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Hyunjin ahora quería qué la tierra lo tragara, había dicho algo qué claramente nunca debía decir.

–¿Disculpa? –le preguntó el castaño.

–F-Fue..¡Fue un error, lo lamento!

–Hyunjin..

–¡No había nadie en mi cama!

Minho estaba bastante frustrado, levantó una ceja esperando la respuesta del más pequeño, mientras estaba cruzado de brazos, moviendo sus dedos.

–Hwang Hyunjin..

–Debo irme..–tomó su abrigo para salir corriendo de ahí, ¿Realmente iba a escapar de ese problema? La respuesta era clara.

–¡Hyunjin! –exclamó el mayor molesto, tomando también su abrigo, billetera y llaves del auto para salir corriendo detrás de su pequeño, está vez no lo dejaría ir.

Salió del restaurante, notó qué caían gotas de agua..Mierda..

Estaba lloviendo.

Y ahí lo recordó..El miedo qué el menor tenía a la lluvia, los truenos, relámpagos, necesitaba encontrarlo.

Vio una cabellera rubia cruzando la calle.. Sin duda era de Hyunjin.

Mientras corría detrás de él, pensó en lo qué Hyunjin había hecho estando en ese lugar qué se llamaba más bien "infierno"..¿Qué habría hecho el menor cuándo tenía miedo?

¿Quién lo había cuidado en sus ataques de pánico por la lluvia?

¿Quién lo había abrazado?

¿Y si casi lo golpean por eso?

Dejó a su pequeño sólo y desprotegido por un poco de dinero, por una religión.

Muy pronto vio cómo el pequeño estaba esperando un taxi, se podía ver qué estaba temblando del miedo, y apretaba sus puñitos.

Y estaba...¿Llorando?

Volvió en unos años atrás cuándo lloraba por Hyunjin, porqué estaba arrepentido, quería matarse ahí mismo.

Se acercó a él antes de qué desapareciera, abrazándolo por la espalda.

–Jinnie, está bien..

El menor se dio la vuelta con sus mejillas rojas por el frío y estaban empapadas de lágrimas mientras seguía temblando, sin pensarlo, lo abrazó.

Minho lo abrazó fuertemente mientras le susurraba qué todo estaría bien mientras acariciaba su cabello y con la otra mano su cintura.

La lluvia sin embargo, no quería acceder a pararse, entonces Minho no tuvo más remedio qué cargar a Jinnie entre sus brazos.

Hyunjin estaba colgado en Minho, sus brazos alrededor de su cuello mientras su carita estaba apoyada en su hombro.

Llegaron al auto del mayor, pero el castaño no quería conducir, se subieron al auto y sacó una manta de debajo del asiento, en caso de emergencias.

Minho se apoyó en el vidrio del auto empañado y atrajo a Hyunjin para sentarlo encima suyo, para qué quedará apoyado en su pecho, sus brazos estaban tocando su ombligo para tranquilizarlo.

Sin duda, la mejor noche.

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