entrada de la montaña misteriosa.

—Solo espero no se accidente —mencionó Gecko—, debimos pedirle a PJ robot que regulará la velocidad de su Moto en pijamas.

Para alivio de los dos su amigo llegó sano y Salvo por lo que pudieron ver cuándo llegaron a la entrada, la cual de hecho ya estaba abierta con un Catboy aparentemente calmado esperándolos.

Decidieron guardan sus reclamos para después y simplemente entraron, una vez llegando al pie de las largas escaleras Catboy habló.

—Saluden a An Yu de mi parte —dijo él—. Yo me aseguraré de que Ninja no haga nada malo.

Los otros solo asintieron y empezaron a subir a la cima, por su parte Catboy se adentró al bosque y después de unos minutos de caminata encontró lo que buscaba.

Ninja nocturno y sus ninjalinos entrenando.

—¡Buenas noches! —saludó con entusiasmo.

El Ninja que estaba algo distraído corrigiendo a unos de sus secuaces desde una toca alta dió un pequeño brinco de sorpresa que hizo que perdiera el equilibrio y terminará cayendo, por suerte Catboy pudo atraparlo.

—¡Oye! ¡No puedes venir de visita sin previo aviso! —se quejó a la vez que se bajaba de los brazos del contrario tratando de ocultar la vergüenza que le dió el haber caído así.

—Es lo mismo que te digo cuando vas a mi casa en medio de la noche y nunca me haces caso, sólo te estoy dando una cucharada de tu propia medicina.

—Tsk —soltó entre dientes—. ¿Y que haces aquí exactamente? ¿Sólo a observar?

—Puedo ayudarte o entrenar con ustedes, claro si es que no te molesta.

El Ninja simuló estar pensando profundamente para luego responder.

—Podrías ayudarme con ellos —señaló a los ninjalinos que estaba regañando antes—, tienen algunos problemas con los saltos y necesitan mejorar su resistencia y velocidad.

—Cuenta conmigo.

—Y una cosa más.

—¿Qué?

—No vuelvas a aparecer así de repente, ese es mi trabajo.

Catboy solo soltó una risita y se dispuso a ayudar a los ninjalinos con sus habilidades.