Causas superiores (SuperCorp)

Capítulo 15: El Futuro

Dos meses después...

Pequeño vestido negro, ¡comprobado! Escote, ¡comprobado! Ropa interior escandalosa con la que la Secretaria de Estado no debería ser pillada muerta, ¡oh, demonios, sí, comprobado! Tacones lo suficientemente altos como para casi poder mirarla a esos hermosos ojos azules, ¡diez centímetros y listo! Lena se colocó frente al espejo y repasó su lista mental para la noche y se alisó el ajustado vestido negro que había elegido para la ocasión. No era para ningún asunto oficial. No, se había prometido a sí misma, cuando Kara estaba en el hospital, se prometió que iba a cortejar a la rubia soldado y esta noche era esa noche.

Sin embargo, Kara se le había adelantado, con el viaje en moto a una cita sorpresa pero totalmente adorable con una pizza. Pero eso había sido bonito, ahora era el momento de que Kara Danvers viera cómo un Luthor trataba a su chica. Sus apretadas agendas y, en palabras de Maggie, su noviazgo de culo también significaban que ésta sería su tercera cita "oficial". Es hora de ir a lo grande y luego llevar a la chica a casa.

"¿Qué tal estoy?", le preguntó a Maggie, que, sinceramente, parecía un poco aburrida mientras estaba sentada en la cama. Es cierto que le había llevado mucho tiempo conseguir este aspecto, pero había traído a su amiga para que le diera una segunda opinión porque esta noche tenía que salir perfecta.

"Sí, sí, estás estupenda, ve a por tu chica tigre", comentó su mejor amiga sin levantar la vista de su teléfono, así que le lanzó el cepillo de maquillaje cercano a su amiga para llamar su atención.

"¡Oww! Dije que te veías... oh maldición... hola mamacita... ¡Quiero decir que estoy comprometida!" soltó su amiga y levantó su mano izquierda para mostrar su anillo de compromiso.

"Perfecto, justo el look que buscaba", se rió y se arregló el sujetador por tercera vez, a Kara le gustaban los pechos, así que por Tesla's Coils, Kara iba a tener un espectáculo para recordar.

"Vas a llamar la atención, eso es seguro. Eso si Kara no revienta dichas cabezas por mirar primero a su chica", se rió Maggie y dio un puñetazo al aire imitando el rígido gancho de derecha de Kara.

"Kara no haría eso y tú lo sabes", dijo en señal de protesta y empezó a decidir qué perfume ponerse.

"No sin una buena causa, pero lo siento pero tu ex-novia del sello da un poco de miedo a veces", admitió su amiga y luego añadió rápidamente después de ser fulminada con la mirada; "¡Pero de una manera totalmente ruda!" dijo mientras levantaba las manos en su defensa.

Maggie y Kara se habían hecho muy amigas cuando las presentó, o más bien cuando su mejor amiga y jefa de personal se presentó en su apartamento una noche para dejar unos archivos sobre las conversaciones comerciales con la Unión Europea y las encontró adorables en el sofá viendo Star Trek. Aquel encuentro también le había permitido conocer mejor a Kara, y es que la veterana de la guerra podía ser la persona más amable del planeta cuando bajaba la guardia, e incluso podía llegar a ser como un cachorro.

"¿Estás bien ahí, pequeño Luthor? Vuelves a tener esa mirada lejana en los ojos", preguntó Maggie, que se había levantado de la cama y le había dado un golpe en la cabeza.

"¡Ay! No me estropees el pelo, sí, estoy aquí, sólo pensaba, eso es todo", protestó al ser golpeada y volvió a comprobar su pelo, peinado hacia atrás y hacia abajo, y el maquillaje, labios rojo rubí y delineador oscuro, una vez más. Pelo recogido y labios rojos, sí, Kara Danvers iba a babear.

"¡Sé que lo he dicho un millón de veces, pero lo tienes mal para tu novia no tan secreta!", se rió su amiga ante el pánico que le producía, y, por desgracia, tenía razón.

Los últimos dos meses con Kara habían sido los mejores de su vida, agitados por el trabajo de ambas, pero aun así los mejores. Ahora Kara estaba a menudo en la Casa Blanca a todas horas del día y de la noche cuando no estaba en rehabilitación por sus lesiones. Mientras que Jess la había sorprendido durmiendo la siesta en el sofá de su despacho en el Departamento de Estado al menos dos veces. El mundo no se detuvo simplemente porque ahora podían salir sin preocuparse por el protocolo o la cadena de mando.