Pov. Takashi
La tarde estaba tranquila, venia de vuelta de un parque cerca de donde vivía, caminaba disfrutando el momento. Casi no se veían transeúntes a pesar de no ser ni siquiera la cinco de la tarde. Me encontraba en el trayecto de vuelta hacia mi hogar luego de haber salido con unos chicos que luego de un rato me dejaron atrás y me quede solo. Me fui a un parque de patinaje cercano y estuve patinando ahí practicando un truco que me costaba un poco, luego me recosté en el pasto relajándome. No había logrado mucho avance en el truco. Mientras admiraba como el cielo cambiaba sus colores de cian a unos tonos más cálidos. Cuando decidí que ya había pasado el suficiente tiempo como para volver a casa sin tener que dar explicaciones de porque había vuelto tan pronto a casa si se suponía que estaba pasando el tiempo con mis amigos, me levante del suelo y tomo mi patineta para luego empezar a caminar.
Cuando iba a no menos de cuatro cuadras de casa, escuche a unas personas corriendo en mi dirección, me quite del camino por donde supuse que pasarían hacia el borde de la vía. Justo cuando me acerqué a la esquina divisé una cabellera azabache chocando contra mí antes de ambos caer al suelo.
Lo primero en que enfoque mi visión fue en esa mirada de jade que se enfocaba en mi con curiosidad y sorpresa. Estaba a punto de hablar cuando aparecieron dos hombres después de Miya, uno bajo y un poco pasado de peso y el otro más alto, y él se levantó apresurado cuando se dio cuenta que estaban detrás de sí.
Cuando uno de los sujetos atrapo a Miya los quise detener; primero diciéndoles que lo soltaran y preguntándoles por qué lo estaban persiguiendo, pero solo me ignoraron hasta que intenté abalanzarme sobre uno de ellos.
— ¡Miya! — Alcé la voz. — ¡Oye, que te pasa, suéltalo! —
Vi como Miya se retorcía dentro de los brazos del sujeto que lo tenía apresado con esmero, queriendo ayudarlo, el sujeto de menor estatura me empujo en dirección contraria y se empezó a acercar peligrosamente hacia mí. Ese sujeto se quería deshacer de mí, me quería golpear para no tener más obstáculos, no me iba a quedar quieto esperando el impacto. Note que Miya se empezó a quedar paralizado por el momento en el que me iban a agredir. No otra vez; estaba desesperarse por la situación otra vez. Le devolví el empujón al sujeto que se tambaleó acabando por caer en el suelo dándome tiempo para acercarme a él y librarlo del otro hombre, le planté un puñetazo en el rostro con toda la frustración que había acumulado en el día. Una pelota antiestrés en grande. Cayo al suelo de espalda y Miya casi lo hace con él de no ser porque lo sujete antes de desplomarse, acercándolo un poco más, de lo que sé, que le hubiera gustado. Estaba apoyando sus manos en mis brazos recuperándose de la sorpresa y el equilibrio para luego mirar me a los ojos fundiendo nuestras miradas entre sí.
— Ha...! — Balbuceo en un hilo de voz que apenas y pude oír. Fue lo único que escuche salir de sus labios antes de sujetarlo y se apoyase en mí. —
Cuando pareció más vuelto en sí, mire hacia donde él por encima de mi hombro. En ese instante, el enano, aunque midiéramos casi lo mismo, se levantó al instante mirándome con rabia fulminándome mientras me empujaba y sujetaba a Miya apretando su brazo con fuerza, yo alcancé mi patineta y se la aticé en el rostro con la intención de distraerlo para llevarme al otro petizo lejos de ellos, tampoco iba a armas más escándalo del que ya se había armado.
Sabía que Miya no reaccionaría al instante, así que lo sujete por la muñeca hacia un parque cerca de a donde estábamos y que no estaría tan lejos de nuestras casas, pero más lejos de donde estaban esos tipos. Nos sentamos en una de las bancas del lugar a descansar un momento, yo empecé a organizar mi mente para pensar en que hacer o decir a continuación. Me decidí por decir lo primero que se me ocurrió, a ver que sale luego de esto.
— ¿Por qué te seguían esos tipos? — Solté. Miya estaba distraído pensando en otra cosa, probablemente en si alejarse lo más rápido de mi o intercambiar un par de palabras, de lo único que estaba seguro era que no me quería mucho más tiempo cerca de él.
— Me confundieron con alguien más. No me dijeron cosas despectivas hacia mí en específico, iban hacia alguien más. — Declaro.— ¿Te hicieron daño?, vi que ese hombre te sujeto muy fuerte. — Le cuestione algo preocupado por la imagen de minutos atrás.
— No te preocupes. Estoy bien, Takashi — Respondió — ¿Y tú?, ese sujeto hizo caer. —
— Me alegro, y no te preocupes, también estoy bien, Miya — Conteste. — Ya no somos niños después de todo. — Bromeé dirigiéndole una sonrisa tratando de aligerar el pequeño aire de tención que se había formado.
Al parecer logre completar mi comedido de hacer que soltara al menos una pequeña sonrisa. El ambiente se tornó un poco más agradable a comparación a hace un instante. Él se distrajo momentáneamente mirando nuestro alrededor, parecía estar pensando en algo, yo también lo hice. Pensé en lo que me paso a lo largo del día; mis amigos, si es que los puedo llamar así, me pidieron salir con ellos para luego dejarme solo, practique un truco que no podía hacer y no avance nada, para finalizar, encontrarme con el chico al que traicione y decepcione, a él y a mí mismo, luego lo abandone. Ahora me tiene que odiar estar junto a la persona que lo hirió.
Cada día me lamento de lo que le paso por mí. Seguí los juegos de los que nos acechaban de cerca. Lamentablemente me di cuenta después de eso, cuando en la escuela me evitaba o ni siquiera lo veía durante los tiempos libres, él se ocultó de nuestra rutina. Rompí mi mundo. Rompí su mundo. Lo quebré. Sentí como se me hacia un nudo en la boca del estómago.
— ¿Cómo has estado? — Soltó de la nada. —
— Pensé en cómo responder a esa pregunta; los chicos que supuestamente eran mi sequito me dejan solo casi siempre, unas chicas me acosan, lo bueno es que es solamente en la escuela. — Bien... — No logre que sonara a verdad, otra vez. — ¿Y tú? — Le dedique una sonrisa para aminorar la duda que debió notar en mi frase anterior. A demás de no querer disolver la charla. —
— Bien también — Desvió su mirada, parecía estarse riendo, ¿por qué? —
Me quede confundido por su acción, deje de dirigirle la mirada mientras miraba hacia en frente disfrutando de la suave brisa que había, era casi como una caricia de una pluma, apenas y la notábamos. Le quería preguntar por cómo estaba. Con eso de las entrevistas, la escuela u otra cosa. Pero no creo que le agradaría mucho hablar de eso conmigo. Así que mejor le pregunto por una más general, tampoco le gusta que se metan en su privacidad.
— como has est-.. — Pronuncie apenas —
— ¡Me tengo que ir! — Anunció — Hablamos otro día, nos vemos — Finalizo levantándose para luego empezar a caminar velozmente lejos del parque en dirección hacia su hogar mientras me despedía con su brazo sacudiéndolo y yo copiando su acción.
Luego de eso, me pregunte por qué se fue como si lo estuviera persiguiendo el diablo por la mueca de nerviosismo que puso. Minutos después me levanté también y me dirigí hacia mi casa a descansar. Cuando llegue a casa salude a mi madre y a mi padre, después subí a mi cuarto y me duche. El agua tibia relajo la tensión muscular de mis extremidades y desenredando los nudos de mi mente por procesar la emoción del momento. Con mi cabello ya seco, comí algo ligero para poder dormir al fin.
"hablamos otro día"
Adiós a dormir tranquilo. ¿Por qué me dijo eso?, ¿realmente quiere que volvamos a iniciar?, ¿me querrá hablar de nuevo? No lo creo. Pero, si me gustaría hacerlo. Recuperar lo que alguna ves tuvimos o ya no se pueda lograr, lo comprendería totalmente. Sentía como se me estrujaba el abdomen al recordar todo, así fue hasta que se desvaneció al dejarme mecer en los brazos de sueño profundo.
Perdón por no haber publicado. Me enfermé y no pude escribir los caps, aproveche el tiempo cuando me recupere para los siguientes y justo ahorita me volví a enfermar:'') a mí nomas se me ocurre enfermarme en vacaciones. Tengo algunos caps planeados que son más largos. No les prometo subir el siguiente la próxima semana, pero los días de publicación podrían ser los viernes o sábados. ¿Qué les parece?
Eso es todo, bye.
-Kay
1404 + 74 palabras.

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otra vez
Подростковая литератураHabían pasado años, sin que él quisiera hablar, sin yo hablarle. A pesar de estudiar en el mismo lugar. Estuvimos estado ignorando la existencia del otro luego de separarnos, fue muy confuso. A pesar de ser niños, igual nos dejamos influenciar por l...