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Domi Russo:
Los ojos mieles me miran con aquella atención que emana tanto cariño en ellos, me acaricia la mejilla cada que tiene la oportunidad, Hanma es carismático y todo aquello que mi padre quiere para mí.
Pero nunca lo he visto más que un hermano mayor al cual quiero cerca pero no tanto.
—Me alegro que hayan venido a Japón, mucho tiempo que no los había visto - habla con su voz grave que cualquiera amaría escuchar, pero para mí es tan ordinaria
—Ya sabes como es mi padre, está de aquí para allá, así que ahora nos toco esté lindo país - habla Domenique
Me dedico a prestarle atención al plato de comida que tengo enfrente, pero no encuentro la manera para que el apetito venga a mí, algo muy raro de mí
—¿Cómo supiste que nos estábamos quedando aquí? - pregunta papá
—El apellido Russo es menciono por todos lados, me di más o menos donde estarían y los encontré - Le habla amablemente
—Que bueno que tú también estés aquí, así podrás enseñarme donde venden juegos nuevos - le habla Daemon
—Claro, ya sabes que cuentas conmigo - le guiña un ojo
Volvemos al silencio, solo juego con la comida, todos acaban, uno por uno se levantan que no me doy cuanta que ahora solo estoy con Hanma.
—Es algo raro verte en silencio, ¿Pasa algo? ¿No te agrado verme? - lo volteo a ver
—No...No, todo bien, no es por ti, solo... - Ni me entiendo que quiero decir
Suelta una risa leve, ambos nos miramos fijamente, es elegante, mucho más atractivo como lo recordaba, un hombre con el cual solo recordarlo es sinónimo de suspirar con amor
—Te vez tan linda con las mejillas sonrojadas - suelta
La cara me arde, alza su mano acariciando mi labio inferior como en aquellos años donde ambos estábamos solos, el primero que me enseño a besar, el primero que siempre me miro con ojos de amor, unos diferentes a solo hermanos, que nunca seremos.
—Gracias, ¿Supongo? - me alejo de su tacto
Me levanto en busca de más agua que es lo único que he consumido en está noche, su presencia me da entender que me sigue
—¿Algo malo sucedió para que me trates como si no fuera nada? - me habla
—¿Cómo se supone que te tengo que tratar? - me llevo el vaso a los labios
—Se supone que nosotros teníamos una - Nos señala - Buena compañía, ¿acaso ya te olvidaste quien fue el que le diste tu primer beso? - trago el agua con fuerza
—Eso ya paso Hanma, la única forma que te trataría es como un hermano - su mandíbula se tensa
—Como es...-
—Hanma, Quiero hablar contigo de algo - se acerca mi padre interrumpiéndolo
—Adiós - le suelto
Camino alejándome de él, mi padre solo me da un beso en la mejilla, subo a mi habitación, al final de cuentas mañana no tengo clases. El nuevo día aparece, me la paso todo el santo día en la cama mirando miles de videos, la comida me la dejan en la puerta, por lo que sé, Hanma ni se a retirado de mi casa, no me interesa nada de lo que tiene él, al final de cuentas solo me ayudo a saber como menear los labios no para que me quedara con él nada más.
El otro día lo evito cómo puedo, la tarde llega y me alisto a ir a clases, rápidamente me largo antes que se le de por interrumpir mi huida, subo al auto como puedo, arranca dejándome enfrente de la escuela.
Bajo arreglándome el cabello en una coleta alta, entro normalmente, las miradas de desprecio no se hacen de ver, en menos de nada todo mundo me mira como si fuera aquella aberración del mundo que ha nacido solo porque no pudieron abortarme
Entro a la clase, Yuzuha me saluda con la mano, me siento en mi lugar, el espacio de a lado está vacío solo por hoy, mañana será un dolor de cabeza, pero no espero mucho cuando miro que entra con el cabello suelto como su hermano, su sonrisa es enorme
¿No se supone que vendría mañana?
Me coloco unos lentes para mi vista, tengo poca visión en los lugares de atrás, así que necesito usarlos para ver bien la pizarra. El idiota se sienta mi lado con pesadez, no le pongo atención mientras jugueteo con mi lapicero para no prestarle atención al imbécil ese
—Te ves horrible con los lentes - su voz es áspera y ronca
No le presto atención, empieza a juguetear los dedos en la mesa, luego la golpea con sus puños, trato de no mirarlo, ¿Por que no viene la maestra?
Tic Tac Tic Tac Tic tac
El maldito reloj se escucha por el salón, mi pulso está de nervios, se pone peor cuando la mano del idiota viaja a tomarme por los muslos, me doy la vuelta para verlo, su sonrisa de burla me deja con el cuerpo tenso cuando se acerca a mi rostro
—Tus hermosos ojos, los quiero mirándome siempre - la mano sube más de lo que no debería
Empujo la mano pero con fuerza vuelve al mismo lugar que está ahora, me aprieta delicadamente, se relame los labios tentándome, ¿Esté es su juego? o ¿Por que siento que la sangre se me acaba de calentar con tal acto?
Domi, relájate, eres menor de edad, no debes de cometer cosas peores que el pasado, solo déjalo, ignóralo
No hago nada más que mirar a otro lado, la mano sube más por debajo de mi falta donde su mano está por tocar mi sexo. Me mantengo sería como si no me causara nada, tengo el corazón palpitándome con fuerza, los nervios me haran explotar de gritos.
—Domi - susurra tan deliciosamente mi nombre - Mírame, Vuelve a darme ese color divino a mi preciada vista - lo ignoro
!!Ayuda Dios¡¡
Saca su mano de mi pierna, suelto un suspiro cuando no lo siento cerca, lo miro de reojo aun sigue con la vista fija en mí, esté día será el peor de todos, lo acabo de ver y sentir.
