× |Oneshots Zhongchi| ×

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× Sinopsis ×: Donde Childe busca un amigo

Contenidos: angst

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Amigos, quería que sean amigos. Queria su amistad. Pero, ¿cómo se hacían los amigos?

Desde su caída al abismo ninguna relación fue normal: sus padres le temían al igual que sus subordinados, sus colegas lo encontraban insoportable y nadie en su sano juicio le dedicaba la palabra. Sus hermanos eran los únicos que parecían recordar que también era humano. Pero poniendo de lado a sus hermanos, no tenía a nadie.

Hasta que apareció Zhongli.

Su relación con él no se sentía plástica, se sentía legítima. Parecía que para su relación era de igual importancia tanto para Childe como para el consultor.

Las palabras surgían solas, las horas volaban y las risas no faltaban; de eso se trataban las reuniones con el castaño. Al principio, no deseaba interponer su inexperiencia ni dejar en expuesto su reservada persona; solo él se conocía a sí mismo. Pero a medida que las reuniones continuaron, las cáscaras que lo aíslaban del mundo se fueron fragmentando. Poco a poco, Ajax  mostró su rostro.

Se sentía feliz, animado de poder confiar en alguien, en tener en alguien donde apoyar su hombro.

Que ingenuo.

Aquella escena en el banco no abandonaba su cabeza. Se transmitía sin parar en sus pensamientos. Zhongli era Morax, Morax era Zhongli, ellos eran uno, ellos eran la misma persona. Un pinchazo en el pecho cual espina le recordaba que no podía confiar en nadie.

Pero, sentía internamente que con Morax, no, Zhongli, las cosas eran diferentes. Podría tratarse de un arconte pero sentía en lo profundo de su ser que su relación no fue en vano.

Tal vez era algo estúpido, pero no tenía más opciones: le preguntaría a su rival como hacer amigos. Sonaba patético pero Aether tenía muchos amigos, él debía de saber la respuesta.

Al encontrarse con el rubio, su expresión gritaba que no se fiaba un pelo del pelirrojo. Estaba tenso, como si en cualquier momento lo atacaría. Intentó calmarlo, explicándole la cuestión. No parecía fiarse de él del todo pero le dijo:

- Hablando se resuelven las cosas.

Decidido, marchó al banco a redactar una invitación para el retirado arconte. Adornó su carta con bellas palabras y una caligrafía excepcional. A primera hora de la mañana la carta fue enviada. Al mediodía recibió una respuesta: asistiría.

Nervioso, Childe se preparó. Había citado al castaño a comer al pabellón Liuli.

Una vez reunidos, Childe no dejaba de tornar sus labios en una sonrisa. Estaba feliz de estar con él. Pidieron su comida y el silencio reinó. Sus encuentros solían ser tan animados, no había ni un silencio entre ellos, Zhongli amaba relatar sucesos del pasado. Sin embargo, hoy se encontraba en sepulcral silencio. Childe se alarmó pero se negó a hacerse la cabeza. Si Zhongli no iba a hablar, él lo haría.

Zhongli solía hablar de temas que le apasionaba: Liyue, geología, relatos de antaño. A él le gustba la pesca, hablaría de ello. Comenzó relatando como se inició en la misma, como era el reto de encontrar un lugar óptimo y las diferencias de hacerlo en pleno invierno con el agua superficial congelada. Su discurso fluía cual arroyo. Mas su audiencia se encontraba reservada. El consultor parecía atento, pero sus labios se encontraban sellados; ocasionalmente realizaba pequeños sorbos a su té.