Sorpresas

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(N/A: la ultima parte la escribí con la canción de fondo de " the first travel" de uno de los videojuegos de kyuo kara maou, por si gustan escucharla casi al final n_n)

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Wólfram estuvo entrenando poco tiempo con sus guardias personales, algo que tomó por sorpresa a los chicos de su guardia, ya que Wolfram siempre era riguroso con el entrenamiento. Pero estaba tan de buen humor que los dejo ir antes.

Después de tomar una de sus toallas para secarse el sudor, se dirigió a uno de los jardines del castillo. Tomo asiento en una banca hecha de piedra cerca de un jardín donde había muchas botones de flores. Se les quedo viendo un ratito, pensando que no faltaba mucho para que eso botones florecieran pronto. Luego levanto su cabeza hacia el cielo, ahora se quedó fijamente viendo las nubes pasar, sonrío.

Había pasado mucho tiempo que no se sentía así, tan feliz y calmado. Y todo gracias a dos personas que quiere mucho, pensó que por fin podría está en paz con Yuuri y que ahora podría llevar una mejor "relación" con Conrad. Volvió a sonreír un poco más. Pero sus pensamientos fueron interrumpidos al empezar escuchar algunos gritos que no comprendía muy bien de donde venían, se puso en alerta.

Empezó a escuchar más cerca los gritos, y puso con mayor atención al sonido y se empezó a dar cuenta que esos gritos decían algo, así que agudizo un poco más su oído. El sonido se iba acercando más a él y empezó a comprender que un grito era un agudo chillón y el otro era más grave y decían algo que no comprendía muy bien todavía. Hasta que por fin el sonido estuvo muy cerca de él y logro comprender lo que decían - ¿su majestad? - dijo Wolfram en voz baja al tratar de entender si en verdad escucho bien. Pero antes de que reaccionara sintió una sombra negra que paso corriendo a lado de él, y antes de que reaccionara bien, la sombra se paró frente de él y se dio cuenta que era Yuuri.

-Yuuri? – fue lo único que dijo el rubio sorprendido, al darse cuenta que el pelinegro estaba parado frente de él. – pero, ¿qué diablos?

Yuuri le estiro la mano – tuve que huir, porque me estaban abrumando mucho con el trabajo. - seguía con la mano estirada para que Wolfram la tomara. Wolfram sonrío y le siguió el juego a Yuuri, le dio la mano y solo sintió un jalón; luego solo empezó a correr tomado de la mano con Yuuri.

Se dio cuenta que también las voces que estaban gritando eran Gunter con la voz chillona y Gwendall con la voz grave, eso le causo gracia ya que sabía que después iban a recibir un sermón muy grande por parte de su hermano mayor, pero él simplemente se dejó llevar por el momento. Ese día en verdad que estaba de tan buen humor que no le importaba que sucediera después, el simplemente rio y se dejó llevar.

Unas horas después, fueron encontrados detrás de unos arbustos comiendo unas galletas que habían robado de la mesa de té, donde estaban Cherry sama y Annisina, ellas solo sonrieron y dejaron que hicieran lo que quisieran los chicos.

Y por obvias razones habían sido reprendidos y tuvieron un gran sermón de parte de Gwendall, mientras un Gunter chillaba desconsolado mientras eran castigados y eso causo que el mayor se enojara más.

Habían pasado ya tres días desde la última aventura y reprimenda con complicidad con Yuuri, después de ese día no había pasado más ocurrencias con el pelinegro, pues lo pusieron a trabajar más y le pusieron seguro a la puerta de la oficina para que no volviera a escapar. Así que Wolfram paso los últimos tres días tranquilo en sus asuntos, pero como iba pasando los días, las ansias se apoderaban de él, pues faltaba poco para que regresara Conrad. Tanto fue su distracción pensando en el castaño, que no se dio cuenta que ya era la festividad por el cumpleaños de Isabelle, y todo el reino estaba arreglando los preparativos para la fiesta al anochecer.

Ilusiones perdidas de sueños y amoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora