Miya
Estábamos en silencio esperando que alguno dijera algo. Paso una polilla, un chico a lo lejos corriendo, una señora persiguiendo a su hijo. Levante mi mirada al cielo; no demasiado ni muy rápido para no llamar su atención, para ver las estrellas y distraerme un poco de la ligera tensión del ambiente. No era demasiado incómodo por alguna razón, pero tampoco lo suficientemente cómodo para hablar de cualquier cosa. No llevábamos aquí más que unos tres minutos, pero no podía encontrar algo para decir; solamente despedirme e irme a casa, muchas cosas habían pasado en un par de minutos. Me empezaba a estresar y a ponerme nervioso. Ya había pasado mucho tiempo como para decir algo y muy poco como para irme, tampoco quería interrumpir el silencio por qué no sé qué decir y no puedo lanzarme a decir cualquier cosa. Seguí pensando en que hacer enredándome cada vez más la cabeza según pasaban los segundos; debatía si debería hablar o no, mientras más me quería marchar rápido de ahí. Hasta que él habló y por fin me logre opacar de lo que decía la voz de mi cabeza con la suya.
— ¿Puedo saber por qué te seguían esos tipos? — Lo volteé a ver mientras él solo me miraba con la cabeza ligeramente hacia mí, desviando mi atención hacia él. —
— Me confundieron con alguien más. No me dijeron cosas despectivas hacia mí en específico, iban hacia alguien más. —
— ¿Te hicieron daño?, vi que ese hombre te sujeto muy fuerte — Cuestiono. Note que si estaba algo preocupado por su tono de voz. —
— No te preocupes. Estoy bien, Takashi — Respondí — ¿Y tú?, ese sujeto hizo caer. — Trate de seguir la conversación copiando su pregunta, fue lo mejor que se me ocurrió. Aunque si me preocupe un poco. ¿Por qué lo hago? —
— Me alegro, y no te preocupes, también estoy bien, Miya — Me contesto. — Ya no somos niños después de todo — Dijo sonriendo ligeramente, aligerando un poco el ambiente. Note que él no estaba seguro de lo que dijo, estaba nervioso.
Le devolví una sonrisa pequeña, estaba igual que yo, me pareció algo gracioso que lo dijera sin saber que esperar, eso era algo en lo que nos diferenciamos. Él siempre trato de hacerme reír con cualquier ocurrencia y siempre lo logró. Me percaté de Takashi tenía una cara que no podía descifrar muy bien, tenía sus ojos fijos en mí. No supe como continuar con la conversación, pero, ¿Qué le podía decir a alguien con quien no has hablado en años y que me había apartado de todo alejándose de mí?. Me volvió a cruzar repentinamente el mismo recuerdo de la carrera de la última vez por la cabeza.
"Ahí estábamos los dos frente a frente, contemplando nuestras miradas, solo que él, con otros dos chicos más de nuestra edad detrás de él, también dirigían sus ojos hacia mi persona. En ese tiempo considerábamos nuestro círculo de amigos. Más de él la verdad. Me habían dicho que me iban a decir algo luego de que todos se fueran y así fue, pero por sus rostros deduje que no me agradaría del todo, me empecé a impacientar un poco. Takashi fue el que empezó a hablar.
"— No somos como tú. Ve y hazte famoso o lo que sea. — Hablo seco — Nos menospreciabas, ¿verdad? —
"— No es cierto. — Negué. —
"— ¿Somos tus secundarios o algo así? —
"— ¡No es cierto! — Volví a negar. —
"— ¡El héroe no puede juntarse con slimes!, eso fue lo que manager te enseño. — Se dio la vuelta, dándome la espalda. Sin mucho más que decir se fue.
"Luego de que dijera eso, no supe que más hacer, le quise pedir respuestas del porqué se iba. No quería que me dejara solo. Quise alcanzarlo por el hombro. Pero no lo hice. Me quedé estático en el lugar mientras bajaba mi brazo que quería detenerlo, deje que se fuera y yo seguí observando como salía del lugar. Seguí con mi vida, siendo solitario, yendo a torneos y ganándolos, la escuela, las entrevistas en las solo mostraba la misma sonrisa falsa que hace a los demás que todo está bien. O al menos así fue hasta que conocí a los chicos.
Igual a la vez que competí contra Langa. Parpadee unas cuantas veces para alejar esos pensamientos de mi mente. No es momento para recordar eso.
— ¿Cómo has estado? — Solté sorprendiéndolo, segundos después darme cuenta de que había dicho eso en voz alta, sorprendiéndome a mí mismo también. Aunque, la verdad, puede que talvez si me daba un poco curiosidad como le habrá ido con su vida sin mí en ella. —
— Bien... — Dijo con algo de duda. No sabía mentir bien del todo, siempre decía las cosas muy directamente. Volteo a verme con una suave sonrisa, cambiando su semblante rápidamente — ¿y tú? – cuestiono con una expresión algo nerviosa, pero parecía sincera, note que fue lo único que se le ocurrió para seguir con la charla, me pareció algo gracioso. —
— Bien también. — Respondí desviando la mirada a nuestro alrededor para que no viera que estaba sonriendo porque me había dado gracia su cambio de expresión repentino rostro.
Estábamos bajo el firmamento teñido ligeramente de su tan relajante color del crepúsculo, notándose el gran inicio del otro color de la noche azul marino, las calles iluminadas por las luces de los pocos autos que circulaban a esa hora y las luces de los alumbrados públicos que se encendieron recientemente. Nosotros, cubiertos con las luces de las farolas de ese mediano parque, no hacía demasiado frío, a pesar de la estación en la que estábamos, aunque yo si traía un poleron puesto. Ya estaba anocheciendo, ya estaba... a punto de irse el sol...
—... Mierda — Murmure bajo, con la vista fija en el suelo, sabiendo que tendría que explicar por qué estado fuera de casa hasta tarde y no había vuelto aún sin avisado. Olvide que mamá volvía temprano hoy.
— ¿Cuánto tiempo estuvimos corriendo?, o ¿estado aquí? — Me pregunté mentalmente mirando el cielo con la mirada algo incierta —
— ¿Cómo has est-.. —
— ¡me tengo que ir! — Exclame luego de reaccionar cortándolo a mitad de su oración — Hablamos otro día, nos vemos — Alcance a decir mientras me despedía con la mano y una pequeña sonrisa un poco forzada. Lo veía mientras me alejaba y él también levantaba la mano imitando mi gesto. —
Mientras iba de regreso a casa caminando rápido, ya me había cansado de estar corriendo todo el tiempo, preparaba mi excusa. En cuanto encajé mis llaves y abrí la puerta. La primera persona que vi fue a mi madre, que me había escuchado llegar y de inmediato me pregunto dónde había estado hasta esta hora.
— Luego de la práctica pase al parque y perdí la noción del tiempo — Me excuse —
Me creyó, pero no me salve del sermón de ella por no avisar donde estaba y que tenía que tener cuidado. Tenía que medir el tiempo de cuanto practicaba y ese tipo de cosas. Luego de ese momento que se me hizo eterno, subí a mi cuarto. Me dirigí hacia el baño para darme una ducha. Abrí la llave del agua tibia y sentí como la tensión que se había formado en mi cuerpo sin notarlo se iba, al fin pude soltar el aire de que se mantuvo retenido en mis pulmones. Por fin pude relajar mi cuerpo. El baño me ayudaba a relajarme luego de un largo día, calmar y despejar mi mente.
Luego de salir del baño y ponerme otra ropa, estaba secando el exceso de agua en mi cabello, pensaba en mi encuentro con Takashi, lo que paso y lo que me dijo, como un interruptor, mi mente hizo clic en mi cabeza y recordé lo último que le dije; "hablamos otro día", él iba a hallar ese detalle y le tratara de encontrar alguna razón. Recuerdo que solía hacerlo por una costumbre que se le pegó de algún lado, sí que aún la seguía teniendo, lo conozco como para saber que va a hacer eso. Hoy era sábado, ¿me iría a hablar cuando volviéramos a la escuela? ... Decidí mejor irme a dormir, no es momento de dudas por eso. De eso se encargará mi yo del futuro. Ahora, a descansar. Si es que mi cabeza me deja.
No se si quedo como quería, pwro weno jsjsjs.
¿Que tal están?
Cualquier error me lo hacen saber.
Por cierto, la parte del recuerdo, combiné un poco la traducción de español y los subtítulos que leí cuando vi la serie. ^^'
Eso es todo.
-Kay
1405 + ??? palabras
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otra vez
Teen FictionHabían pasado años, sin que él quisiera hablar, sin yo hablarle. A pesar de estudiar en el mismo lugar. Estuvimos estado ignorando la existencia del otro luego de separarnos, fue muy confuso. A pesar de ser niños, igual nos dejamos influenciar por l...