Capitulo 4 "El chico raro"

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Estábamos en mi casa yo y Mark, nos pasamos toda la noche pensando en el socio de mi padre, buscamos nombres y apellidos pero ninguno me sonaba, era medio día y mi madre todavía no a llegado del trabajo, Mark estaba echado en mi puff mirando al techo y yo estaba en mi cama con los ojos cerrados tratando de recordar,

–¿Enserio no recuerdas nada?

–No, es como cuando te emborrachas y al día siguiente lo recuerdas todo borroso. simplemente, lo veo todo borroso–dije

–podríamos probar a recordar simplemente algo de cuando eras pequeña, lo que sea, inténtalo– esa no era mala idea solo que no sé qué poder recordar así que solo cerré los ojos hasta que me vino un recuerdo a la mente.

–veo...veo a mi padre vestido de uniforme diciéndole a mi madre que no volvería a casa hasta la noche...–en ese momento Recordé algo que no sabía que avía visto...

Volveré por la noche no me esperéis

–¡NO PUEDES DEJARNOS SOLAS ASI! – grito mi madre en descontrol absoluto mientras le brotaban algunas lágrimas por las mejillas, yo estaba escondida en el armario porque me dio curiosidad de que hablaban mis padres

–cálmate la niña nos puede escuchar acaso quieres que se dé cuenta y tenga que...de repente se cortó el recuerdo, fue como si ya no pudiera ver más de ese recuerdo, estaba segura de que hablaban de algo importante porque mi madre nunca se enfrentaba así con mi padre ya que le daba miedo mi padre, me levante de golpe porque me asuste al ver como ya no veía nada mas

–¿Lay?,¿qué paso?, ¿que viste? –dijo preocupado por mí,

–No pude... lo vi pero no... ha sido muy raro he visto a mis padres pelear y mi padre diciendo que yo no me puedo enterar de algo o que si no iba a tener que hacer algo...– le expliqué un poco preocupada por no poder recordar más.

–¿Que te iba a hacer?

–no lo sé, después lo recuerdo todo borroso–dije confusa

–por lo menos pudiste recordar algo, eso quiere decir que sí que has visto cosas pero no las recuerdas–tras decir eso me di cuenta que ya era muy tarde y teníamos que comer algo.

–¿creo que una buena hamburguesa me ayudaría a recordar no crees? –dije poco divertida para tranquilizarme, el asintió y me llevo al McDonalds de al lado de casa, lo bueno de Hoflet es que es una ciudad pequeña y todo está cerca, lo mejor es que al lado de mi casa hay un bosque donde me gusta estar para leer, después de comer volvimos a mi casa, ya estaba oscureciendo y teníamos pensado jugar videojuegos, cuando llegamos nos pusimos a jugar pero media hora después tocaron el timbre.

–¿pediste comida? – me pregunto Mark

–No, voy a ver quién es– me levante y fui a abrir la puerta y lo vi, estaba lloviendo y él estaba ahí, el rostro... su rostro me sonaba mucho, ¿pero de qué? no recuerdo a verlo visto antes pero juraría que sí, estaba mojado con una camisa larga de hospital y tenía una herida en su muñeca derecha.

me miraba fijamente,

–¿quién eres? y ¿Qué haces aquí? –le pregunte

–¡LAY ALEJTE DE EL! – exclamo Mark detrás de mi viniendo corriendo, intento cerrar la puerta pero el chico la sostuvo entes de cerrarla. Mark era muy dramático

–No– dijo en un tono bajo casi un susurro

–¡ESPERA MARK!, lo conozco– le dije para que se tranquilizara

–¿Lo conoces? –pregunto calmándose–¿entonces quién es? – me quede en blanco, savia quien era pero no me acordaba, es como cuando se te olvida algo pero no sabes el que.

–no lo sé, pero sé que lo he visto antes, me suena mucho su rostro– dije casi decepcionada por mi mala memoria para recordar cosas. –entra, te daré toallas para que te seques– el entro sin decir nada, parecía un poco asustado, –Mark, hay ropa tuya aquí está en mi armario ve a por ella por favor– Mark miro al chico de forma desconfiada y fue a por la ropa, yo fui a por toallas, cuando Mark le dio la ropa al chico este entro en el lavabo y se cambió.

Cuando salió del baño nos miraba de forma extraña, como si quisiera decirnos algo pero no encontraba la manera de decirlo, en cambio, Mark lo miraba con desconfianza.

–por lo menos dinos como te llamas porque puedes ser un asesino en serie y matarnos a los dos- Preguntó Mark

–¿el nombre que tiene que ver con los asesinos? –pregunte burlona

–Jackson– dijo el chico, ¿Jackson? me quede pálida, tuve la sensación de que ese nombre ya lo había escuchado antes, será simple casualidad

–¿Lay? te quedaste pálida– dijo Mark un poco preocupado

–Estoy bien–mentí,  no era tan importante ¿no?

–¿Que te pasó hay? – le pregunto Mark a Jackson mientras me tocaba el hombro, no hubo respuesta de parte de Jackson–oye ¿acaso no sabes hablar o qué? ¿qué te paso hay? – tampoco respondió y Mark estaba cerca de perder la paciencia

–Mark relájate, esta asustado y tiene frio, le curaré– deje a Jackson y a Mark solos para ir a por el botiquín que hay en el baño escondido detrás del váter, nunca entendí porque mi madre esconde las cosas de emergencia, cogí el botiquín y volví con ellos, los vi sentados en el sofá a los dos.

Me senté con ellos y empecé a curar a Jackson, hizo muecas cuando le pase el algodón con alcohol pero parecía soportarlo, mientras le vendaba la muñeca Jackson me miraba fijamente, cuando acabe de vendarlo lo mire también y me di cuenta de que tenía los ojos color miel, pero era como naranja, que raro.., también me di cuenta de que su pelo era completamente negro y su piel era pálida. Jackson extendió su mano hacia mi lentamente y me dio un papel mojado y arrugado.

–¿qué es esto? – no obtuve respuesta, lo abrí y lo vi... era una foto de mi padre y yo, él tenía puesta una camisa blanca desabotonada de tres botones y yo unos pantalones negros y una sudadera, mi padre tenía su brazo estirado por encima de mis hombros y ambos sonreíamos, Mark se acercó para verla y se quedó asombrado tras descubrir que tal vez Jackson sabia algo de mi padre.

–¿de dónde la sacaste? – le pregunte y esta vez sí respondió

–El, aquí– dijo, ¿acaso no sabía formar oraciones?

–no, él no está aquí se fue hace como cinco meses, tu ¿sabes dónde está? y ¿qué quieren esos hombres de el? – pregunte subiendo el tono de mi voz, estaba perdiendo la paciencia y no quería perderla, Mark se quedó mirándome fijamente.

Para colmo Jackson no me respondió.

–tenemos que hablar – me dijo Mark agarrándome del brazo para que avanzara a la cocina. –porfavor dime que no estarás pensando en que se quede en tu casa–para ser clara si que pensaba que se tendría que quedar en mi casa.

–sí, se tiene que quedar– Mark suspiro con negación –porfavor, Mark, tienes que apoyarme, está herido y necesito saber porque tiene una foto de mi padre y mía, lo conozco sé que no nos ara daño si no ya lo hubiera hecho ¿no? –dije para convencerlo, Mark se quedó pensando por un segundo

–¿y donde lo piensas meter? si tu madre se entera creerá que no estas bien y... volverá a meterte en aquel sitio...no, no volvería a consentir que pasara de nuevo así que pensé una solución para que Jackson se quedara pero sin que mi madre lo sepa.

–de mientras se quedara en el sótano, a mi madre no le gusta bajar allí porque hay muchos recuerdos y casi siempre me manda a mi

–está bien pero entonces no me despegare de ti ni un segundo– dijo el un poco serio, salimos de la cocina y lleve a Jackson al sótano, Mark trajo un par de sabanas y almohadas y lo acomodamos para que el pudiera dormir ahí, él se sentó de piernas cruzadas y miro como Mark salía del sótano

-Buenas noches, Jake- le dije

-Jackson- dijo el como si quisiera corregirme

-Yo te llamare Jake, ¿Puedo?- le pregunte

-Sí, Buenas noches- dijo y se echó, yo me levante y salí del sótano, solo espero que mi madre no lo encuentre

Una historia mal contadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora