PARTE IX

32 5 0
                                    

LA INTERROGACIÓN DEL TÚ Y DEL YO

Llegaste sin avisar, sin llamar al timbre.

E inmediatamente, quisiste ocupar el puesto número uno.

Me miraste, me calaste tu brillo en mí,

tus palabras fueron susurros sin importancia.

Luego llegó la fantasía.

El sueño de que tú y yo, de que yo y tú,

podríamos ser algo y ese algo pudiéramos ser nosotros.

Pero cada día, una vela más se apagaba y los sueños desaparecían.

Ya lo tenía asumido, que ninguno pudiera dar el paso.

Que simplemente éramos dos desconocidos

cuyas miradas chocaban por algún motivo,

que podría haber significado algo, pero no lo fue.

Y por más que quise entender tus actos,

por más que quise subirte al pedestal,

al final bajaste al más bajo.

Porque tan rápido como fuiste número uno,

te convertiste en un número olvidado.

SIGUES SIN CONOCERME

Yo fui, soy y seré, siendo yo.

El hecho de que a estas alturas

todavía no entiendas

cómo es mi personalidad,

no es mi problema.

La nobleza de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora